GALERÍA
DATOS TÉCNICOS
- Peso 173 g
- Precio 90,60 €
- Temporada FW15
- Lúmens (fabricante) 300.0 lúmens
- Número de leds 3.0 leds
- Tipo de leds
- Batería recargable No
- Petaca delante No
- Petaca detrás No
- Petaca cinturón Si
- Número de pilas 4.0
- Niveles zoom 0.0
- Orientación vertical Si
- Tiempo uso máximo fabricante 30.0 horas
- Tiempo uso máximo medido 16.0 horas
- Niveles de potencia 4.0
- Cinta desmontable Si
VÍDEO
CONCLUSIONES
Construcción
El Silva Cross Trail 2 forma parte de la categoría de frontales con petaca para batería independiente de la cinta craneal, de manera que la podemos portear en cualquier bolsillo de la mochila, la riñonera o de la vestimenta. La petaca tiene una pinza que permite fijarla también en cualquier cinturón o portadorsal que tenga una anchura suficiente. De esta manera, se aligera la carga a soportar en la cabeza, en este caso 80 gr, peso más que razonable. Y la petaca, con 130 gr, no penaliza en exceso el peso a desplazar, más si estamos hablando de un frontal de buena potencia lumínica y de buena autonomía.
Dispone de tres bombillas Led, una de las cuales es de alta potencia y que, en su modo máximo, nos ofrece un flujo luminoso de 300 lúmenes. Este Led focaliza la luz, llegando a iluminar hasta 120 m. Los otros dos Leds complementan el principal generando un cono de luz de mayor amplitud y menor potencia. Estas lámparas Led están alojadas en un contenedor cilíndrico de aluminio, que se articula en una pieza de plástico PC/ABS sobre la que puede girar para obtener la orientación deseada del haz luminoso. Es esta la pieza que podemos insertar en el soporte de la cinta. Para su uso en bicicleta y otras actividades, encontramos otros dos soportes pensados para el manillar y para el casco. De esta manera, tenemos un frontal de gran versatilidad.
Con una resistencia al agua IPX6, resiste perfectamente cualquier episodio de lluvia que podamos encontrar. Y el rango de temperaturas de funcionamiento, entre -20ºC y +60ºC, es más que suficiente para la práctica del Trail Running.
La petaca para la batería, de fácil abertura y cierre, está pensada para 4 pilas AA. Igualmente, la conexión del cable de la petaca y el del foco se hace mediante una clavija de fácil accionamiento. De esta manera, la manipulación del frontal en carrera, por ejemplo, para cambiar pilas, es muy cómoda y rápida.
La cinta de la cabeza, con un ancho de 3 cm, puede ajustarse al nuestro perímetro. Esta anchura, junto con una banda de silicona situada en la parte central del interior de la cinta, es suficiente para fijar el frontal sin problemas de movimientos durante la carrera, no siendo necesaria la cinta superior que otras lámparas sí necesitan para estabilizarse. El tejido de la cinta tiene capacidad para absorber el sudor, siendo posible desmontar el frontal (y la pieza de soporte) para su lavado. Además de la pieza de soporte del foco, encontramos otras dos piezas de plástico PC/ABS para sujetar el cable y conducirlo hacia el punto donde situemos la batería. Una pequeña cinta con velcro permite recoger plegado el cable de conexión, ajustándolo a la longitud necesaria.
Introducción y descripción
Buscando un frontal para afrontar la Diagonale des fous en la isla de La Reunión, en la que nos iba a tocar (sí o sí), pasar más de dos noches en carrera, nos llega a TRAILRUNNINGReview el Silva Cross Trail 2.
La empresa sueca Silva, especializada desde 1933 en el equipamiento para orientación e iluminación en intemperie, tanto a nivel deportivo como profesional, nos propone el frontal Cross Trail 2 para “deportes como correr, BTT, XC-esquí y carreras de aventura con altas demandas luminosas de distribución, comodidad y flexibilidad”. Tiene una potencia luminosa máxima de 300 lúmenes, y una autonomía teórica de entre 5,5 y 30 horas. En cuanto a la distribución del haz lumínico, Silva anuncia un alcance de 120 m y la utilización de la tecnología Intelligent Light ®.
Con estas prestaciones de potencia luminosa, funcionalidad y autonomía, el frontal Silva Cross Trail 2 debería cubrir satisfactoriamente nuestras necesidades de iluminación en una ultra. Para verificarlo, tendremos una oportunidad única en la Diagonale des fous para ponerlo a prueba en una de las ultras más exigentes del circuito de la UTWT.
REVIEW
Fit y funcionamiento
Fit y funcionamiento
Una vez puesto, el frontal Silva Cross Trail 2 se adapta muy fácilmente a nuestra cabeza, gracias a la generosidad de la cinta y al sistema de ajuste corredero. Sistema que permanece muy estable, sin necesidad de posteriores correcciones. Aunque al principio se nota el contacto de parte de las piezas de plástico del soporte del foco y de las de sujeción del cable de conexión con la petaca, no generan después ningún tipo de molestias. Y, al final, te olvidas de ello. Si lo utilizas sobre una gorra, una braga o una cinta, ni lo notarás.
Dada la ligereza del frontal (recordemos que la batería la llevamos de manera independiente), y lo acertado en la ergonomía del diseño de las zonas en contacto con la cabeza, resulta muy confortable una vez colocado y ajustado. El accionamiento de las diferentes opciones de iluminación también resulta muy sencillo, gracias a un único botón de generosas dimensiones situado en el lateral del frontal. Con una leve presión, se activa el modo de iluminación máximo; y, secuencialmente, también con una leve presión, vamos pasando a los otros modos: medio, mínimo y de posición. Este último modo tiene activados únicamente con los dos Leds secundarios. Con un cuarto accionamiento, volvemos al modo máximo. Para apagarlo, es necesario mantener de forma sostenida la presión sobre el botón durante unos cuatro o cinco segundos. También dispone de la función de flash o intermitente, que se activa desde el frontal apagado presionando el botón de la misma manera sostenida que nos servía para apagarlo. Como indicador del estado de la batería, en el proceso de apagado se enciende un pequeño Led que, con los colores verde, naranja y rojo no señala el nivel de las pilas: >70%, 70%-30% y <30% respectivamente.
La dimensión, el diseño y la posición del botón de accionamiento del frontal permiten su manipulación con guantes, sin ningún tipo de problemas.
La sencillez aplicada en el funcionamiento del Silva Cross Trail 2 alcanza también el sistema de orientación del haz luminoso, que hacemos simplemente girando el cilindro del foco sobre el soporte fijado en la cinta. Y siempre mantiene la posición en la que lo situamos, sin que rote de manera accidental o involuntaria.
En carrera
En carrera
Como señalábamos en la introducción, el gran argumento de esta review era el uso del frontal Silva Corss Trail 2 durante la Diagonale des fous, donde la perspectiva era de pasar más de dos noches en carrera. Desoyendo todas las sensatas recomendaciones sobre no estrenar nada el día de la carrera, ésta era la primera vez de utilización de nuestro flamante frontal. En el recinto de salida, nos colocamos y ajustamos el frontal, y situamos la batería en la mochila.
La salida, en la población de Saint Pierre, parece más la Cursa de El Corte Inglés con mochila que la de una ultra. Aunque eran las 10 de la noche, era innecesario encender el frontal ya que, durante más de 20 minutos, se cruza el frente marítimo, con un extraordinario ambiente de gente animando. A ritmos propios de carreras de asfalto, con la cinta bien ajustada, el frontal permanece en su sitio, sin movimientos ni oscilaciones. ¡Buena señal!
Pasada una media hora, saliendo de las zonas urbanizadas y entrando en las pistas de tierra entre plantaciones de cañas, encendemos el frontal. Es un ascenso suave y, con la luz del resto de los corredores, el modo de iluminación mínimo es suficiente para correr con seguridad hasta llegar al primer avituallamiento sólido, Domain Vilot, hacia el kilómetro 14. Al entrar en la carpa, pasar al modo de posición fue fácil. Sin embargo, apagarlo para no deslumbrar a los voluntarios costó un poco más, ya que hacen falta algo más de 2 segundos de presión sostenida que indican las instrucciones. El tramo siguiente, con senderos ya más técnicos y estrechos, con pasos complicados, se producen los primeros atascos, que obligan a parar en repetidas ocasiones. Como las necesidades de iluminación son ínfimas, pasamos del modo mínimo al de posición. Superado estos tramos, solo puntualmente hicimos uso del modo medio hasta el amanecer, poco antes de llegar al avituallamiento de Piton Sec, hacia el kilómetro 36. La ausencia de descensos significativos hizo innecesario utilizar el modo máximo.
Ya en esta primera experiencia nocturna, nos sorprendió muy agradablemente la distribución de la luz, que combina una buena potencia en la parte central del haz con una suave degradación hacia la parte exterior del mismo, sin provocar el molesto “efecto túnel”. La tecnología Silva Intellingent Light ® nos estaba funcionando.
Guardamos el frontal y la batería en la mochila que, sin ser excesivamente voluminosos, sí que hacen bulto, hasta el anochecer, aproximadamente a las 18:30. Empezaba la segunda noche y nos pilla afrontando el duro ascenso al Coll de Taibit, paso entre los circos de Cilaos y de Mafate. Completamos la subida con el frontal en modo mínimo para, a continuación, iniciar el descenso hasta el avituallamiento de Marla, en el kilómetro 80. Son estos unos tramos de senderos técnicos, con infinidad de piedras, raíces, peldaños desiguales y constantes cambios de sentido, y toca aumentar la luz. Probamos con el modo máximo, es decir, con los 300 lúmenes de potencia, resultando “a todas luces” excesivo para nuestro ritmo de bajada entre trote lento y caminar rápido. Para alargar la duración de la pilas, pasamos al modo medio, con el que vamos con total seguridad, incluso en las zonas de mayor pendiente y/o complejidad. Poco después de Marla, hacia las 20:30, un ligero parpadeo e intermitencia de la luz nos indica que toca cambio de pilas. Con la ayuda del frontal de reserva (por si acaso, siempre plan B), procedemos a sustituir las cuatro pilas AA, de una manera rápida y sin complicaciones.
Cuando reemprendemos la marcha, entramos en una zona con una ligera niebla que, poco a poco, se intensifica. Finalmente, se transforma en una fina lluvia. En estas condiciones, toca bajar la intensidad al modo mínimo y acentuar la orientación del foco hacia nuestros pies, para evitar el deslumbramiento por el reflejo de la luz. El recorrido, tanto en subidas como en bajadas, es complicado y, a nuestro ritmo de diésel, el modo mínimo es suficiente. En un cambio repentino de dirección, desaparece por completo la lluvia (nota al margen: en la isla de La Reunión tienen identificados hasta 38 microclimas). A partir de ese momento, volvemos a la rutina anterior alternando, ya con gran soltura y según las circunstancias, los modos mínimo y medio del frontal. Puntualmente, hemos tirado mano del modo máximo para buscar balizas. Poco antes de llegar al punto más bajo del recorrido en el circo de Mafate, entre los avituallamientos de Grand Place y de Roche Plate, empieza a clarear, pudiendo prescindir de los servicios del frontal. En el trayecto desde ese punto, ya de día, completamos la travesía de Mafate con la inacabable subida al Maido, descendemos hasta Sans Souci y recorremos la mezcla de gincana y carrera de obstáculos que supone llegar, con las últimas luces del día, al punto de control de La Possession. Salimos de dicho avituallamiento, ya con el frontal encendido, para recorrer el siguiente tramo hasta La Grande Chaloupe, a través del Chemin des Anglais, un incómodo camino pavimentado con grandes e irregulares piedras negras de origen volcánico. El ascenso lo hacemos caminando a muy buen ritmo, enfilando la hilera central de piedras, la única que tiene un mínimo orden y que permite mantener un paso regular. El modo medio del frontal nos permite combinar la atención a la pisada inmediata con el seguimiento del trazado, con bruscas curvas cual carretera de montaña. El descenso hasta el siguiente avituallamiento lo iluminamos igualmente con el modo medio, permitiéndonos el lujo de aumentar el ritmo saltando de piedra en piedra. Los últimos kilómetros, hasta llegar a la meta en el estadio de La Redoute, consisten en un importante ascenso de 900 metros de desnivel hasta el control de La Montagne para finalizar con un engorroso, técnico y complicado descenso, aderezado por el cansancio acumulado por más de 50 horas de marcha (sin dormir). Y siguiendo la norma establecida durante toda la carrera, el uso en modo mínimo del Silva Cross Trail 2 nos resuelve gran parte de la subida, y hemos utilizado el modo medio para bajadas y algunos tramos más correderos. Únicamente hemos tirado mano de los 300 lúmenes del modo máximo para localizar balizas en momentos de desorientación. ¡Ah! ¡Y todavía, después de casi 15 horas de uso, no hemos notado ninguna señal de falta de batería!
El frontal Silva Cross Trail 2 ha sido un fantástico y fiable socio para nuestra personal aventura de la Diagonale del fous.
Comentar, por último, que, aunque nos gusta ponernos el frontal sobre un buff o un headband, con motivo de esta review hicimos el último tramo nocturno con la cinta directamente sobre el cuero cabelludo. El comportamiento fue impecable, tanto en el primer caso como en el segundo, en el que la cinta absorbió sin problemas el sudor y la banda de silicona mantuvo en su sitio el frontal, incluso cuando nos permitimos la extravagancia de esprintar en los metros finales.
Accesorios
Accesorios
Silva presenta el frontal Cross Trail 2 para diferentes actividades en la intemperie. Para ampliar su uso más allá del porteo directo sobre la cabeza, se suministran dos accesorios que permiten, uno de ellos, colocar el foco sobre el manillar de la bicicleta, y el otro sobre el casco. Nuestras posibilidades de uso se ampliaran, así, de las que podamos hacer a pie (Trail Running, orientación…) a las que requieran la protección de un casco y/o que hagamos sobre la bicicleta (BTT, esquí…). Como hemos reseñado en al apartado de construcción, resulta muy fácil la inserción y la extracción del foco sobre cualquiera de los tres soportes posibles: el de la cinta craneal, el del manillar o el del casco.
Para el uso del frontal a pie, cuando no llevemos mochila u otros gadgets, Silva nos ofrece un cinturón ajustable donde poder insertar la pinza de la petaca de las pilas.
Silva no suministra en el pack de este frontal y sus accesorios ninguna bolsa que permita guardarlo y protegerlo.
Autonomía
Autonomía
Tres son los factores que, a nuestro entender, condicionan la autonomía de un frontal, a saber: en primer lugar, el propio frontal, es decir, la potencia de la lámpara, los modos de funcionamiento y la eficiencia de la luminaria; en segundo lugar, la capacidad y calidad de la batería; y, finalmente, la gestión que hagamos nosotros en función de los requerimientos lumínicos.
La autonomía nominal del frontal Silva Cross Trail 2 es importante: 5,5 horas en modo máximo y 30 en modo mínimo. En nuestra experiencia, descrita en un apartado anterior, utilizamos las mejores pilas AA que fuimos capaces de encontrar, con una carga eléctrica por pila de 3.300 mAh y una potencia de 4.600 mWh. Con estas condiciones, completamos las primeras 10 horas hasta el primer cambio de pilas, mientras que, con el nuevo juego, llegamos a la meta tras 15 horas de uso del frontal. Plenamente satisfechos con estas duraciones, el Silva Cross Trail 2 permite abordar con total seguridad largos recorridos nocturnos.
Conclusiones
Conclusiones
Desde nuestro punto de vista, el frontal Silva Cross Trail 2 satisface con creces las expectativas puestas en él, tanto en autonomía, potencia y calidad del haz luminoso como en ergonomía y comodidad de uso. Valoramos especialmente la distribución de la luz, resultado de la tecnología Silva Intelligent Light ®, que combina la visión cercana y la lejana sin distorsiones ni molestos efectos túnel sea cual sea el modo de funcionamiento que estemos utilizando.
Para tiradas cortas, seguramente otros frontales más ligeros y con la batería integrada pueden resultar más cómodos. Pero si tienes que afrontar un recorrido largo y comprometido, no lo dudes, el Silva Cross Trail 2 te iluminará con total fiabilidad.
Pros:
+ Calidad del haz luminoso, con la tecnología Silva Intelligent Light ®.
+ Autonomía, con el uso de pilas de calidad
+ Facilidad del uso de los diferentes modos de iluminación
+ Facilidad del cambio de pilas
Contras:
- Duración de la presión de apagado del frontal, mayor de la anunciada por el fabricante.
Autor: Andrés Lezcano