SUMMIT RUN TRAINING 12

PROS:

- Sistema de ajuste regulable en los laterales.

- Material externo repelente al agua.

- Gran capacidad de carga con poco rebote.


CONTRAS:

- El sistema porta bastones no es eficaz.

- Cuesta introducir el Soft Flask en el bolsillo.

- La parte trasera dividida en más bolsillos permitirá repartir mejor la carga.

La The North Face Summit Run Training 12 forma parte de la colección Summit de la casa norteamericana, la que viene a ser su gama de competición. Aquí es donde ponen sus mejores materiales y tecnologías. Que no os espante esta característica, no os imaginéis una mochila ultra minimalista, no mucho menos, por ejemplo, lo vemos con la gran capacidad. Se trata de una mochila para el gran público.

Esta mochila, con una capacidad de 12 litros, ofrece todos los detalles necesarios para satisfacer las demandas de un corredor de montaña. Destaca por su buen ajuste con una relación capacidad/ligereza bastante buena.

La versatilidad de ajuste garantiza comodidad durante la carrera, manteniendo la mochila segura en todo momento, incluso con una carga considerable. Internamente, cuenta con dos cintas que aseguran cualquier objeto que llevemos, evitando molestos rebotes durante la actividad.

Un destacado atributo de la The North Face Summit Run Training 12 es la inclusión de dos Soft Flask de 500 ml, y la posibilidad de agregar una bolsa interna de hidratación de hasta  2 litros (no incluida). Esta capacidad de hidratación total la posiciona como una opción ideal para carreras de ultra distancia, ya que permite llevar todo lo esencial (membrana, frontal, geles, barritas, guantes, bandanas, gorra, gafas de sol, smartphone, entre otros).

Destaca la completa solución de hidratación que ofrece la The North Face Summit Run Training 12. Al adquirirla, se incluyen dos softs de 500 ml, ubicados de manera convencional en las asas delanteras. Además, presenta la posibilidad de añadir una bolsa de hidratación trasera de 2 litros, brindando un conjunto total de 3 litros de hidratación. Esta capacidad es más que suficiente para realizar tiradas largas, muy largas, sin necesidad de interrupciones.

En los compartimentos de los Soft Flasks delanteros, hay espacio adecuado para colocar dos bidones de menor capacidad, como, por ejemplo, de 350 ml, en caso de querer aprovechar algunos disponibles en casa. Dependiendo de la marca y forma de estos, el rebote puede variar. Sin embargo, es recomendable utilizar los Soft proporcionados, ya que cuentan con un hueco en el culo del bidón para atarlos a la goma que viene incluida en el fondo del bolsillo de la propia mochila.

Durante la carrera, beber de los Soft delanteros en la The North Face Summit Run Training 12 resulta cómodo, aunque se requiere la ayuda de las manos para mejorar la experiencia. En cuanto al rebote mientras se corre, se percibe en cierta medida cuando van muy llenos, pero no hemos notado molestias.

En cuanto al sistema de hidratación trasero, que cuenta con la opción de añadir una bolsa de 2 litros (no incluida en la compra inicial), es fácil de colocar y quitar cuando la mochila está vacía. Sin embargo, al estar llena, puede resultar un poco más difícil. Es importante señalar que el líquido tiende a calentarse debido al calor corporal, generando cierto rebote notorio durante la carrera, lo que puede resultar algo incómodo.

La mochila The North Face Summit Run Training 12 destaca por su gran capacidad con un bolsillo inmenso trasero.  La única división que encontramos en el bolsillo trasero, es la del bolsillo destinado a la bolsa de hidratación que irá justo pegado a nuestra espalda. Destacar que el material externo del bolsillo es repelente al agua. Esto ha sido ideal en días húmedos y fríos para proteger mejor el contenido del interior. Evidentemente, esto no nos salvará de mojar el contenido si salimos con lluvia contundente, pero sí con llovizna.

En el interior del bolsillo tendremos que poner la mayoría de material que llevemos en carrera, como cortavientos o membranas, mallas térmicas, segundas capas, etc.

En las asas, aparte de los bolsillos destinados a la hidratación que ya hemos comentado, tenemos un bolsillo en cada una en la parte baja. Este es algo profundo, ocupando un poco de espacio de los laterales. Aquí hemos llevado las golosinas, geles energéticos, pañuelos desechables para emergencias. Pero también objetos algo más voluminosos como unos guantes, el tubular para el frío o un frontal. También contamos en el asa izquierda con un bolsillo vertical con cremallera destinado a llevar el móvil. 

La The North Face Summit Run Training 12 incluye un porta bastones en la zona central inferior de la mochila, y su desempeño varía según el tipo de bastones. Seguramente funcionará mejor con bastones de cuatro tramos, ya que el conjunto será más grueso y se obtendrá una mejor sujeción. En nuestro caso, con bastones de tres traos y tubería fina, hemos tenido problemas, moviéndose del interior con facilidad, teniendo que recolocarlos a menudo.

El diseño de la tela en contacto con la espalda se ha concebido cuidadosamente para minimizar la acumulación de sudor en esta área, gracias a un patrón y un material que favorecen la transpiración y evacuación del sudor durante la actividad física.

La The North Face Summit Run Training 12  ha destacado por ofrecer una buena sujeción y ajuste. Una vez cargada con todos los elementos necesarios para la salida, se ajusta cuidadosamente mediante las cintas laterales y pectorales hasta sentirse firmemente sujeta. Realizamos algunos saltos para asegurarnos de que nada en la parte trasera esté suelto antes de comenzar nuestra ruta. A medida que avanzamos kilómetros por senderos y caminos de mediana dificultad, las cintas se mantienen en su lugar, proporcionando una sujeción constante. Beber de los Soft es fácil y no requiere detenerse. A medida que el bidón se vacía, el bolsillo de sujeción no mantiene bien la boquilla, haciendo que el soft se deslice hacia adentro, pero esto no representa un problema al volver a beber.

El acceso a los bolsillos delanteros donde llevamos la nutrición es fácil mientras corremos, eliminando la necesidad de parar. Todo lo esencial se encuentra al alcance en la parte delantera, evitando paradas innecesarias.

Seguramente el principal inconveniente con esta mochila ha sido llevar los bastones en rutas y quererlos transportar con la mochila. El sistema no está muy bien logrado, dejando demasiado espacio para los bastones, lo que provoca rebotes y posibilidad de que estos caigan.

El diseño de la tela en contacto con la espalda y las asas demuestra una cuidadosa consideración, evitando la acumulación de sudor y favoreciendo la transpiración durante la ruta.

La The North Face Summit Run Training 12 es una mochila bastante ligera y cuando la cogemos y la inspeccionamos por primera vez, puede dar la sensación de ser una mochila un poco frágil. Por lo que son roces con ramas, contra la propia camiseta y los lavados que le hemos hecho, la verdad es que sigue estando en muy buenas condiciones. Podemos observar que alguno de los bolsillos frontales, se ha dado un poco la goma.

La cremallera del bolsillo delantero sigue funcionando después del sudor y las lavadas, perfectamente. Los tensores siguen sujetando correctamente.

Las cintas de ajuste delantero son un poco finas, pero las seguimos viendo en perfecto estado, al igual que las piezas de plástico de estas cintas.

En definitivia, parece que tenemos  The North Face Summit Run Training 12 para rato.