AK RACE VEST 2.0

¡Cómo nos gusta la sensación que tenemos al coger la AK Race Vest 2.0!
Podríamos definirla de manera rápida como ligera, simple y funcional.
Estéticamente es muy atractiva, sin utilizar colores llamativos pero combinando a la perfección azul, gris y algún toque de color blanco que da personalidad al conjunto. Dispone en su parte frontal de dos bidones y cuatro bolsillos. En la parte posterior, encontramos tan solo un único espacio donde meter material, de 4 litros de capacidad.
Ambas partes van unidas, en los laterales, por una cinta plana no elástica que podemos tensar y así conseguir el ajuste deseado. Son las mismas cintas que cierran la mochila de Ultimate Direction en el pecho, donde encontramos un par de ellas con los extremos atados a un raíl vertical que nos permite moverlas y dejarlas a nuestro gusto. A priori, el hecho que las cintas sean rígidas nos parece un poco raro, veremos cómo responden en carrera.
Genial es la sensación de ligereza, pues su peso con los bidones colocados pero vacíos es de 370g, y al sacarlos nos quedamos solo con 200g. Esto es debido al material utilizado por UD para su construcción. La parte de contacto con nuestro cuerpo es de Hex Mesh, una malla súper ligera, muy transpirable y resistente. La malla utilizada para los bolsillos frontales y el bolsillo posterior es también muy resistente y elástica, de Power Mesh. Ambas parecen robustas y duraderas. Y para que nos olvidemos de ella, los americanos han cosido las juntas de las dos mallas con un tejido muy fino al tacto llamado Velvetex.
Con la AK Race Vest 2.0 colocada, admiramos de nuevo su ligereza. Y con un buen ajuste de cintas, que se manipulan de manera muy fácil, nos sorprende gratamente el fit conseguido. La mochila es pequeña, nos cubre tan solo la mitad de la espalda, lo cual nos aporta un plus en la sensación de libertad. Sale al mercado en dos tallas distintas, S/M y M/L, sin diferencias ergonómicas para ambos sexos.
Se nos enciende una pequeña alarma al notar la rigidez de los bidones en nuestro pecho. No es que nos incomode, pero los notamos. Veremos qué pasa al correr, esperemos que nos olvidemos de ellos.

Hay marcas que de solo oír su nombre nos producen un efecto de atracción. Captan nuestro interés, aun que no hayamos utilizado ni un solo de sus productos. Seguro que nos entendéis. Bien, en esta ocasión nos toca testar una mochila de la casa Ultimate Direction. La marca americana, creada en 1985, está especializada en sistemas de hidratación, con el asesoramiento de corredores de renombre internacional, que dan sentido a la afirmación que leemos en su web: “productos creados por atletas para los atletas”. Nuestra mochila forma parte de las Signature Series 2.0, en las que tres corredores de máximo nivel se han hecho a medida una mochila para la marca UD. Se trata ni más ni menos de Peter Bakwin, Scott Jurek y Anton Krupicka, ¡vaya trio!. Seguro que si os contamos que la que pondremos a prueba es la más ligera de las tres, de aire minimalista, adivináis cual de los tres corredores ha sido el responsable de su diseño. Krupicka, claro que sí. La han bautizado como AK Race Vest 2.0 Con este nombre parece que se trate de una pieza para competición, veremos cuál va a ser su respuesta en nuestras salidas.

La mochila diseñada por Krupicka viene equipada con dos bidones de 600ml. Son de fácil manipulación, con una boquilla peculiar, de silicona, de la que tiramos para poder beber y presionamos para cerrar. En su parte superior, encontramos un corte en forma de X, responsable de permitir el paso del líquido. Para hidratarnos, deberemos presionar levemente la boquilla con los labios o dientes, y apretar el bidón con la mano al mismo tiempo. Con esta maniobra abriremos el paso de agua, que saldrá con un chorro fino, y que quizás será poco si queremos hacer un buen trago con un solo apretón de bidón (decimos “quizás” porque es algo personal. Ya se sabe: para gustos, colores). La tapa del bidón, donde encontramos la boquilla, dispone de una asa que favorece indiscutiblemente la maniobra de apertura y cierre. Estéticamente es curiosa, pero funcionalmente es perfecta.

Si necesitamos más líquido, el bolsillo posterior de la AK Race Vest 2.0 está diseñado para cargar una bolsa de hidratación de 1l (que no viene de serie), con una cinta de velcro en la parte superior para fijarla. Dicha bolsa, al quedar cogida en su parte superior e ir limitada en un espacio reducido, no tendrá movimiento alguno ni nos va a generar inercias indeseadas. Justo al contrario, vamos a olvidar que la llevamos cargada. La mochila está preparada para que el tubo de la bolsa de hidratación pueda pasar por nuestra izquierda o derecha, pues en sus dos cintas encontramos por donde pasarlo y fijarlo. Ya os hemos contado que la malla que contacta con nuestro cuerpo es muy transpirable, y esto hace inevitable que el líquido que carguemos en la espalda se caliente con nuestra temperatura corporal. Claro está que llevarlo es opcional, pues la apuesta de Ultimate Direction es la de cargar solo los bidones en la parte frontal, pero en días de calor con previsión de tirada larga quizás necesitemos un extra de líquido, y echaremos en falta una lámina de aislante térmico, pues caliente no va a saber igual de bien. Al correr con la bolsa de hidratación en la espalda, comprometemos inevitablemente la capacidad de carga de la mochila. Todo el material que carguemos quedará comprimido, y nos va a ser difícil coger cosas de su interior sin removerlo todo..

Entendemos que en la AK Race Vest 2.0 prima la transpirabilidad, pero al llevarla cargada (con una chaqueta cortaviento, una manta térmica…), el paso de aire en nuestra espalda se verá también comprometido.

La AK Race Vest 2.0 es minimalista. Si tenemos claro este punto, entendemos el bolsillo con un único espacio que llevamos en la espalda. Es accesible desde la parte superior, donde una goma proporciona el cierre, con una capacidad de 4 litros. En su exterior, una goma con un tensor cruza la mochila, muy útil para guardar cualquier pieza textil.
En la parte frontal, sus bolsillos se reparten por igual en ambos lados. El porta bidón es el compartimento principal, que cierra con una goma. Ultimate Direction nos cuenta que podemos guardar en su interior cámaras o algún que objeto similar. Como estamos acostumbrados a probarlo todo, salimos a correr con una cámara pequeña, pero con los primeros pasos el rebote era evidente y molesto. Así que si queremos llevar algo diferente a los bidones, deberemos llenar el bolsillo hasta no dejar espacio libre en su interior. Justo debajo del porta bidón, encontramos un pequeño bolsillo para llevar, según la casa, objetos de valor o electrónicos. Es pequeño, no cabe ni tan siquiera una barrita, justo un gel. Podremos meter en él unas llaves, o algo de comida que no abulte mucho. Debemos recordar siempre el diseño súper ligero de la AK Race Vest 2.0, pues es fácil echar en falta compartimentos donde llevar barritas o geles, pero lo cierto es que UD ya ofrece otras mochilas con estas prestaciones, así que en nuestro caso nada que recriminar a los americanos. Para terminar esta lista corta de bolsillos, en la parte superior del bidón encontramos uno, también pequeño. La casa nos cuenta que es para smartphones, pero nos llevamos una buena sorpresa al comprobar que nuestro teléfono (modelo iPhone 4) no cabe en su interior. La boca del bolsillo es de 6cm, que ya restringe la entrada de muchos móviles, y su profundidad, como veis en la foto, también es muy justa. Podremos llegar a meter una barrita en su interior, pero queda claro que no es un bolsillo demasiado útil, y que UD debería rediseñar en próximas versiones de la mochila.
Encontramos reflectantes en las cintas que cierran los bolsillos porta bidones, que nos dan visibilidad frontal. En la parte posterior, la goma para llevar material en el exterior y sus respectivos enganches laterales son también reflectantes.

Llegamos al punto estrella del producto, en el que debemos felicitar a Ultimate Direction. Y es que la sensación en carrera es simplemente genial. Al ponernos por primera vez la mochila notamos la dureza de los bidones, pero al salir a correr (con tiradas de hasta tres horas) nos olvidamos de ellos, su dureza no molesta en absoluto. El secreto para que llevar material rígido en contacto casi directo no nos moleste es, sin duda, la gran fijación conseguida por la AK Race Vest 2.0, y es que con un buen ajuste de cintas, que al ser rígidas quedan bien fijadas al punto deseado, la mochila no tiene movimiento posible, ni siquiera notamos ni un pequeño rebote al correr con los bidones llenos. El movimiento del sobrante de las cintas sí que nos molesta, pero es de fácil solución, fijándolas con la misma cinta en tensión. Hemos necesitado un proceso de adaptación para integrar el ruido del líquido dentro de los bidones, pues van tan elevados que es inevitable oír el sonido del movimiento a cada paso.

La malla Hex Mesh, en contacto con nuestro cuerpo en la totalidad de la mochila, es resistente, ligera y muy transpirable. Si corremos con poca carga en la espalda, la transpiración es realmente genial. Pero al llevar material, el paso de aire se queda limitado, como también nuestro sudor, que empapará cualquier cosa que carguemos. Echamos en falta algún compartimento estanco, para poder llevar, por ejemplo, el teléfono móvil sin necesidad de protegerlo para que no acabe empapado. Además, al ser la mochila tan fina, deberemos parar atención en la manera que colocamos el material en su interior, para correr sin que nos sea molesto.

No encontramos en la mochila de Ultimate Direction ni un solo bolsillo impermeable. La AK Race Vest 2.0 es súper ligera y transpirable, y no se le puede reprochar la facilidad con el que pasa el líquido.
Su construcción es a base de material no impermeable pero tampoco absorbente, así que no retiene la lluvia pero tampoco nuestro sudor, que en días de calor empapará con mucha facilidad lo que llevemos a nuestra espalda. Si nos coge la lluvia, todo lo que llevemos en ella quedará mojado. Si la lluvia cesa, el tejido que compone la AK Race Vest 2.0 se secará rápidamente, y seguiremos corriendo con el curioso conjunto de mochila seca y material mojado en su interior.
Krupicka ha diseñado una mochila para correr cómodos con más de un litro de líquido para hidratarnos, sin que el factor meteorológico importe demasiado. Si salimos en días de lluvia con la mochila vacía, su comportamiento será ejemplar, sin movimiento ni sobrepeso debido a que se empape. Ejemplar como en días secos, pues su fijación es perfecta tanto en vacío como con sus 4 litros llenos de material.

Este es otro gran punto a favor de la AK Race Vest 2.0, pues los materiales utilizados por Ultimate Direction son muy resistentes. La malla interior es fina, ¡pero parece indestructible!. No percibimos signos de desgaste ni en esta ni en la malla exterior, que aparentemente es más débil (al ser elástica) pero que se mantiene como nueva. Tampoco en ninguna de sus costuras, ni en la goma porta material ni en ninguna cinta de sujeción. Queda claro que UD ha creado una mochila muy pero que muy duradera, como dicen en su web: “para correr una hora o 100 millas”, y nosotros añadiríamos una coletilla que dijese: “para usar en una salida o en 100”.

Empezaremos las conclusiones recordando que Anton Krupicka ha diseñado la AK Rave Vest 2.0 a su gusto, y todos conocemos su estilo y pasión minimalista. Su capacidad es, sin duda, el gran punto de la AK Race Vest 2.0, y lo que imaginamos que buscaba Krupicka al crear una mochila con 4 litros: llevar todo lo necesario en un espacio súper reducido. Repetimos el concepto de la mochila porque sería fácil pedir algo más de capacidad, algún que otro bolsillo, o cualquier cosa que le podemos echar en falta. Pero lo cierto es que es si tenemos este punto claro, la mochila no hará más que gustarnos. El fit conseguido con un buen ajuste es genial, siempre hemos corrido cómodos. La mochila de Ultimate Direction ha manteniendo siempre la posición de salida, inamovible bajo ninguna situación. Los materiales de construcción son de calidad, y al paso de los días siguen en perfecto estado.

Está destinada a todos los públicos, ya sea para salidas o carreras cortas, o salidas en las que nos olvidamos el reloj. Podría ser buena para carreras de larga distancia, pero el material obligatorio que normalmente se requiere en este tipo de pruebas, puede que sea demasiado para su poca capacidad. Recordemos que es de 4 litros, lo que afecta directamente su tamaño, que es muy reducido pero que al mismo tiempo nos aporta un plus de libertad y transpiración en la espalda genial. Como podéis ver en la foto, le hemos llegado a cargar una bolsa de hidratación de 1l, una linterna frontal, una manta térmica, un teléfono móvil, un par de barritas, y una chaqueta corta vientos cogida con la goma exterior, todo ello imprescindible en nuestras salidas largas. Para pasar los controles de material en las carreras, nos faltaría material de primeros auxilios y algo más de alimentación, pero su capacidad no da para nada más. Hemos corrido cómodos con todo este material a nuestra espalda, sin embargo queda todo tan ajustado que resulta poco práctica en el momento de sacar y poner cosas de su interior. Esto hará que, para carreras donde no nos guste perder tiempo, nos decantemos por alguna otra mochila.

Nosotros, después de acostumbrarnos al ruido del líquido al correr, nos declaramos fans de esta mochila, pues menos en los días de lluvia, será siempre una buena compañera. Con los dos bidones de 600ml cubriremos gran parte de nuestras salidas, y si creemos que los 1200ml van a quedar cortos, tenemos la posibilidad de cargar un litro más.
A nuestro criterio, los cuatro bolsillos frontales deberían mejorar de cara a siguientes versiones, pues son poco funcionales. Si Ultimate Direction variase su diseño y los hiciera aptos y prácticos para cargar barritas, geles o similar, la mochila quedaría casi perfecta.

Y para cerrar la review de este gran producto, y a modo de súper resumen, aquí vienen los puntos a favor y el único (si si, ¡único!) en contra:

PROS:
Ajuste perfecto
Fit en carrera, ¡genial!
Practicidad de los bidones
Durabilidad

CONTRA:
Poca funcionalidad de los bolsillos delanteros