Suunto Ambit3 Vertical VS Suunto Ambit3 Peak Sapphire

El primer vistazo ya en nuestras manos nos deja ver que Suunto no ha decaído en acabados y no ha descuidado ningún detalle en el diseño de este Suunto Ambit3 Vertical. Los materiales utilizados como siempre son de primera calidad, en este caso con unas correas de silicona, un cuerpo plástico de poliamida, un bisel de acero como los botones, no alcanza los 75 g por tan solo 1 g. ¡Guau! Por lo que respecta a la pantalla, pocas novedades ya que sigue teniendo una resolución de 128 x 128 píxeles. La pantalla, en este caso protegida por un cristal mineral ya que es la única opción, por el momento disponible, para este Suunto Ambit3 Vertical. Como siempre, su contraste y luminosidad son suficientes para poder apreciar los datos incluso bajo el sol. Nosotros lo hemos puesto así de primeras bajo una lámpara potente y no ha habido problema alguno de lectura. Mirándolo bien al detalle, nos hemos dado cuenta de que la correa no es exactamente igual que en el Suunto Traverse, en el Suunto Ambit3 Vertical la correa sale del reloj en cierto ángulo lo que hace que sin abrochar ya nos abrace ligeramente la muñeca. Esto está bien ya que ofrece mucha comodidad una vez puesto pero cuando nos lo quitemos deberemos dejarlo de lado sobre la mesa ya que no se aguantará plano sobre ella.

Cómo si de una joya se tratara, la presentación del Suunto Ambit3 Peak Sapphire HR es cuidada y delicada. Abrimos la caja con ganas, y no podemos estar más de acuerdo con los finlandeses en lo que a presentación se refiere, pues la finísima estética de la esfera nos atrae desde el primer segundo y nos pide a gritos que la coloquemos en nuestra muñeca. El cristal zafiro (más resistente que el normal) en combinación con el acero de la esfera le otorgan un aire muy elegante, característica que lo distingue del resto de relojes de la serie Ambit3, de estética más deportiva. Además, estos materiales combinan a la perfección con el plástico negro que alberga el GPS y la correa de silicona. Pese a sus 92gr, desconfiamos de sus dimensiones y pensamos que los 50mm de diámetro y 18mm de grosor serán demasiados para correr cómodos… hasta que lo colocamos en su sitio y lanzamos el brazo unas cuantas veces, siempre con el mismo resultado de comodidad. Empezamos bien. Los cinco botones de los que dispone tienen la justa medida, muy fáciles de encontrar y con una evidencia de funciones tal, que lo ajustamos sin mirar las instrucciones. En la caja del Suunto encontramos el cargador de batería, un manual de instrucciones y la cinta del pulsómetro, que nos sorprende con su finura y adaptabilidad, pues tanto la cinta textil como también los dos sensores de pulso se doblan y deforman con muchísima facilidad. Como no podría ser de otra manera nos la colocamos en su sitio, y después de un rápido ajuste y unos primeros pasos, nos olvidamos de ella. Perfecto.