ULTRA GLIDE 2

Salomon Ultra Glide 2, buena adherencia en roca.

Salomon Ultra Glide 2, flexibles.

Salomon Ultra Glide 2, buena tracción en tierra.

Salomon Ultra Glide 2, colapsan con barro.

PROS:

1. Comodidad.

2. Sujeción.

3. Ligeras y precisas.

4. Estabilidad muy lograda, teniendo en cuenta sus perfiles.


CONTRAS:

1. Con el terreno cambiante que nos podemos encontrar en la larga distancia, creemos que la suela está algo limitada a zonas eminentemente secas.

2. En la amortiguación trasera (en bajadas pronunciadas y rápidas, o superficies duras), llegamos al fin de su “recorrido”.

Salomon Ultra Glide 2 en acción.

Salomon Ultra Glide 2, para cualqueir corredor.

Salomon Ultra Glide 2, perfiles altos.

Salomon Ultra Glide 2, estables.

Las Salomon Ultra Glide 2 presentan cambios prácticamente estéticos y de diseño, ubicados básicamente en el upper (ahora con una rejilla más transpirable y no tan cerrada como en la versión anterior), siendo el resto igual que en la versión anterior: mismo compuesto, misma suela, mismos perfiles (32/26, con un drop de 6 mm) y mismo sistema de atado (quicklace).

Está claro que estamos ante un calzado para largas distancias bastante cómodo, con una amortiguación considerable y unos perfiles claramente altos. La comodidad es constante y acompaña durante toda la salida, algo especialmente importante en zapatillas para salidas largas.

No requieren de un corredor experimentado ni de una técnica de carrera demostrable, sino que están pensadas para aquellos que busquen comodidad, amortiguación, un buen ajuste y protección. El comportamiento del compuesto de la media suela ha sido satisfactorio en la mayoría de situaciones, pero en nuestro caso (83 kg del probador), hemos notado una amortiguación trasera con mayor falta de recorrido, ya que en superficies duras, al entrar de talón, notábamos llegar al final del mismo. A parte de esto, la zapatilla permite afrontar la larga distancia (aunque no larguísima) con garantías de comodidad.

La suela va dirigida a terrenos fáciles y mejor secos, habiendo demostrado buena tracción en estos elementos y una buena adherencia en piedras o grandes bloques de roca (seca). En terrenos semi-húmedos o poco mojados, la respuesta continúa siendo medianamente buena; no así en zonas muy mojadas o embarradas, donde la forma de trabajara pierde consistencia, lo cual le resta polivalencia para aquellas salidas largas con, previsiblemente, diferentes tipos de terrenos.

Además, gozan de un buen estado de forma en cuanto a durabilidad se refiere, especialmente en el upper, donde no hay signo evidente de ningún desgaste prematuro (gran punto a su favor para unas zapatillas tanto de entreno como competición a las que les podemos imprimir muchas horas de salidas). Solamente se aprecia en la suela un pequeño desgaste (en la zona delantera exterior), donde los tacos han perdido su forma.

En definitiva, poquísimos cambios en esta segunda generación de las Ultra Glide 2, que juntamente a las Glide Max TR, conforman el apartado maximalista de la casa francesa.

Salomon Ultra Glide 2, entrando de talón.

Salomon Ultra Glide 2, entrando de puntas.

Salomon Ultra Glide 2, buena estabilidad a pesar de los perfiles.

Salomon Ultra Glide 2, flexión en subida.

Salomon sitúa a las Ultra Glide 2 dentro de la gama para larga distancia, con una media suela supermullida (Energy Foam), una transición suave y rápida gracias al rocker (Reverse Camber, que se eleva tanto en puntera como en el talón), y una ligereza y sujeción proporcionada por el nuevo mesh (Engineered mesh).

Pues hemos podido comprobar que todo lo que dice se ajusta a la realidad, al menos bajo nuestro punto de vista.

El upper es ahora una malla más transpirable que la versión anterior, amoldándose a los movimientos del pie en la pisada. Realiza, de manera excelente, la función de sujetar el pie dentro del calzado impidiendo que este se mueva en aquellos pasos más difíciles (siempre y cuando llevemos el ajuste correcto). Es gratificante reconocer la esencia de la sujeción de la marca en un calzado de perfiles y amortiguación elevada. Ello permite ejecutar pisadas con mucha precisión, poniendo el pie donde el corredor quiere, y no al revés.

El talón, semi rígido, es un buen soporte en la estructura de la zapatilla, proporcionando una buena recepción y la consiguiente pisada del resto del pie. No es especialmente contundente ni muy fuerte, pero tiene ese justo nivel para ayudar a recepcionar sin mediar en exceso.   

El drop continúa como en la anterior versión (6 mm), permitiendo correr sin demasiadas interferencias; está claro que no hablamos de natural running, pero nosotros hemos entrado de puntas (en llanos), con toda la facilidad y comodidad posibles.

En cuanto a uno de los puntos estrella en un calzado para ultras como es la amortiguación, consideramos que está preparada para largas distancias, pero no “larguísimas”. En primer lugar, porque no es una amortiguación exagerada o extremadamente abundante; sí, se nota y mucho pero tampoco la acabaríamos de calificar como un colchón bajo tus pies. En segundo término, porque en superficies algo duras o en bajadas largas, notamos que al entrar de talón llegamos al final del recorrido de la amortiguación, ya que esta se compacta en exceso y desaparece un tanto esa sensación de comodidad. Todo ello nos lleva a concluir lo que apuntamos, que sirven para una distancia larga pero algo limitada, al menos con los 83 kg de quien suscribe.

En cuanto al espacio para los dedos, nada podemos objetar al respecto: en este caso la marca ha encontrado un equilibrio muy bueno entre permitir algo de libertad a los dedos pero sin perder la buena sujeción interna. A diferencia de otros calzados ultreros, que dejando un buen espacio para que estos se muevan y no vayan apretados (sobre todo cuando después de kilómetros empiezan a dilatarse), penalizan la sujeción del pie dentro de la zapatilla.

Aunque estemos ante unos perfiles altos (26/32 mm), no producen aquella sensación de ir muy subido o elevado, ya que a pesar de ellos el pie se asienta en la especie de barca que conforman las zapatillas.

Podemos encontrarlas en cuatro colores diferentes y a nosotros nos ha tocado la versión con un retoque medio retro, que sinceramente son las más agradan del catálogo (aunque para gustos, ...).

En definitiva, estamos hablando de un corredor que quiera/necesite ir cómodamente amortiguado, sin necesidad de una técnica depurada ni demasiada experiencia en montaña, tanto para usuarios de peso medio como alto. Además de todo esto, las zapatillas les dará de regalo una sujeción excelente y buena tracción en terrenos esencialmente secos.

Salomon Ultra Glide 2, salidas largas.

Salomon Ultra Glide 2, suela ancha.

Salomon Ultra Glide 2, buena transpirabilidad.

Salomon Ultra Glide 2, cómodas para rodar.

Ya apuntábamos en el apartado anterior que la amortiguación de las Salomon Ultra Glide 2, si bien es abundante, no es exagerada. Se dejan notar más en la parte trasera que de la delantera, y correr con ellas es muy cómodo. No obstante, sí notamos que al compuesto de la media suela le cuesta recobrar el nivel de grosor cuando llevamos mucho rato corriendo; es decir, al empezar nuestras salidas se muestra más contundente, y al compactarse después de la pisada, esta recobra rápidamente la “compostura”. Pero cuando ya tenemos bastante kilómetros en las piernas, el compuesto pierde un tanto esa vivacidad para recobrar su grosor, de manera que la sensación es la de perder amortiguación. Por otra parte, al entrar de talón en superficies duras, o bajadas contundentes, ya que ponemos todo el peso del cuerpo en esa zona, se nota esa típica sensación de haber llegado al final de su recorrido, con el consiguiente tope duro. Para dicha sensación no es necesario llevar muchos kilómetros, sino ya se produce cuando acometemos estas situaciones descritas. Algo más de consistencia en esta zona de la media suela hubiera ayudado a remediar este extremo. La amortiguación delantera es menor en grosor, aunque si entramos de metas o con el pie entero (aprovechando el compuesto a lo largo y ancho del calzado), tenemos más que suficiente para sentirnos cómodos durante la salida.

A pesar de sus perfiles altos, la estabilidad que brinda es de nota alta. En una de nuestras salidas pasamos a toda pastilla por una bajada  pronunciada, complicada y técnica, con un resultado que nos dejó superconocidos de su capacidad; de hecho, volvimos a repetirla acto seguido para comprobar que no fuera casualidad, y el resultado fue igualmente de excelente. No obstante, sí es cierto que en alguna ocasión le estabilidad ha fallado y nos ha expulsado el pie hacia el exterior, teniendo alguna que otra torcedura. Una de ellas nos pasó en la primera salida, y las dos siguientes con las pruebas ya avanzadas, en zonas abruptas en donde hemos tenido que dar algun giro repentino. Por eso, aprobamos con nota la estabilidad que profiere, pero teniendo un ojo por si acaso...

Correr con las Ultra Glide 2 es fácil y confortable, sin que quien las lleve necesite de técnica o dilatada experiencia en montaña, gracias en parte al sistema Reverse Camber, que consiste en elevación del rocker tanto en la parte delantera como trasera, visible a simple vista. Esta forma de barca hace que la transición de la pisada sea muy fácil de ejecutar, puesto que tenemos una ayuda extra como si de un balancín se tratara. Esta peculiar ayuda las hace particularmente agradables en llaneos muy prolongados.

Los acabados son de calidad y al tacto se hacen muy confortables. Nada del interior ha provocado roces o molestias en ninguna zona del pie; a excepción, pero solo al principio de las pruebas, de las protecciones en puntera cuando levantábamos los dedos. La encontrábamos algo dura y un pelín molestia; no obstante, esa sensación desapareció del todo a medida que avanzábamos en las pruebas.

Los acolchados son contundentes en la zona del collar. Aquí no hay roces, de manera que recoge el pie a la presión que uno le quiera dar a través de los cordones sin mayor complicación. Por otra parte, la lengüeta tiene gran grosor con lo que evita que los cordones se claven en el empeine

Salomon Ultra Glide 2, adherencia en roca.

Salomon Ultra Glide 2, ligeras.

Salomon Ultra Glide 2, precisión en la pisada.

Salomon Ultra Glide 2, ideales para caminos fáciles.

Contagrip MA es la elección para la suela de esta segunda versión de las Salomon Ultra Glide 2 (M de “mixed”, en cuanto a geometría de tacos, y A de “Adhesion”, que busca una buena adherencia incluso en terrenos grasos). Los tacos tienen una prominencia media y tiene por destino las superficies compactas y sin demasiada complejidad. Lo cierto es que en terrenos secos y compactos la tracción es más que correcta para correr sobre ellos con garantía; es en subidas o bajadas muy sucias (con mucha tierra suelta que no está adherida al suelo), donde la tracción puede llegar a resbalar un poco, ya que la prominencia del taco en estas zonas se antoja un pelo escasa. En todo caso estamos hablando de un compuesto que funciona bien en suelos eminentemente secos, incluso en rocas o grandes bloques de piedra (la adherencia aquí permite correr sobre ellos con plena confianza), al igual que en terrenos con hojarasca, pistas senderos fáciles.

En cuanto a las zonas húmedas o grasas, podemos afrontar estas zonas si acaba de caer una fina capa de lluvia o si lo hacemos cuando el suelo está medio mojado temprano por las mañanas (típico rocío); en estas situaciones el compuesto se comporta con decencia y podemos acometerlas con ciertas garantías.

Ahora bien, es en superficies muy mojadas donde la adherencia pierde gran parte de su calidad: aquí simplemente debemos extremar las precauciones y pisar con cuidado, especialmente en rocas o grandes piedras, y en zonas como escalones lisos de madera.

La sujeción nos ha parecido excelente. Como ya apuntábamos se nota el buen hacer de la marca en este apartado, y es que el pie va perfectamente recogido por el conjunto, evitando que este se mueva en el interior y por ende, que perdamos capacidad de tracción. La lengüeta va enganchada en los laterales recogiendo el pie (sistema sensFit) y evita que los cordones se claven en el empeine; otro elemento más de la sujeción lo constituye los dos ojales laterales (o aletas) que cierran de manera contundente el atado, además (y por último) de un collar del talón que recoge y cierra muy bien esa zona. Todo esto nos permite tener una precisión alta a la hora de escoger el sitio donde pisar.

Entre los perfiles altos y la goma de la puntera que recorre la zona delantera se obtiene una protección en conjunto más que suficiente para ir con seguridad por casi cualquier zona; ello no significa, no obstante, que podamos dar o chocar con alguna piedra alta lateral (sobre todo cuando metemos por error el pie en el típico agujero que se forma entre las grandes rocas). Pero en términos generales no hemos sufrido en este sentido y hemos ido seguros.

Estas características (protección delantera y perfiles altos), ayudan a la hora de pasar por un pequeño charco o riachuelo, evitando que el agua sobrepase el calzado y se filtre al interior. En cuanto al rocío matinal, por ejemplo, aquí también entra en ayuda el mesh del calzado, ya que la construcción de este tejido retrasa la entrada de líquido. Pero si debemos sí o sí pasar por una zona profunda de agua, ésta entrará rápidamente en el interior, ya que la zapatilla no es impermeable.

Por el contrario, el cambio en este mesh con la versión anterior ha propiciado mayor ventilación, con lo que, al menos nosotros, no podemos catalogarlas de calurosas.

Salomon Ultra Glide 2, upper intacto.

Salomon Ultra Glide 2, media suela con algo de arrugas.

Salomon Ultra Glide 2, vista frontal en buen estado.

Salomon Ultra Glide 2, desgaste en el exterior.

Hemos llegado a los 200 km de prueba con estas Salomon Ultra Glide 2. Como veis, toda la parte superior del calzado está prácticamente intacto. No hay rotura o descosido en la malla, ni termosellado despegado, ni merma en los cordones, y el collar y los acolchados continúan en perfecto estado. Y, lo que es mejor aún, no hay ni signo ni indicio de posible rotura en la zona de flexión (que todos sabemos que es por donde siempre asoma el Sr. Desgaste). Por lo tanto, ello nos permite apuntar una durabilidad puntuable con nota alta.

En la media suela se observan signos de compactación (pero ninguna rascada o similar). No hemos notado que la misma haya perjudicado la dinámica o la amortiguación.

No obstante, sí hay un pequeño desgaste en la suela, observable en la parte delantera exterior, que es por donde solemos pisar; ya era visible desde los 160 km y más en el calzado derecho ya que en el otro los signos son mucho más débiles (por no decir inexistentes). Si hay algo en su favor, es que su evolución es verdaderamente paulatina, y como se puede apreciar, el resto del taqueado a penas ha sufrido.

En general es buena noticia, teniendo en cuenta la “caña” que se le va a meter a un calzado para salidas largas.