SENSE RIDE

PROS:

1. Sujeción, comodidad  y estabilidad a la par.

2. Agarre excelente en la mayoría de terrenos, incluyendo los grasos o húmedos.

3. Ligereza.

4. Polivalencia en las distancias: idénticas prestaciones tanto en carreras cortas como largas.

 

CONTRAS:

1. Nos hubiera gustado algo más de amortiguación en la parte delantera, ya que se echa en falta especialmente a partir de las 5/6 horas en carrera.

2. Falta de reflectantes.

Las nuevas Salomon Sense Ride se presentan como las zapatillas ideales para afrontar largas distancias y diferentes superficies, incluyendo especialmente las zonas compactas y húmedas/grasas. Dentro de la gama Sense (en la que aparecen tres modelos más), van dirigidas a lo que la casa francesa califica como "light trail", es decir, un trail menos técnico, con perfiles más bajos y mucho más amables, aunque a juzgar por la tecnología que incorporan, cogen algunos elementos de la gama S-Lab de competición, que situaríamos en el nivel superior siguiente.

La suela, con la polivalencia de terrenos como principal estandarte, se adhiere con total garantías para afrontar casi cualquier circunstancia –de hecho, los 240 km de la prueba sin sufrir ningún resbalón avalan dicha afirmación-. La amortiguación situada en la media suela –reactiva y con bastante recorrido-, otorga la comodidad necesaria para correr horas y horas sin prácticamente darnos cuenta. Aunque vaya dirigida a cualquier tipo de corredor en cuanto a peso se refiere, sí se requiere que éste tenga una técnica mínimamente depurada o, en todo caso, que sea algo experimentado. No obstante, gozarán de mayor comodidad en largas distancias aquellos corredores de hasta 75 kg. Pero es que además la ligereza, facilidad y rapidez en su conducción nos permitirán realizar carreras cortas y explosivas con un magnífico resultado.

Estamos ante unas zapatillas que, gracias a su poco peso y amortiguación, podremos correr largas salidas –ya sea entrenamiento o competición- con la sensación de llevar un deportivo en los pies.

Sin dudas, habrá que ir acostumbrándose a ver las Sense Ride.

Salomon sitúa las Sense Ride dentro de la gama de larga distancia dotándola de un drop de 8 mm y una amortiguación considerable, destinada en general para todo tipo de corredor en cuanto a peso se refiere. Obviamente, aquellos corredores de hasta 75 kg tenderán a alargar la distancia con mucha más comodidad que los que superen dicho peso. Por razones obvias, y es que la amortiguación, aunque excelente en la parte trasera, se antoja algo escasa para los que sobrepasamos ese límite de peso corporal (complementando ese dato, quien suscribe ronda los 84 kg). 

Lo que nos llamó la atención es que al correr con ellas no tienes la sensación de llevar un drop de 8 mm, sino más bajo, puesto que a pesar de unos perfiles intermedios (19/27 mm), el feeling que proporciona es de ir bastante a ras de suelo. La horma, amplia y generosa, deja espacio más que suficiente a la comodidad de los dedos, sobre todo cuando llevamos horas corriendo. En este sentido, no os encontraréis con la típica presión de algunas de las zapatillas de la casa francesa; es decir, es apta para pies anchos ( y que conjuntamente con la amortiguación, la hacen especialmente aptas para las salidas largas).

La amortiguación del conjunto es de nota alta. El sistema Vibe nos han convencido des de el primer momento. Éste se compone del EnergyCell+ y Opal, lo que traducido supone una reactividad alta con un retorno de la fuerza ejercida muy considerable, especialmente visible para los que entran de talón o en aquellas bajadas suaves muy largas (lo que se torna en ideal a la hora de carreras cortas).

El upper -en forma de rejilla-, se adapta al movimiento en concreto de ese momento y permite doblarse por donde lo hace el pie si ofrecer resistencia, que además es sostenido por los nervios termosellados que suben de la media suela hacia el empeine.

Correr con las Sense Ride supone no ser un iniciado en el Trail Running, ya que permite un movimiento bastante natural sin elementos correctores. En este sentido, solamente podríamos encontrar como ayuda a la pisada una suela ancha y una plantilla que sube por la cara interna del pie, entre el talón y los metas, haciendo las veces de soporte, lo cual es de agradecer cuando llevamos mucho tiempo corriendo y el cansancio comienza a dar sus malditas señales.

En resumen, es una zapatilla preparada para la larga distancia y para todo tipo de corredores, aunque si tuviésemos que elegir un perfil en concreto, ese sería el de un corredor medio, con una técnica mínimamente desarrollada y hasta los 75 kg. Más allá de ese peso, las cualidades de las Sense Ride irán perdiendo enteros en directa proporción a la distancia a correr y a la técnica del corredor.

De los 240 km corridos con las Salomon Sense Ride, 88 km lo fueron en competición. Una de 12 km combinando caminos de tierra compacta, escaleras y algo de asfalto, y otra de larga distancia muy corrible, de 76 km y 2.600 D+, en donde la superficie era mucho más variada: senderos, rocas, tierra suelta, hojarascas, piedras húmedas, piedras sueltas y terrenos compactos muy húmedos. Y la conclusión puede resultar algo contradictoria en sí, porque el resultado ha sido altamente satisfactorio en las dos distancias. En la corta, la Sense Ride fueron ágiles, ligeras y rápidas, gracias a su nada excesivo peso, a la sujeción que proporciona el sistema Endofit (que sujeta muy bien el empeine), al agarre de su suela y a las ranuras de flexión en zona de ante pie que ayudan a ejecutar una transición cómoda y veloz.

Mientras que en la carrera larga fueron cómodas, protegidas y amortiguadas (gracias a su amortiguación -especialmente la trasera-, a la protección en puntera que fue suficiente para el tipo de terreno no técnico y a la anchura de la horma, que permitían libertad de movimientos a los dedos después de dilatarse por el transcurso del esfuerzo), y, en general, por el sistema Vibe, que abogan por un correr placentero.

Es decir, que conjugan los elementos necesarios para competir con plenas garantías en ambas distancias. Remarcamos este hecho por que no suele ser habitual que se unan tales características en el mismo calzado.

La anchura de la horma permite mantener espacio suficiente para que los dedos ni sufran cuando éstos se dilatan por el transcurso de los kilómetros y, como ya apuntamos, el perfil intermedio hace que se comporten muy bien en distancias cortas, permitiendo sentir el terreno con claridad. Además, la flexión de las zapatillas y el dinamismo de la media suela consiguen que para estas distancias podamos catalogarlas, incluso, de zapatillas rápidas.

La amortiguación trasera funciona a las mil maravillas: es muy confortable y reactiva, y resultará muy cómodo para los taloneadores, cuando estemos cansados o, por ejemplo, en largas bajadas fáciles.

La amortiguación delantera trabaja con las mismas características que la trasera; no obstante, al sobrepasar las 5/6 horas de salida, comenzamos a echar en falta mayor grueso en esta zona –al menos para quien suscribe, que ronda los 84 kg-, puesto notábamos con mayor agudeza la diferencia de amortiguación entre ambas zonas. Ello conlleva, también, que los elementos punzantes del camino se dejaran notar con más facilidad.

Premium Wet Traction Contagrip es la goma tan bien elegida para las Salomon Sense Ride. Con unos tacos de 3 mm y dispuestos para favorecer la salida y aterrizaje de la pisada, funcionan a la perfección en la mayoría de superficies. La casa gala los cataloga para terrenos mayoritariamente secos, pero discrepamos algo en este sentido. Probada multitud de ocasiones en suelo compacto húmedo (dejando de lado barro denso, en donde lógicamente no evacuan correctamente), después de llover o incluso lloviendo, el agarre ha sido total en todo momento, con el enorme plus de confianza que ello aporta. En roca con relieve y húmeda la adherencia continua trabajando notablemente, aunque adoptando siempre las precauciones correspondientes. En el resto de terrenos (tierra suelta, tierra compacta, senderos, bajadas, subidas, piedrecillas, roca, hojarasca, raíces,…) la suela de las Sense Ride trabajan con total eficacia: como ya apuntamos, en 240 km no hemos sufrido ningún resbalón. Encantados con la adherencia.

Otro de los factores que hacen que una suela se agarre bien es la sujeción de la zapatilla: si ésta es buena, pasará las instrucciones correctamente al resto del conjunto, evitando que el pie se mueva en el interior. El ya conocido sistema Endofit confiere una sujeción excelsa, permitiendo que pie y zapatilla se mimeticen.

La protección en puntera nos ha evitado males mayores a la hora de chocar involuntariamente contra alguna piedra. Es suficiente para el destino de estas Sense Ride (Trail Running en zonas no excesivamente técnicas), pero algo escaso para zonas realmente complicadas.

La transpirabilidad de las zapatillas es total; bajo ningún concepto hemos sentido agobio o acaloramiento del pie, incluso en salidas de más de 11 horas. Por el contrario, la permeabilidad es total, permitiendo que entre el agua rápidamente a su interior. Todo el conjunto secará con bastante celeridad, a excepción, quizá, de la zona del empeine (donde el material es más tupido).

Tras el kilometraje al que las hemos sometido, los signos de desgaste que apreciamos en las Salomon Sense Ride son irrisorios: en suela el desgaste es realmente mínimo, superficial y con todos los tacos en su sitio; en media suela solo observamos algunos signos de compactación; en upper quizá se pudiera llegar a intuir alguna pequeña fisura futura en el punto de flexión además de una pequeña rozadura. Al menos en este modelo, apto para entrenamiento y competición, la  buena durabilidad del conjunto parece confirmada.