KINABALU RC 2.0

Pros:

1. Gozan de una estabilidad enorme.

2. Excelente tracción en terrenos secos.

3. Reactividad de la media suela; despliegan todo su potencial a ritmos altos.

4. El tamaño de la horma evita agobio/presión en los dedos.

5. Equilibrio entre peso y dinamismo.

6. Buena transpirabilidad.


Contras:

1. Las lengüetas suelen desplazarse.

2. Acabados interiores algo flojos; algunos pueden provocar rozaduras.


Posible mejoras:

1. Un tejido del upper algo más amable.

Hemos estado de pruebas con la segunda versión de las Scott Kinabalu RC, ahora con el añadido “2.0”. Encontramos cambios importantes en upper, en la suela y mediasuela, pero se nutren claramente del espíritu de la primera versión, esto es, calzado reservado para la competición o aquellos días en que entrenemos como si no hubiera un mañana. Zapatillas que nos llaman la atención por tres conceptos altamente definidos: a) reactividad de la media suela a ritmos altos; b) tracción de la suela por senderos secos, y c) estabilidad del conjunto muy elevada.

Zapatillas súper rápidas que invitan continuamente a llevar un ritmo más que alegre. El corredor ideal será aquel que se sienta cómodo con perfiles tirando a bajo, sin demasiada amortiguación, con drops bajos (3 mm) y que le guste correr rápido por rutas, senderos o caminos no muy técnicos, además de tener una pisada mínimamente correcta.

La distancia, para un corredor que cumpla dichas características y hasta 75kg, la podemos situar tranquilamente hasta el maratón.

No obstante es un calzado para superficies secas, debiendo optar por otras alternativas cuando la mayor parte del terreno esté muy húmedo o en días lluviosos, como por ejemplo las Scott Supertrac RC.

En todo caso, correr con las Scott Kinabalu RC 2.0 (255g) es sinónimo de velocidad y diversión.

Las Scott Kinabalu RC 2.0 necesitan de un corredor al que le guste básicamente los dos siguientes puntos:

1.- Una zapatilla semi-rígida: no es un calzado blando que permite flexionarse por cualquier sitio. Se nota claramente que solo lo hacen por el punto de flexión en la zona de metas.

2.- Correr a ritmos rápidos: a pesar del punto anterior, es un calzado que invita continuamente a entrar de puntas y lo cierto es que a esos ritmos es cuando podemos ver claramente el potencial de las Scott. A ello contribuyen unos perfiles tirando a bajos, un drop bajo (3 mm) y un rocker bastante acentuado, ayudando a que la transición en la pisada sea lo más rápida y agresiva posible.


Debemos hacer especial mención a la estabilidad del conjunto que, en nuestra opinión, es lo que más le caracteriza. Hemos realizado bajadas complicadas a toda pastilla y la confianza que nos ha dado ha sido siempre máxima (y eso no lo podemos decir de todas). Ésta se consigue gracias a la media suela que, como se puede ver, tiene un saliente que se circunscribe al perímetro, haciendo las veces de soporte. Éste, además, permite absorber las pisadas laterales adecuándose al terreno, de manera que si nos “pasamos de frenada” en los canteos, no nos escupe el tobillo hacia fuera (lo que provoca muchas torcedura), sino que nos permite reconducir la pisada para continuar la marcha. Otro factor que ayuda a la estabilidad es toda la anchura de la suela, especialmente en la zona entre talón y metas, que permite pisar con fiabilidad al abarcar más terreno. En realidad, podríamos decir que tienen muchas características de unas voladoras sin llegar a serlo. En cualquier caso, son muy rápidas.

El corredor ideal no necesita de una musculatura en piernas descomunal ya que la amortiguación nos ha resultado muy cómoda y suficiente, incluso, para los 83 kg de quien suscribe esta review. No obstante, es fácil afirmar que el peso ideal para el poseedor de estas Scott no debería superar los 70-75 kg.

Por otra parte, hará las delicias de aquellos que les guste llevar un calzado muy rápido pero sin sentir los pies enlatados o demasiado presionados. Las Scott ofrecen una sujeción buena –en donde el empeine queda totalmente abrazado después de tensar los cordones- pero cierta liberta de movimiento en los dedos gracias a un espacio de la horma muy confortable.

Pusimos a prueba las Scott Kinabalu RC 2.0 en una carrera de 22 km y 900D+ por terrenos secos, senderos poco técnicos y con muchos tramos de piedra suelta; los resultados no pudieron ir mejor. No echamos en falta nada de lo que el calzado ya nos ofrece, ni tan siquiera más amortiguación, y eso que quien suscribe ronda los 83 kg; de hecho, podríamos haber continuado en carrera durante algunos kilómetros más sin ningún tipo de preocupación; ergo cualquier otro corredor de menor peso podrá imprimirle mayor distancia tranquilamente.

La media suela, compuesta por la tecnología Kinetic Foam -con un 14% más de reacción que la EVA convencional, según la marca-, amortigua cómodamente y proporciona un retorno ágil y rápido, muy notable cuando vamos a ritmos alegres. La amortiguación en la zona delantera está muy bien compensada con la trasera, y hemos corrido con confort tanto entrando de metas como de talón (lo que se agradece cuando hemos corrido por bajadas duras y prolongadas).

Aunque la amortiguación general pueda parecer dura, lo cierto es que una vez corriendo por senderos o pistas –incluso terrenos algo duros-, esta sensación desaparece rápidamente para dar paso a una pisada cómoda y contundente.

Otro apunte importante para lograr distancias más allá de la media, ha sido una horma generosa que ha permitido cierta libertad de los dedos, al menos para que éstos no se sientan apretados o comprimidos aunque vayan cayendo los kilómetros. Tiene ese espacio justo: ni muy estrecho para ahogar los dedos, ni demasiado ancho para que éstos bailen a su aire (pudiendo comprometer la sujeción).

El compuesto de la suela de las Scott Kinabalu RC 2.0 es propia de la marca. Consiste en la combinación de tacos de chevron dispuestos para transferir la energía a la pisada; los tacos cilíndricos, por el contrario, aportan tracción multidireccional para soportar las curvas a ritmos rápidos.

Los tacos, más bien blandos, se adhieren muy bien en superficies duras como rocas, piedras o troncos lisos (de los que muchas veces encontramos cortando el camino).

Pero su lugar favorito –de hecho, su hábitat natural-, son senderos de superficie dura y que se puedan correr a ritmos muy rápidos, tales como superficies de tierra compacta, tierra suelta e incluso pistas descompuestas. Aquí la tracción es simplemente fantástica, y ello tanto en subidas como, especialmente, en bajadas a toda velocidad.

Si el sendero tenía algo de humedad (aquella capa fina de barro muy compacta), pudimos comprobar que las Kinabalu RC 2.0 se comportaban decentemente (al menos, para superar aquel tránsito momentáneo sin mayor complicación); ahora bien, si el barro es abundante la suela colapsa ipso facto perdiendo totalmente su tracción, ocurriendo lo mismo en roca lisa mojada. Y es que no es suela preparada para terrenos húmedos, cosa que ya nos anuncia implícitamente el fabricante.

La sujeción y estructura general de las zapatillas están preparadas para, ante todo, correr rápido en los caminos descritos, especialmente si en estos encontramos subidas, grandes bajadas y curvas, muchas curvas; aquí nos lo hemos pasado como niños imprimiendo ritmos altos en circuitos rompe-piernas ya que la pisada tiene una precisión descomunal. Si a ello le sumamos su buenísima tracción, el resultado obtenido es como conducir un coche de scalextric: no te sales del raíl (a veces).

A pesar de ser unas zapatillas para ritmos altos, la anchura de la suela entre el talón y metas es grande, apuntillando esta estabilidad de la que ya hablamos.

Para el tipo de terrenos para el que están hechas, las protecciones que tiene son más que suficientes: unos perfiles medios-bajos pero que protege al pie gracias al saliente perimetral de toda la media suela. Además, encontramos al empeine  parcialmente cubierto por un termosellado contundente.

Dónde sí hubiésemos requerido algo más de protección –y esto es bastante subjetivo-, es la zona de metas, ya que algunas piedras puntiagudas se dejaban notar en exceso (sobre todo cuando la planta del pie ya no estaba tan fresca como al principio de la salida).

La transpirabilidad es notable, gracias al mesh de la mayor parte del upper, en donde el aire circula muy bien, y también a los agujeros de ventilación que encontramos en la lengüeta. Por el contrario, el agua calará rápidamente en el interior, siendo los acolchados interiores del talón la zona que más tiempo necesite en secarse.

RC -Race Concept- ya nos indica que son zapatillas principalmente para competir, es decir, para momentos en los que vamos a ir al 150% de nuestras posibilidades sin ningún tipo de miramientos sobre dónde ni cómo pisamos. En zapatillas técnicas y destinadas a competición el desgaste suele aparecer con premura que en otro tipo de calzado mixto o para entrenamientos (en donde se supone que éstos deberán aguantar mucho más kilometraje conservando las cualidades iniciales). En nuestro caso, vemos el desgaste de los tacos (donde los que reciben el impacto primero de la pisada están desapareciendo), debido a un compuesto blando y adherente que sucumbe algo rápido a la abrasión.

En el upper podemos intuir una ligera obertura en la zona de flexión, que es la parte que siempre sueles “paga el pato” debido a las constantes dobleces de cada pisada.

A uno de los cordones se le ha desprendido el ajuste plástico, de manera que se ha comenzado a deshilar (a pesar del remedio casero que le injertamos).

La media suela presenta signos de compactación típica y algún toque de alguna piedra, pero la amortiguación y reactividad continúan incólumes.

Por tanto, desgaste de las Scott Kinabalu RC 2.0 en concordancia para unas zapatillas de competición.