S-LAB SENSE
SALOMON
DATOS TÉCNICOS
- Peso 205 g
- Precio 199,95 €
GALERÍA
CONCLUSIONES
Primeras sensaciones
Y por fin, después de tanto tiempo, llega el momento de meter nuestro pie dentro. Como muchos otros modelos destinados a la competición, las Salomon S-Lab Sense cuestan de calzarse. Una vez metemos el pie debemos colocar bien la lengüeta. La sensación es bastante extraña, muy estrechas de atrás, parecidas a unas zapatillas de ballet (y eso que nunca nos hemos puesto ninguna). Del talón quedan un poquito bajas. La sensación de ligereza es impresionante.
Introducción
Hace ya un par de años que vimos el primer prototipo de las Salomon S-Lab Sense. Fue en la Zegama Aizkorri, en los pies del mismísimo Kilian Jornet. Recuerdo que nos parecieron algo que no entraba dentro de nuestros pensamientos, y menos para una carrera como la Zegama Aizkorri. Desde entonces que muchas veces nos habíamos preguntado como funcionarían en unos pies más bien vulgares.
Y nuestras dudas se iban a disipar, pues llegó el día que la marca francesa nos las envió para los tests. Hay que dejar muy claro que estas son unas zapatillas muy especiales, no aptas para todos los corredores, por lo menos a priori. Son las primeras zapatillas de Trail Running diseñadas especialmente para personas que pisen entrando de metatarsos, por lo que los tests los realizamos siempre corriendo de metatarsos.
Son unas zapatillas pensadas solamente para competir, que dan máximas prestaciones, sin tener en cuenta otros factores, por lo tanto, debemos tener presente siempre este hecho.
Al cogerlas comprobamos su extrema ligereza, su cuidado diseño y su calidad en los materiales. Como muchos de los productos del laboratorio (S-Lab) los únicos colores comercializados son el rojo y el blanco.
En nuestra modesta opinión el diseño sigue una línea continuista bastante acertada, pero lo que es más importante es que ya son unos colores asociados a los productos de competición de la marca Salomon.
INFOGRAFÍAS
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REVIEW
Mediasuela
Mediasuela
Las primeras veces que rodamos con ellas las encontramos realmente raras, muy estrechas del talón pero sobre todo del puente. En cada pisada notamos como la zona del talón se tensa, sensación que dura únicamente las tres o cuatro primeras salidas.
La flexibilidad es muy buena; a pesar de parecer una zapatilla extremadamente flexible creemos que flexa en una justa medida. Las S-Lab Sense son de perfil muy bajo, con poco material amortiguante en la suela, y es que al estar destinadas a pisar de "metas" no se hace tan necesario. Las sensaciones son de una amortiguación muy correcta en la parte delantera, donde no echaremos en falta más amortiguación. En la parte trasera echaremos el falta algo más de amortiguación si entramos de talón, haciendo una pisada más clásica, cosa a la que no está destinada la zapatilla. Si mantenemos la pisada aconsejada la amortiguación trasera será suficiente, tan solo la notaremos algo escasa en alguna bajada o en algún salto puntual.
Las Salomon S-Lab Sense incorporan una especie de placa de carbono en la media suela, que es visible a través de la suela, que nos protegerá de todas las irregularidades del terreno. Esta placa no quita mucha sensibilidad del terreno, por lo que calzamos unas zapatillas que ofrece sensibilidad media-alta en la parte delantera, y una muy buena sensibilidad en la parte trasera.
Lengüeta
Lengüeta
La lengüeta de las S-Lab Sense es algo más que una lengüeta. Es una parte del upper muy importante, siendo muy amplia ya que llega casi hasta los laterales, unidos a ellos a través de una tela. Es como una especie de botín interior que llega, por el interior, hasta los metatarsos. Como ya hemos comentado deberemos colocarla bien prácticamente cada vez que metamos el pie, estirándola hacia fuera. El material utilizado es de tacto y textura parecido al neopreno fino, por lo que los pasadores de los cordones se notan en nuestro empeine una vez los tensamos. No es una sensación molesta pero si deberemos acostumbrarnos a ella en las primeras salidas.
Sujeción
Sujeción
El sistema de atado, como no podía ser de otra forma, incorpora un tensor que tensa unos cordones muy finos, redondos, y bastante rígidos. Como es casi norma de la casa la lengüeta incorpora un bolsillo, en la parte superior, donde poder guardar este tensor de los cordones.
Una vez estiramos todo el cordón queda tensado, de arriba abajo, funcionando a las mil maravillas. El pie queda muy bien sujeto en la parte delantera, apretado por los cordones. En la parte trasera notaremos que la caña es muy baja, pero está como tirada muy hacia dentro, por lo que al meter el pie dentro ejerceremos presión en el sentido inverso y nos quedará bien sujeto, todo y que la estructura del talón no es sólida.
Las Salomon S-Lab Sense no incorporan ningún control de estabilidad, y todo y que la estructura aguanta bien teniendo en cuenta la zapatilla que es, si tenemos problemas de pisada lo notaremos.
La estabilidad del pie dentro de la zapatilla es muy bueno, incluso en las zonas más exigentes han respondido muy bien. Lógicamente hay otros modelos un poco más estables, pero como siempre teniendo en cuenta las características de la zapatilla nos han funcionando sorprendentemente bien.
La estabilidad de la zapatilla respecto al terreno también es buena, no perdiendo mucho la forma cuando pisamos sobre algún resalte. Nos han seguido sorprendiendo en este sentido.
Acabados
Acabados
La plantilla que calza este modelo de la marca francesa es lo más parecido a un trozo de tela pegado un milímetro de espuma, de hecho es justo lo que es. El concepto de plantilla es muy relativo porque no es una pieza que pueda sacarse ni tan siquiera de la zapatilla, ya que viene encolada a la suela.
Los acabados son exquisitos: el pie queda rodeado de una tela elástica, muy cómoda, que no toca al upper. De cualquier forma la construcción de toda la zapatilla ya es sin costuras, ya que en el upper se utiliza material encolado en lugar de cosido. Es este material que da un poco de estructura a la zapatilla, en la parte superior, y que nos da cierta protección. La parte de la puntera si que viene muy reforzada, con un material plástico contundente, que además da volumen a la parte delantera del upper.
En el talón encontramos un acolchado de mediano espesor que nos proporciona comodidad.
Impermeabilidad / Transpirabilidad
Impermeabilidad / Transpirabilidad
Todo el upper de la Salomon S-Lab Sense es de una tela micro agujereada, que deja pasar el aire bastante bien, aunque sin ser súper ventilada. O sea, la zapatilla transpira pero no vamos a notar que estemos ventilados. En cuanto a la impermeabilidad decir que la tela del upper absorbe de manera fácil el agua aunque ésta no la notaremos en nuestro pie hasta que pase un ratito. Podríamos decir que las Sense aguantan algunas salpicaduras, pero leves.
Suela
Suela
La suela de las S-Lab Sense está compuesta por pequeños tacos, en forma de triángulos, de pequeña prominencia, pero lo que realmente marca la suela son los numerosos orificios destinados a dos funciones: dotar de flexibilidad a la suela y quitarle peso. El perfil delantero como trasero es muy bajo, con un drop también muy bajito, cosa que favorece el tipo de pisada al que va destinada la zapatilla.
Las Sense transmiten una gran sensación de precisión en la pisada, como si pisásemos con unas zapatillas de ballet, cosa que una sensación de agarre muy buena, aunque en realidad, en las pruebas objetivas no ha sacado tan buena nota. Hay que pensar que los tacos son bastantes pequeños y sobre terrenos más descompuestos o grasos la zapatilla no agarra al 100%. En las bajadas pasa exactamente igual, o quizás el agarre es un poquito peor aún. Por donde mejor se comportan es en roca, donde la goma se coge muy bien, tanto para subir como para bajar. Otra cosa es cuando la roca está mojada, donde pierden bastante adherencia.
En los huecos de la suela se suele almacenar bastante barro, cosa que no resta prestaciones a la zapatilla, pero hace aumentar el peso.
Durabilidad
Durabilidad
La durabilidad de las S-Lab Sense es límitada, cosa que ya advierte la propia marca. Por donde más sufren es en la parte delantera del upper, por donde se flexan, justo donde se junta tela y la goma pegada. En este punto la tela del upper se empezará a desgastar.
La suela también se desgasta con mayor celeridad que en otra zapatilla, pero también hay que decir que se agarran sobre roca mejor que la media.
Según Salomon el precio de salida en el mercado de las zapatillas es de unos 200 euros, y su durabilidad también de unos 200 kilómetros. Si hacemos una cuenta rápida nos daremos cuenta que el kilómetro corrido nos sale a un euro, un coste mayor al de cualquier coche.
Conclusiones
Conclusiones
Muchos de vosotros nos habéis hecho la misma pregunta: ¿Vale la pena gastarse ese dinero para unas zapatillas? Nuestra respuesta es un rotundo SI.
Hay que tener claro que es una zapatilla de competición orientada a un público muy concreto, por lo tanto, si estamos dentro de ese público y vamos a competir, las Salomon S-Lab Sense pueden ser nuestras zapatillas ideales.
Ultra ligeras, ultra precisas, con muy buena flexibilidad, amortiguación justa y buena sujeción, parámetros muy difíciles de conjugar que Salomon ha sabido cocinar en un plato combinado para restaurantes de tres estrellas.
Como punto flojo destacar su poca durabilidad, sin duda lo peor de una zapatilla con pocos males. También podíamos aquí añadir su poco público objetivo al que va destinada, ya que es una zapatilla muy específica. Salomon ha hecho una apuesta muy arriesgada y creemos que le está saliendo muy bien.
Si tenemos la suerte de estar entre los que viene este tipo de zapatilla, no dudéis, o hay alguien a quien, pudiendo, no les gustaría conducir un Ferrari?.
COMPARADOR
Vs.
Autor: David Buenacasa
Fecha de publicación: 17/12/2012