SUPERTRAC 3

PROS:

1. Upper: Consistente y de gran resistencia.

2. Versatilidad de la suela: Buen agarre en variedad de terrenos. 

3. Buena horma, para todo tipo de corredores.


CONTRAS:

1. Transpirabilidad limitada. Es el precio a pagar por un upper tan protegido.

2. Poca reactividad en carrera.

3. La sujeción en zona del talón es insuficiente en momentos que requieren de precisión. 

Tercera versión de las Scott Supertrac, cuyos cambios más notables los hemos percibido en el upper. Ahora más protegido, con un tejido antidesgarros (ripstop) y termosellados por todos lados, ha mostrado una total resistencia ante las embestidas recibidas. Por tanto, acentúa el carácter montañero de estas zapatillas, que vienen a ser el tanque de Scott, aunque sea a costa de tener una transpirabilidad limitada, que ha resultado insuficiente en los momentos de mayor calor.

Considerando la generosa horma de las zapatillas, junto al cuidado en los acabados y costuras interiores, pensamos que los corredores de mayor peso y con pies anchos serán buenos destinatarios de las Scott Supertrac 3. Con 320 gramos de peso, un perfil alto y un drop de 8 mm, se ha primado la comodidad y la protección, sin buscar un calzado ligero y reactivo para la carrera rápida.

Salidas largas, transitando por todo tipo de terrenos, aunque mejor evitando el más extremo, han sido las idóneas en nuestras pruebas. Hemos disfrutado al correr a ritmos que se puedan mantener durante horas, sin tener que preocuparnos del terreno que pisáramos, fueran pistas compactadas o superficies más blandas e irregulares, pues el agarre logrado con la suela junto a la excelente protección del upper ha resultado más que satisfactorio.

En definitiva, las Scott Supertrac 3 han cumplido bien con su cometido, teniendo en cuenta su nicho o el lugar que ocupan en el catálogo del fabricante: Montañeras y versátiles, para realizar muchos kilómetros, con independencia de las mejores o peores capacidades técnicas del corredor.

Estamos ante unas zapatillas a las que pueden sacar provecho un gran número de corredores. Con una horma ancha, buen espacio en la zona de los dedos y acabados interiores sin costuras o puntos de roce, por muy peculiares o delicados que sean nuestros pies siempre van a encontrarse cómodos en el interior de estas Scott Supertrac 3.

Con un buen atado de cordones, que son largos para poder hacer incluso una doble lazada, la fijación en el empeine es notable, sin que la lengüeta se haya movido en ningún momento, gracias a un sistema con dos puntos de fijación. Eso sí, aunque tiene algo de acolchado no es nada gruesa, y si nos pasamos apretando acabaremos notando la presión en el empeine. 

Salta a la vista que no se trata de un calzado ligero (320 gramos). Ni lo pretende, pues las generosas protecciones y definida estructura de la zapatilla son precisamente sus señas de identidad. En esta misma línea, y como principal novedad de esta tercera versión, el tejido del upper es más contundente, elaborado mediante las celdas antidesgarro (ripstop) para ganar en resistencia.

Al tacto se nota la consistencia de toda la estructura, pero sin que lleguemos a calificarla de rígida, pues nos parece una palabra que invita a pensar en incomodidad. Y se podrán decir muchas cosas de las Scott Supertrac 3, pero no que sean incómodas. Esta estructura nos ha otorgado un considerable aplomo al correr, que resultará interesante a los corredores de mayor peso y con problemas o molestias en las articulaciones.

Aunque hablaremos más de su amortiguación en otro apartado, resulta también generosa. En consonancia con la evidente sensación de protección que hemos tenido siempre al correr con las Scott Supertrac 3, tanto por encima como por debajo de nuestros pies. Sigue en esa línea de un calzado contundente, pero sin pasarse… ya hemos dicho que no nos gustaba aquí utilizar “rígido”. Es más, con la suma de kilómetros las zapatillas han ido ganando en amabilidad, siendo cada vez más flexibles al tacto del corredor.

Un calzado orientado a entrenos o salidas largas y tranquilas, con un diseño interior amplio y cómodo, a la vez que se trata de unas zapatillas con cuerpo y estructura. Así las hemos sentido en nuestras pruebas y por eso consideramos que los corredores de mayor peso o de pies anchos, con habituales problemas para encontrar zapatillas cómodas y fiables tienen aquí una buena alternativa, para ir sumando kilómetros sin estar pendientes del cronómetro.

Pero no se excluye a otros corredores, que simplemente quieran unas zapatillas rodadoras y protegidas, dejando para momentos más puntuales o competiciones otras opciones más definidas o radicales (como son las Scott Supertrac RC o también las Scott Supertrac Ultra RC). Las Scott Supertrac 3 son un calzado montañero y de largas jornadas, pero no ligero y preciso, aunque ya hemos dicho que tampoco lo buscan. 

Como nos ha sucedido a la hora de definir las Scott Supertrac 3 en otros apartados, en este también resulta obvio su cometido, sin defraudar y mostrando unas buenas calidades y cualidades para ello. Aquí decididamente las enmarcamos en la media-larga distancia, aunque siempre es un concepto algo subjetivo o muy correlacionado con las características de cada corredor.

Tenemos 8 mm drop (diferencia entre 29 mm detrás y 21 mm delante), que puede hoy en día considerarse alto, a la vez que un rocker bastante marcado. Se trata este último de una de las tecnologías propias de Scott, el denominado eRide Rocker Shape, que resulta muy característico de sus zapatillas, y que define su diseño de balancín, pensado para aumentar la dinámica de carrera, suavizando la transición de cada pisada y poder así aumentar la cadencia y la velocidad.

Aquí hay un cierto equilibro entre dos factores diferentes: la pisada estable y entrada de talón que invita el elevado drop y, por otro lado, la salida o despegue que facilita el balancín o redondeo de la suela que hemos descrito. Interesante combinación, aunque como resultado de nuestras pruebas consideramos que la balanza se decanta por lo primero, pues la reactividad en carrera no es precisamente uno de los puntos fuertes de estas zapatillas. No nos anima a ganar velocidad a cada paso, sino a mantener una pisada firme y segura.

Para elaborar la media suela, Scott ha utilizado su espuma AeroFoam+. No la percibimos como una amortiguación blanda, o al menos no de forma excesiva. Siempre hemos notado una pisada cómoda, pero tampoco sin pasarse. Lo cual lo consideramos una buena característica pues, en otro caso, la carencia de reactividad resultaría excesiva y podría penalizar la marcha del corredor.

Un último componente a mencionar es la plantilla de las zapatillas. Se trata de la Ortholite EcoX40. Está más que contrastada la buena calidad de las plantillas de este fabricante, que también va añadiendo materiales reciclados en su construcción. En nuestro caso, tenemos un grosor de un par de milímetros con un tacto bien blandito. Así que tenemos otro punto más de amortiguación y protección bajo nuestros pies.

Con todo lo descrito hasta aquí, al correr con las Scott Supertrac 3 nos han resultado ideales en salidas largas y sin grandes épicas, en las que el objetivo era acabar dignamente tras varias horas de marcha, pero sin pretender la chispa de las carreras más rápidas. Podemos decir que las zapatillas tienen un carácter manso y carente de nervio. Aunque si estamos en buena forma, todo eso se traduce en lograr alargar considerablemente los kilómetros recorridos, por lo que nos reafirmamos en lo de media distancia en adelante.

Como suele ser habitual en el calzado con mayores protecciones y tejidos contundentes, en épocas o lugares calurosos la falta de transpirabilidad y acumulación de temperatura en el interior supone el principal límite al fijar las distancias de nuestros entrenos. Tal cual nos ha sucedido, pues hemos realizado las pruebas en periodo estival. Aún más cuando hemos ido a correr por zonas de bosque mediterráneo, pues la alta temperatura y humedad no son nada recomendables para utilizar estas Scott Supertrac 3. Al menos no es aconsejable alargar mucho nuestras salidas en esas situaciones, pues el sudor se va acumulando y se incrementa el riesgo de ampollas, pese al espaciado habitáculo interior.

La suela de las Scott Supertrac 3, de una sola pieza, mantiene el dibujo de la versión anterior, con unos tacos prominentes de unos 6 mm, en forma triangular o punta de flecha. También se aprecia una configuración que diferencia la parte delantera de la trasera, pensada para no perder agarre en bajadas en las que se apoye de talón. Al tacto, la goma es blanda por lo que facilitará la adaptación del taqueado a las irregularidades del terreno, logrando así no perder agarre en superficies inestables o descompuestas.

Una suela como la descrita parece destinada más a terrenos blandos, como hierba, tierra suelta y barro, donde el taco con buen relieve es más efectivo. Ahora bien, el fabricante nos dice que estas zapatillas están pensadas para todo tipo de terreno, y denomina a la suela “All terrain traction”. Vamos que las califica como unas auténticas todoterreno.

Tras unos primeros días de pruebas sobre pistas, senderos fáciles y otros suelos muy rodaderos, en los que la tracción ha sido siempre perfecta, empezamos a pasar por zonas algo más técnicas y también con cierto desnivel. Se ha mantenido el buen agarre en todas las situaciones, por lo que damos la razón a Scott en eso de ser una suela para todo tipo de terrenos. El grip descrito ha ayudado a mantener una pisada firme y constante, con sensación de seguridad para el corredor.

Hay que reconocer el mérito de lograr una suela versátil, que nos sirva para terrenos secos y duros, que se fije tanto sobre tierra compacta como piedra de alta montaña, y que nos permita también correr con las mismas sensaciones sobre hierba o piedra suelta sin pérdida de tracción o derrapes. En salidas a ritmos tranquilos, siempre hemos obtenido una buena respuesta, sin que nos haya defraudado la suela de las Scott Supertrac 3.

Cuando el terreno estaba mojado o había algo de humedad, si no forzábamos el ritmo de carrera la buena tracción se ha mantenido. Solamente al transitar sobre piedra fina (tipo pizarra) y algo mojada o suelos muy embarrados, se ha notado algún que otro patinazo, aunque nada reseñable pues es lo habitual en la mayor parte de las zapatillas que no son específicas para esas superficies. Eso sí, la evacuación del barro ha sido rápida, recuperando en pocos metros la capacidad de mordida de los tacos.

El paso por zonas más técnicas y montañeras, fuera de caminos evidentes, donde cuesta mantener una pisada uniforme por las irregularidades del terreno, hemos notado una pérdida de estabilidad. En estos casos, donde se necesita una máxima precisión en la pisada, se ponía de relieve que la zona del talón no acababa de sujetar bien el pie, especialmente apreciable si es estrecho. Un footbed más cerrado o subido por los laterales quizás ayudaría a mejorar la sujeción. De todos modos, es una situación puntual, y que se aprecia más si corremos con cierta velocidad, por lo que ajustando el ritmo lográbamos volver a correr con confianza y sin sobresaltos.

En todo caso, teniendo presente que las Scott Supertrac 3 están pensadas para correr largas distancias a ritmos tranquilos y por todo tipo de terrenos, merecen una buena valoración global, cumpliendo con su cometido. Solamente cuando hemos apurado o exprimido sus límites se han producido las pérdidas de tracción o estabilidad descritas.

Al margen de las menciones al grip, hay que añadir un par de aspectos más en este apartado. Por una parte, la percepción del terreno ha sido muy pobre, lógico resultado de un perfil más bien elevado y pensado para rodar largo, y eso que no tenemos ninguna placa protectora. Por otra parte, el renovado upper de esta versión sí que ha supuesto una protección total ante cualquier tipo de superficie accidentada, pues siempre hemos salido indemnes tras un roce con piedras, raíces o vegetación, sin que tampoco se aprecie daño alguno sobre el consistente tejido ripstop ni en los generosos termosellados que rodean toda la zapatilla. En este aspecto, las Scott Supertrac 3 han sido unas excelentes montañeras.

Hemos estado casi dos meses realizando las pruebas con las Scott Supertrac 3, coincidiendo con el periodo de verano. Si bien hemos corrido por la mayor variedad de terrenos (desde pistas para coches o caminos transitados a sendas más olvidadas, canchales y crestas), buena parte de las salidas han sido por las montañas del Pirineo, sumando unos 20.000 metros de desnivel positivo.

Una primera conclusión es que con el tiempo no solo se han mantenido las sensaciones percibidas por el corredor, sino que, incluso, en algunos aspectos han ido mejorando con la suma de kilómetros. Aun siendo desde un primer momento unas zapatillas cómodas, nos hemos sentido más adaptados a las mismas con el paso de las semanas.

Al margen de dicha apreciación subjetiva, el característico rocker (eRide Rocker Shape) conserva su pronunciada curvatura y la amortiguación producida por la espuma AeroFoam+ mantiene el tacto descrito más arriba. Queda aquí contrastada la calidad de las tecnologías propias de Scott.

En cuanto a la durabilidad del chasis y toda la parte exterior de las zapatillas, incluyendo tanto upper como la suela, debemos confesar que nos ha sorprendido gratamente. Teniendo en cuenta, además, la cantidad de salidas realizadas sobre terrenos de montaña con superficies abrasivas y bloques de piedras, el desgaste que se aprecia en la suela puede considerarse menor al esperado, sin que se haya roto o saltado ninguno de los tacos, pese a no tener un tacto rígido.

Para acabar queremos subrayar la resistencia del nuevo upper de las Scott Supertrac 3. Tanto el tejido como las protecciones siguen en perfecto estado, sin apreciarse siquiera algún punto de mayor stress o desgaste. Aplaudimos el cambio realizado en este modelo, convirtiéndose así en un calzado para montaña de calidad y larga vida.