KINVARA TR2

El pié nos queda envuelto en la zapatilla a la perfección, y ajustando bien los cordones solo quedará espacio para mover los dedos. El upper nos abraza de manera muy natural, nos sentimos cómodos sin notar la zapatilla en ningún punto, haciendo la prueba con y sin calcetines. De perfil bajo, nos gusta la ligereza de las Saucony Kinvara TR2, que en talla US 9,5 es de 227g, y esto se nota en los primeros movimientos. Notamos la leve amortiguación con los primeros pasos, menor en la punta, y nos sentimos cercanos al suelo. Lo mejor es la sensación que tenemos cuando nos fijamos en nuestros pies: “¡a correr, a correr!”

En esta ocasión vamos a analizar un nuevo producto de la marca americana Saucony, cuyo nombre ha ido siempre unido al de innovación y diseño. Como curiosidad, ¿sabíais que fueron los primeros en moldear sus zapatillas con goma EVA de doble densidad? Teniendo en cuenta estos precedentes, vamos a mirar con lupa las zapatillas que nos hacen llegar a las oficinas de TRR, las Saucony Kinvara TR2, que como su nombre indica son una segunda versión montañera de las famosas Kinvara en el mundo del asfalto, donde cuenta con muchos adeptos y van ya por la cuarta versión.
Según Saucony, las Kinvara TR2 son unas zapatillas construidas para la velocidad y la agilidad, para correr en cualquier lugar, como podemos leer en las mismas zapatillas: run anywhere.
Con el primer contacto que tenemos con las zapatillas nos creemos la historia de la velocidad y agilidad. Además de ser muy ligeras y sabiendo que es muy personal, nosotros recibimos un flechazo: ¡qué acierto con la combinación de colores! El diseño agresivo de las Saucony Kinvara TR2 ya nos motiva para salir a correr, solo mirarlas parece que nos griten: “¡a correr, a correr!” Gracias a su ligereza, es fácil pensar que las zapatillas se acercan al grupo de las llamadas minimalistas pero sin llegar a ser una de ellas, pues a simple vista vemos un upper súper ligero pero una suela que con su grosor la dejará fuera del selecto “club minimal”.

Y si además de ser nuestra pasión nos lo piden a gritos, no nos queda más remedio que salir a correr. Lo haremos en distintos tramos del GR92, la Serra de les Gavarres, Montseny, Montserrat y Collserola, así pondremos a prueba las zapatillas sobre gran variedad de terreno. Al sentirnos tan cómodos con los pies enfundados en esta versión mejorada de las Kinvara TR, el primer trote con ellas casi nos dura dos horas, y al tener tan buenas sensaciones, ya en la segunda salida nos ponemos un dorsal en el pecho y a correr 18,5km en carrera. A partir de ahí, todas las salidas serán sin calcetines.
Las Saucony Kinvara TR2 son muy flexibles, podemos doblarlas con facilidad hasta debajo del puente, con un buen retorno a su posición inicial que se nota levemente al correr, consiguiéndolo gracias a la media suela SSL (Saucony Super Lite) EVA, que según la marca consigue maximizar el rebote y la durabilidad minimizando al mismo tiempo el peso. En la parte del talón, la mediasuela está equipada con la tecnología POWERGRID, que consiste en incorporar una especie de malla que dota de más amortiguación, ayuda a centrar el talón con el movimiento y además absorbe el impacto y distribuye la presión de la pisada. Este sistema de control se deja notar en los tramos largos de bajada, pues los pies ni se mueven dentro de las zapatillas y no notamos fatiga ni molestias en los talones. La amortiguación de las Saucony Kinvara TR2 no es excesiva, pero es algo normal en este tipo de zapatillas, súper ligeras o voladoras, y nosotros con nuestro peso de 65kg no echamos en falta mayor amortiguación. Debe tenerse en cuenta el peso de cada corredor, siendo la relación de peso/distancia recorrida muy directa, o sea, a más peso menos quilómetros y al revés. Claro está que notamos la diferencia de densidades entre la zona del talón y la puntera, pero no echamos en falta mayor grado de amortiguación. El grosor de la suela en la punta es de 12,5mm, y en el talón de 16,5mm. Así pues, su drop de 4mm hace que las zapatillas de Saucony sean para un tipo de corredores con pisada eficiente, bien acostumbrados a entrar de punta. La distancia que nos separa del suelo es la justa para notarnos cercano a él, para sentirlo, pero sin que nos llegue a molestar sea cual sea el terreno que pisamos, ni si apoyamos el pié en raíces o piedras, pues ya hablaremos más adelante pero justo debajo de la entresuela lleva una placa de fibra de carbono que nos protege la planta del pie sobre los terrenos más agresivos.

Otro sistema que nos gusta de las Saucony Kinvara TR2 es el que forma la lengüeta. Hablamos de sistema porque no es independiente, va cosida en sus laterales a una malla que recubre todo el pié, formando así un único elemento que arranca ya en la puntera de la zapatilla y termina en la parte central del talón. De este modo queda bien asegurado que dicha lengüeta no pueda desplazarse de un lado para otro. Es extremadamente fina, construida con doble malla en su parte central para darnos un poco mas de protección al tensar los cordones, que pese a tanta finura ni se notan. Al ser la altura de la caña baja, al correr por terreno descompuesto las pequeñas piedrecitas, arena y barro entran con facilidad en los tobillos, siendo este uno de los puntos débiles de las zapatillas americanas. La parte final de la lengüeta es de espuma compacta, y Saucony nos recuerda ahí que con sus zapatillas podremos correr “anywhere”.

Los cordones de las Saucony Kinvara TR2 son a nuestro gusto demasiado largos, no tienen donde esconderse y tendremos que hacer mas de una lazada para que no nos molesten. A su favor es que son planos y un poco elásticos, y este debe de ser el secreto para que no los hayamos notado ni un momento, ni tan siquiera han marcado nuestros pies después de una salida de tres horas sin calcetines. Una vez el ajuste hecho, no nos hará falta reajustar la presión de la atadura.
La base del upper es de una malla muy fina y bien agujereada. De la cordonera nacen unos vértices que unen esta parte con la suela, de una lámina de plástico fino y muy flexible que está soldada con la malla, dando consistencia y formando parte de ese modo del upper, muy ligero y transpirable gracias a este sistema, llamado FLEXFILM, que ni se nota al correr. En la parte del talón, la malla interior desaparece debajo de un tejido más compacto y con mayor grosor, ofreciendo así un poco más de robustez (por así decirlo). En la parte interior de los laterales del talón, sobresalen como dos “burbujas” de espuma que ajustan a la perfección las zapatillas a nuestros pies. Al ser de horma estrecha, el ajuste de las Saucony Kinvara TR2 es realmente perfecto, en ninguna situación se nos ha movido el pié notando en todo momento una gran estabilidad. Aún que las zapatillas son para corredores con pisada neutra, la doble densidad de la entresuela ayuda a controlar la pronación.

Saucony ha construido una muy buena zapatilla con unos acabados a la altura. Solo hemos sido capaces de descubrir las costuras al meter la mano para buscarlas, con los pies son imperceptibles. Nunca las hemos notado, ni tan siquiera nos han llegado a dejar marca en ninguna de las salidas que hemos hecho con distintas distancias y desniveles. El talón queda muy bien sujeto y acolchado con la espuma que sobresale debajo los tobillos. Esta parte del talón es la más protegida de todo el upper, siendo a la vez tan fina que podemos doblarla con los dedos sin ninguna dificultad. Siendo así, imaginaros cómo es el resto! Bien, si no os lo imagináis os lo contamos: tan fino como si lleváramos otro calcetín. Claro está que las Saucony Kinvara TR2 son súper ligeras, y entendemos que tanta ligereza va en detrimento de la seguridad. Al correr por zonas de estas que llamamos de trail extremo, con rocas o raíces, es cuando hemos echado en falta una mayor protección del upper, pues cualquier saliente del terreno tiene contacto casi directo con los pies, y esto nos ha obligado a ir con cuidado por donde pisar, pues hemos maldecido algún que otro error de cálculo durante un buen rato.
La plantilla que llevan las Saucony Kinvara TR2 es la COMFORTRIDE, exclusiva de Saucony, fabricada de espuma con tratamiento antimicrobiano, que nos aporta un punto más de amortiguación. Como el resto de la zapatilla, la plantilla es fina, plana, y está bien agujereada debajo del puente y de los dedos. Siempre hemos ido cómodos con la plantilla, que nos cubre justo la base del pie y sube levemente en la parte del talón.

En distintas salidas nos ha tocado mojar los pies, corriendo bajo la lluvia o cruzando algún pequeño rio, y gracias a estas situaciones os podemos contar que, como ya habréis adivinado, las Saucony Kinvara TR2 dejan pasar el agua sin ningún problema. El agua entra con la misma facilidad con la que sale, con el único problema que si metemos los pies en algún charco, el agua se nos va a colar con alguna que otra sustancia sólida, que se nos quedará dentro de la zapatilla una vez el agua haya salido. En la parte del talón, donde la malla de la punta deja paso a un tejido más compacto, actúa el sistema HIDRAMAX, que funciona a la perfección y no permite que dicho tejido absorba agua, y de ese modo, como en el resto de la zapatilla, solo nos notaremos mojados en los primeros pasos después de pasar por agua. La malla agujereada del upper, tan ligera, deja pasar el agua del mismo modo que el aire, así que la transpiración es total, todo el año vamos a correr cómodos y frescos, será solo en días fríos de invierno cuando nos veremos casi obligados a llevar calcetines si no los utilizamos habitualmente.

Otra parte fundamental de cualquier zapatilla y que nos gusta poner a prueba en todas las posibles situaciones y terrenos es la suela. La de las Saucony Kinvara TR2, podría dividirse en dos: por un lado la parte superior, unida a la entresuela, formada por una placa de fibra de carbono que nos protege la planta del pié al pisar salientes agresivos, siendo un poco más dura en la zona del talón protegiendo así la pisada en bajada; y por otro lado la parte de los tacos, justo por debajo de esta placa de protección. Lleva tres líneas definidas de tacos en forma de V, dos en sus laterales y una en su parte central, colocados del puente a la punta señalando hacia delante, para favorecer la tracción, y del puente al talón el mismo taco invertido para favorecer la frenada. Cada taco lleva un montón de triangulitos pequeños bien distribuidos, pero con pocas salidas veremos claramente como es nuestra pisada, pues nos quedaremos sin ellos en los puntos donde apoyamos más. Los tacos son poco prominentes, y entre ellos la suela lleva dos líneas de tacos pequeños redondeados que serán de buena ayuda en los terrenos más descompuestos. Saucony cuenta que su suela es de alta tracción, y después de rodar por gran variedad de superficies afirmamos que es así casi en todos los terrenos. La suela se agarra muy bien en subidas y bajadas con tierra o con roca, incluso si el terreno es un poco descompuesto. Al bajar y subir en pendientes fuertes por roca o hierba mojada (sabemos que son los terrenos malditos de las suelas) hemos precisado agudizar nuestros sentidos, y algún que otro resbalón hemos sufrido. Y el que sería el terreno a evitar de las Saucony Kinvara TR2 es el barro, pues se pega a la suela desde las primeras pisadas creando una única capa lisa y resbaladiza en toda la base, que formará parte de la zapatilla hasta que hayamos salido de dicha zona barrosa. Tenemos la suerte de pisar muy poco asfalto en nuestras aproximaciones a la montaña, pero al correr por las calles notamos la dureza del asfalto, y a la vez parece que notemos como la suela se gaste un poquito en cada pisada.

Después del período de prueba sin dar tregua a las Saucony Kinvara TR2, os contamos con certeza que los chicos de Saucony han creado una zapatilla de trail ligera pero resistente, con un upper aparentemente frágil pero que a día de hoy resiste sin ninguna señal evidente de desgaste, habiendo sufrido (y maldecido) alguna que otra rozadura con piedras de punta. El desgaste en la suela es evidente pero no fuera de lo normal, parece que tengamos zapatillas para muchos más quilómetros.

El flechazo que recibimos al ver las Saucony Kinvara TR2 nos dio de lleno, y después de múltiples salidas seguimos con la flecha clavada. Para un público con pisada neutra biomecánicamente eficiente, que busque encontrar una zapatilla que le permita ser rápido en terrenos técnicos y ágil en casi cualquier situación, tanto en los entrenos rápidos (aún que no diarios) como en las carreras más técnicas, perfectas para duatletas que quieran “volar” después de las transiciones. Su drop de 4mm hace que las Saucony Kinvara TR2 sean aptas para corredores acostumbrados a entrar de punta en sus pisadas, pero a la vez pueden ser una muy buena opción para quienes busquen rebajar la diferencia de caída del talón a la punta y acercarse de este modo al minimalismo. Los grosores de la suela hacen que las Saucony Kinvara TR2 sean para corredores ligeros, de menos de 70kg, para distancias de hasta maratones (repetimos que es básico estar acostumbrado a estas medidas del drop). Su horma estrecha nos da un ajuste perfecto, pero quizás será un problema para quien tenga unos pies anchos.
Sus dos únicos puntos a mejorar son la nula evacuación de barro de la suela, haciendo de este un terreno a evitar, y la protección que no nos proporciona el upper (protección y ligereza... ¡es que lo queremos todo!).