S-LAB SENSE 3 ULTRA

SALOMON

DATOS TÉCNICOS

  • Peso 220 g
  • Precio 169,99 €
  • Temporada FW14

GALERÍA


CONCLUSIONES

Primeras sensaciones

La caja de las S-Lab Sense 3 Ultra es lo único “normal” que tienen, todo lo demás es excepcional, destila calidad por los cuatro costados y, aun sabiendo de antemano que son unas “armas de matar”, cuando las coges por primera vez en las manos, lo más probable es que no puedas reprimir alguna exclamación y que se te corte la respiración.
En los primero jugueteos con ellas, teniéndolas aún en las manos, notamos sus acabados impecables, casi ni las sentimos de lo ligeras que son (apenas 220 gramos) y nos cuesta creer lo contundentes que son sus refuerzos, sobre todo el de la puntera.
Se dejan doblar con mucha facilidad pero en cuanto relajamos un pelín las manos, vuelven a su posición casi lanzándonos la mano hacia atrás. Sentimos la firmeza de su amortiguación que, aunque pueda parecernos muy dura en el suelo de casa, nos evoca sueños de volar bajo con una gran respuesta y una pérdida nula de energía cuando pisemos por terrenos off road.
Uno de los pocos puntos en los que nos quedamos un poco fríos o que dejamos “pendientes de comprobar” es el de los tacos que tienen apenas tres milímetros y no sabemos cómo pueden responder en marcha, en los terrenos complicados por los que las vamos a meter.
Para meterles el pie dentro, primero les tenemos que pedir permiso, mimarlas, hacerle carantoñas y, si hay suerte, nos dejarán hacérselo poco a poco, sintiéndolas y ayudándonos con ambas manos para poder colocárnoslas bien porque son muy ajustadas, quedan como un calcetín y al no estar domadas, cuesta colocárselas sin que se doblen los laterales de la lengüeta hacia dentro.
También tenemos que darle un par de tironcillos hacia arriba para estirar la lengüeta hacia arriba porque se nos ha quedado un poco arrugada, aunque ese gran trabajo contrasta con el tensado de los cordones, que deslizan muy fácilmente y con el Quicklace quedan tensos en apenas un segundo. De hecho, al no tenerles pillado el punto, nos quedan demasiado apretadas así que tenemos que aflojarlas un poquito.
Las sentimos mimetizadas con el pie, ajustadas en todas sus partes, muy robustas y nos empiezan a pedir ir a dar una vuelta así que, a pesar de que sabemos que requieren cierto tiempo para domarlas, para que ceda un poquito el upper sobre todo, salimos a correr con ellas porque ya no podemos resistir durante más tiempo la tentación.

Introducción

Las S-Lab Sense 3 Ultra están diseñadas por y para la competición, pero no cualquier tipo de competición, sino ésas en las que se va con el pedal del acelerador pisado a fondo, tocando tabla, a tumba abierta en las bajadas y con la sangre en el gaznate en las subidas.
En apenas unos años y en tan sólo tres ediciones se han convertido en uno de los “santo y seña” de Salomon y han alcanzado un estatus prácticamente de fetiche que hace suspirar a muchos trail runners que las miran con admiración y con los ojos haciéndoles chiribitas.
Sin embargo, no son unas zapatillas al alcance de cualquiera, por un lado, por su elevado precio y, por otro, por lo exigentes que son a la hora de dejarnos meterles los pinreles ya que no se van con el primero que les tira los tejos sino que casi piden un carné especial para dejarse pilotar.
En principio, el “Ultra” que llevan el nombre es porque han reducido un poco su agresividad para hacerlas un poco más dóciles y que se puedan utilizar en distancias medias o incluso largas pero, como vamos a ver en esta prueba a fondo, siguen teniendo muchísima mordiente, casi da miedo acercarse a ellas.
Este carácter agresivo y competitivo le viene en gran parte por ser las “hijas” de Kilian Jornet, para quien Salomon las ha diseñado dándole prácticamente carta blanca al deportista catalán para pedir lo que ha necesitado y querido, no le han puesto ningún tipo de limitación.
Ya sabemos cómo se las gasta este muchacho cuando se pone a correr porque parece que le da igual el terreno, distancia o perfil, simplemente va volando bajo, corriendo casi sin tocar el suelo y para eso necesita unas zapatillas como las S-Lab Sense 3 Ultra.
Por calzarnos unas S-Lab Sense 3 Ultra, mal que nos pese a muchos, no nos vamos a convertir mágicamente en Kilian Jornet pero, por qué no soñar con ello mientras corremos con ellas puestas en nuestros pies cuando queramos unas zapatillas cañeras con las que intentar exprimirnos al máximo en las competiciones.


INFOGRAFÍAS

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REVIEW

Mediasuela

Mediasuela

Gran parte del secreto de las S-Lab Sense 3 Ultra está en su mediasuela, es donde son unas claras ganadoras y admite poca crítica porque cumple a la perfección con los requisitos que se le podrían poner a unas zapatillas como éstas.
La mediasuela compuesta por un único polímero, LT Muscle, un derivado de la EVA muy ligero y de tacto bastante duro que le otorga una firmeza que se incrementa por el poco perfil que tienen.
La altura del talón está a 18 milímetros según nuestras mediciones y la puntera quedaría a unos 13-14 milímetros. Estas medidas podrían pasar perfectamente por ser las de unas voladoras asfalteras radicales así que imaginaros lo que puede significar en unas de trail running.
No hay consenso en si el drop es de 4 milímetros como dice Salomon o de 5 milímetros como hemos medido varios medios pero, sea uno u otro, es un drop “real” porque apenas comprimen, no sólo en la mediasuela, sino en donde apoya el pie con lo que no varía apenas durante la marcha. De hecho, si se golpea debajo de la plantilla, suena un ”cloc” que nos da una idea de la dureza que tiene, algo que la fina y sencilla plantilla de 3 milímetros no va a disimular.
Hasta la zona del arco son como un bloque, dan mucha seguridad pero en la mitad flexan muchísimo y con mucha facilidad, casi demasiada para nuestro gusto y, de hecho, es una cosa que no nos ha gustado y que creemos que se debería analizar porque se produce una doblez demasiado brusca.
En la zona delantera la cosa cambia por completo y, aunque tienen una muy buena flexibilidad, no hay saltos bruscos, sino que se va curvando según necesitamos y todo esto es gracias al buen trabajo que realizan el OS Tendon y el ProFeel Film.
El OS Tendon son las dos guías blancas que se ven si se mira desde abajo y que actúan a modo de guías estructurales que se curvan y controlan tanto la flexión como la torsión. Se ha modificado ligeramente su posición y longitud, haciendo que comiencen justo en el arco y que lleguen hasta la mismísima puntera en la parte interior y hasta el final de los metatarsos en el exterior. Les da muchísima reactividad y resistencia aunque, por el poco grosor de mediasuela, mantiene muy buena flexibilidad, no se convierten en una tabla. También permiten bastante bien la torsión y si se le hace el sacacorchos y se la “enrosca”, cede fácilmente aunque, obviamente, sin volverse inestables, simplemente permiten que puedan adaptarse a las irregularidades de la superficie que pisemos. Este comportamiento nos ha encantado cuando hemos ido por caminos en los que necesitábamos ir saltando de un lado a otro casi sin llegar a tocar el suelo en cada pisada.
El ProFeelFilm es una fina capa de TPU que hace de placa antirrocas y que han ubicado muy adelantada, empezando en los metatarsos, bastante alejada de la zona media del arco y llegando prácticamente hasta la puntera. La protección de esta placa es muy buena, más de la que se podría esperar y lo bueno es que al no ser una placa híper rígida, no elimina completamente las sensaciones del terreno que seguimos percibiendo bastante bien.
No obstante, es una mediasuela muy exigentes, no sólo por el poco grosor de ésta, suela y amortiguación, sino por cómo flexan ya que exigen bastante a la fascia plantar. También pueden acabar resintiéndose algo los metatarsos y el talón por la firmeza de la amortiguación aunque hay que tener en cuenta que su objetivo es ser un fórmula uno, rendir, así que no es un punto negativo sino simplemente una consecuencia de su carácter enfocado al rendimiento en primer lugar.

Lengüeta

Lengüeta

La lengüeta de las S-Lab Sense 3 Ultra está forma parte de lo que Salomon denomina Endofit y que busca que tengan un ajuste como si fueran un calcetín. Como hemos dicho en la introducción, hay que dedicarle tiempo a esta pieza, primero, para meter el pie y, segundo, para ajustarla adecuadamente.
No está cosida a los laterales, a la ojetera, sino que está unida por los laterales a la base de la mediasuela. El otro punto de unión es el inicio de la ojetera (donde habitualmente comienzan todas las lengüetas) y aquí viene una parte que no comprendemos porque han dejado ahí una parte sin unir.
Quizá eso permite que se mueva mejor cuando corremos, que tenga menos arrugas, etc. pero también se carga en parte la utilidad de una lengüeta unida en los laterales ya que la arena o piedrecillas pueden acabar colándose por ahí que, encima, es la parte más baja.
La lengüeta es muy finita, sin nada de acolchado más allá que el del propio neopreno y transmite muy buenas sensaciones, pero con los cordones que tiene, tan finitos, puede ser insuficiente y acabar molestando algo, sobre todo si los hemos apretado de más o si las estamos usando para largas distancias.
En la parte superior tienen un bolsillo para guardar el sobrante de los cordones pero no entendemos cómo lo han diseñado porque la abertura queda justo bajo el último cruce de la cordonera con lo que se complica muchísimo meter la presilla y el tope y, lo peor de todo es que si toca ajustarlo en marcha, vamos a tardar bastante en sacarlo y volverlo a meter con lo que se pierde gran tarde de la gracia del sistema Quicklace que debería permitir realizar un ajuste rápido, prácticamente sin tener que detenernos. Creemos que sería bueno darle una pensada para ver cómo se podría rediseñar este bolsillo y que fuera realmente útil.

Sujeción

Sujeción

¡¡¡Ajuste brutal!!! Esta es la mejor forma que hemos encontrado para definirlo porque raya la perfección en todas sus zonas. Eso sí, con la particularidad de que es un ajuste extremadamente ceñido, quedando completamente pegadas al pie y sin permitir prácticamente ninguna holgura. De hecho, no sería raro tener que ir a por media talla más de la habitual.
Para quien quiera un poco de espacio interior, tenga pies anchos o necesite utilizar plantillas personalizadas, pueden ser incómodas o incluso imposibles de llevar porque la horma es muy estrecha. En el arco son muy estrechitas pero donde más se nota es en la puntera donde además de estrechas, son bajitas y, al tener la protección, el upper apenas cede.
Ahora, el que busque un ajuste firme y recio, posiblemente esté ante unas de las mejores opciones que hay porque no flaquean en ningún punto.
El upper es una malla bicapa finísima sobre la que se han ubicado los refuerzos termopegados, muy finitos y sin ninguna costura con lo que, al menos en teoría, se minimiza el riesgo de puntos calientes y rozaduras (es lo que llaman Sensifit). También debería disminuir el riesgo de mordeduras que rompen anticipadamente el upper y es algo que se ha trabajado mucho porque algunos reportaron ese problema en las versiones previas, que se tendían a romper en la tela a la altura del juanete, por la doblez que se produce al pisar.
En loor a la verdad, esto suelen comentarlo después de muchos kilómetros así que no nos parece que sea un punto negativo o que sean endebles amén de que hay que tener en cuenta que Salomon las ha diseñado pensando en el rendimiento, en que den lo máximo de ellas durante unos 200 kilómetros así que, aunque muchos de los que comentan ese tipo de problemas les llevan hechos 400-500 kilómetros, creemos que ya no se le puede echar en cara a la casa porque han sobrepasado su vida teórica concretes. Aparte de eso, sí hemos detectado que es uno de los uppers que conviene limpiar si se han manchado de barro o de salitre porque si lo dejamos que se seque, se acartonan y eso es comprar papeletas para que se rompa prematuramente.
La puntera está muy reforzada, con una pieza de TPU que protege mucho más de lo que podría pensarse y, aunque sea un refuerzo finito, casi parecen unas Martens, algo que hemos agradecido cuando nos ha dado por pegarle una buena patada a alguna piedra.
En la zona media tienen la estructura de tirantes típica de Salomon que sale desde la base de la mediasuela y acaba en cada uno de los tres ojales inferiores, creando diversas estructuras triangulares de tiras termopegadas que flexan con una facilidad pasmosa cuando vamos corriendo de manera que nunca perdemos el contacto total con el upper.
Toda la zona trasera está recubierta de este refuerzo plástico sobre todo pensando en darle un plus de protección ante las rozaduras que puedan producirse, bien contra la otra zapatilla, piedras o lo que sea.
Por último, el ajuste del tobillo es también excepcional y, aunque el collar queda bajito, agarra muy bien y tiene el punto justo de rigidez. Curiosamente, las sensaciones que nos ha transmitido son de mayor agarre que el que nos han dado zapatillas con collares mucho más altos y acolchados y, salvo por el hecho de que quedan bajitas, la seguridad es muy buena y animan a correr a toda pastilla y, quienes tengan una pisada firme, podrán retorcerlas sin ninguna contemplación y sacar el máximo de todos sus apoyos.
Nos ha gustado mucho la zona del aquiles donde se ha relajado un poco la presión haciendo una “U” bastante amplia en anchura con un buen acolchado.

Acabados

Acabados

Acabados de lujo, perfectos, sin ni una sola falta o, al menos, nosotros no hemos sido capaces de encontrarle ninguna a las S-Lab Sense 3 Ultra que hemos utilizado para esta prueba a fondo.
Como hemos comentado antes, en el upper no hay prácticamente ninguna costura, más bien ninguna si obviamos la de la base de la lengüeta y la que hace el cierre de los ojales ya que todos los refuerzos están termopegados mediante la tecnología Sensifit de Salomon.
Las protecciones son más que suficientes para una zapatilla de este tipo y a las que ya hemos mencionado de la de la puntera (excepcional) y la de la zona del talón, tienen cubiertos los faldones, tanto por el interior como por el exterior, con lo que no se nos rasgan fácilmente al pasar por canchales y zonas pedregosas.
La plantilla es de tres milímetros, sin ningún tipo de estructura, está pegada en la parte delantera y es muy estrechita para poder acomodarse a la horma de las zapatillas. No nos ha gustado mucho porque al ser tan estrecha y tener que calzarlas con un ajuste tan ceñido, podemos hacerlas deslizar y descolocarlas.
En cuanto al interior, están diseñadas para que se puedan usar indistintamente con o sin calcetines y damos fe de ello porque las hemos utilizado en tiradas largas de ambas formas y no hemos tenido problemas. Para quien esté acostumbrado a ir a pinrel descubierto, geniales y, para quien tenga algo menos de costumbre, como mucho puede notar un poco menos de protección en alguna zona como el empeine o en el collar,.
Todo esto que hemos estado comentando son grandísimos detalles pero si se analizan las S-Lab Sense 3 Ultra con minuciosidad se detectan infinidad de cosas que nos demuestran hasta qué punto las han mimado al diseñarlas. Por ejemplo, no hay restos de pegamento, piezas descentradas, hilos sueltos, … y esto no se suele ver prácticamente en ninguna zapatilla, por muy “tope de gama” que sea.

Impermeabilidad / Transpirabilidad

Impermeabilidad / Transpirabilidad

Las S-Lab Sense 3 Ultra son muy transpirables y frescas, como si pretendieran evitar a toda costa que los “pistones” (léase pies) se recalienten, para que podamos llevar el motor revolucionado a tope durante el máximo tiempo posible.
Esto lleva aparejada una nula impermeabilidad y no detienen ni la más mínima gota de líquido que, tal como caiga en el upper, quedará empapada y si es lo suficientemente gorda, pasará hacia el interior sin ningún impedimento.
Pero, ojo, que el upper no va a empapar prácticamente nada así que el secado es igual de instantáneo con lo que no sólo no vamos sentir sensación de humedad en los pies, sino que no van a ganar nada de peso.
En situaciones de frío sí podemos notarlas un poco más frescas de la cuenta pero nada que no se solucione con unos calcetines un poco más abrigadotes, que ya los hay de lana merino bien finitos.

Suela

Suela

Salomon utiliza el Contagrip para sus suelas y las S-Lab Sense 3 Ultra no son una excepción. Es un compuesto que funciona muy bien tanto en el agarre como en la durabilidad.
El taqueado tiene un diseño un tanto extraño para unas zapatillas de trail running, casi parece más el de unas zapatillas de asfalto. Aunque están ubicados de manera opuesta en talón y puntera para buscar la frenada en el talón y el agarre en la zona delantera, miden tan sólo tres milímetros y son muy planos así que pueden plantear ciertas dudas cuando los ves por primera vez.
Cuando corres descubres que es una suela con un rendimiento muy alto y mucho más versátil de lo que se podría pensar. Se desenvuelven mucho mejor en superficies duras y compactas y si hay mucho barro, césped alto o similares, en seguida te pones a pensar en sus hermanas S-Lab Sense 3 Ultra SG (“Soft Ground”). Sin embargo, salvo en esos pocos casos concretos, gracias a su gran agarre y a cómo flexan y torsionan, agarran de muerte, de manera excepcional en superficies duras y en otras algo más sueltas (p. ej. arena, playa, etc.) también cumplen ya que siempre consiguen enganchar de una u otra forma. De hecho, casi podrían llegar a utilizarse como unas zapatillas de cross (algo que tampoco tendría mucho sentido porque ahí no se utiliza la placa antirrocas).
La única forma que hemos tenido de hacerlas fallar estrepitosamente ha sido en algunos casos de mojado, sobre todo en losetas y pasos de peatones donde patinan como si estuviéramos corriendo en una pista de hielo. Ahora, en seco, una auténtica pasada, casi como unos pies de gato.
Una de las cosas que nos ha gustado mucho es que toda la suela está cubierta, no dejan nada de EVA de la mediasuela expuesta y eso alarga mucho la vida útil de las zapatillas.
Y otro punto muy interesante es que la suela son únicamente dos piezas (una hasta el mediopié y otra desde ahí hasta la puntera) por lo que no se pueden despegar las piezas, un mal que suele afectar a las suelas sobre todo cuando se corre por zonas pedregosas.
En las S-Lab Sense 3 ultra, caso de que se arranque algo, será un desgarro puro y duro de algún taco y con tan sólo tres milímetros y con la forma que tienen, es francamente complicado que pase, simplemente iremos viendo cómo se van desgastando con el uso.
Este diseño de los tacos también evita que se acumule el barro o que lo que se quede sea poco menos que testimonial.

Durabilidad

Durabilidad

La durabilidad de las S-Lab Sense 3 Ultra se ha puesto en entredicho muchas veces pero creemos que hay que diferenciar cuándo se ha criticado con razón y cuándo no.
Se ha dicho que la suela no dura mucho, algo que ni siquiera comprendemos porque a tenor de lo observado en las nuestras y en las de algunos compañeros, diríamos que tienen una durabilidad mucho mayor que la que la marca les indica al publicitarlas con lo que creemos que no sólo no es un punto negativo sino que, contando con el rendimiento que ofrece, creemos que hasta es un punto positivo.
En el upper, depende de lo que evaluemos porque las protecciones son muy buenas y resisten mucho y muy bien, extremadamente bien si tenemos en cuenta la ligereza y finura de estos refuerzos.
Ahora, en las zonas de rejilla que quedan expuestas la cosa cambia completamente y, aunque no es endeble, no es especialmente resistente y en caso de recibir un raspón puede sufrir bastante. Amén de lo comentado de los puntos donde los refuerzos puedan producir alguna “mordedura” como pasa en la zona del juanete.
Afortunadamente, no hay mucha zona expuesta (el ejemplo más claro es la zona del talón donde está todo cubierto) con lo que volvemos a ser partidarios de decir que cumplen con nota.

Conclusiones

Conclusiones

Hay zapatillas que son versátiles y que valen para múltiples perfiles de uso y, otras, que buscan ser las mejores en lo suyo, en unos usos muy concretos. Las S-Lab Sense 3 Ultra son de este segundo tipo y tienen un objetivo muy ambicioso: ser las mejores voladoras.
Como hemos ido viendo en esta prueba a fondo, tienen argumentos de sobra para reclamar esa posición sin ningún pudor y, caso de no lograrla, es complicado apearlas de podio ya que no se nos ocurren tres zapatillas que sean objetivamente superiores a las S-Lab Sense 3 Ultra.
Son impresionantes y te sorprenden en el momento en el que las ves por primera vez, cuando te las calzas y siguen encandilándote cada vez que las usas, al menos, tras las tras dos o tres primeras salidas que son necesarias para que cedan un poco y surja el feeling entre tus pies y ellas,
Pero todo eso tiene un precio, en lo monetario y en el nivel de exigencia que te marcan porque no son unas zapatillas para ir de paseo sino que piden caña, toda la que puedas darles y más.
Si uno es buen corredor, de los virtuosos del trail running que bajan a tumba abierta dando saltos como un gamo (o como el artífice de las zapatillas: Kilian Jornet) o de los que son capaces de subir por pendientes impracticables casi como si corrieran en llano, disfrutará con las S-Lab Sense 3 Ultra más que un bebé con un chupete y podrá exprimirlas al máximo. Sin embargo, para quien sea menos habilidoso, probablemente continúen siendo inobjeto de deseo inalcanzable.

PROs:
- Agarre brutal en prácticamente todas las superficies y condiciones.
- Ajuste excepcional.
- Capacidad de respuesta impresionante.
- Muy ligeras.

CONtras:
- Muy exigentes con el usuario.
- Horma muy ajustada, poco versátil.
- Precio porque seguramente valen lo que cuesta pero sigue siendo un precio muy elevado.

COMPARADOR

Vs.

Autor: Morath (Rodrigo Borrego)

Fecha de publicación: 19/01/2015

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