GALERÍA
DATOS TÉCNICOS
- Peso 219 g
- Precio 169,99 €
- Temporada SS17
- Capacidad 8.0 litros
- Capacidad extendida en litros 8.0 litros
VÍDEO
CONCLUSIONES
Primeras sensaciones y construcción
“Y este chaleco de 219 g tiene capacidad de 8 litros…? ¡Ja-ja-ja…!” Esto es lo que cruza por tu cabeza al primer contacto visual y más cuando compruebas que doblada te cabe en el puño. Tacto muy suave y el tupido tejido se estira fácilmente, a excepción de la parte que va en contacto con la espalda y hombros, que es de rejilla… Contamos 13 bolsillos y solamente tres cremalleras, silbato de rigor y vemos que el sistema de cierre pectoral ha sido modificado: ahora son dos gomas elásticas circulares con un enganche en un extremo y, en el otro, con un pequeño pasador que permite regular el ajuste final. En la zona alta de los hombros y al final del chaleco (por debajo del último bolsillo trasero), encontramos unos pasadores para colocar lo que la marca denomina custom quiver, es decir, el carcaj o porta bastones (accesorio que debe comprarse aparte).
Una vez puesta y cerrados los pasadores pectorales el ajuste y comodidad no sorprende si ya eras usuario de algún chaleco de la gama S-Lab, puesto que se trata de una segunda piel. Llegamos con facilidad a los bolsillos laterales manipulando las cremalleras cómodamente, e incluso accedemos al pequeño bolsillo de la parte trasera. Los bolsillos delanteros que hay por debajo de los porta bidones tienen una apertura algo pequeña (para que no se escape la carga) pero con mucho espacio en su interior.
Introducción
En la pasada feria Outdoor 2016 celebrada en Múnich, la marca francesa presentó en sociedad a la nueva familia de chalecos de hidratación, dándonos a conocer tres nuevos modelos que ampliaban la serie S-Lab Sense Set: las de 2, 5 y 8 litros.
La hermana mayor de 8 litros sigue fielmente la filosofía de sus predecesoras (las de 1 y 3 L que tanto se han visto ahí fuera), pero encarada a largas distancias, encontrándola en tres colores (negro, azul y blanco) y en cinco tallas, para que no tengamos problemas a la hora de escoger la nuestra.
Durante el periodo de prueba casi no le hemos dado respiro y nos hemos paseado con ella por infinidad de lugares, como la Costa Brava, Collserola, Montserrat, Montseny, pirineo andorrano, el Berguedà y, como punto fuerte, en una ultra de 85 km y 4.000 D+ por el norte español para ver cómo podía responder. Y como Salomon necesita de pocas presentaciones, pasemos a descubrir qué nos ha aportado el modelo estrella de la marca después de 280 km (de los cuales, 105 en competición).
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REVIEW
Sistemas de hidratación
Sistemas de hidratación
Los soft flask de 500 ml vienen de serie con la Salomon S-Lab Sense Ultra 8 Set y han sufrido una renovación evidente con respecto al anterior modelo. Ahora son más estrechos y más largos (de manera que si a éstos los colocamos en el algún chaleco de los antiguos -el de 1 o 3 litros-, van a sobresalir notablemente de su bolsillo y, al contrario, si metemos los antiguos en el nuevo chaleco, quedarán demasiado ocultos).
La base es un plástico duro ovalado para mejorar la introducción del bidón en el bolsillo; en la parte superior, éste tiene una entrada mucho más grande que permite recargar líquido con mayor facilidad (más fácil para nosotros y para los voluntarios en los avituallamientosJ) o poder introducir, por ejemplo, pastillas de sal sin tener que romperlas. También han renovado la tapa a rosca, también más grande y dentada, facilitando (¡y mucho!) su apertura y cierre (incluso con guantes o con las manos mojadas…). Pequeños grandes cambios con respecto al modelo anterior, pero que nos han facilitado muchísimo la manipulación de estos bidones blandos en carrera y en casa, puesto que ahora sí que se pueden limpiar fácilmente sin necesidad de hacerse con una escobilla (o similar) al efecto.
El pitorro para beber continúa siendo igual: hay que morder levemente, apretar el bidón y succionar para poder hidratarnos, dejando ir el mismo caudal de líquido que en la anterior versión.
Los dos bolsillos porta bidones incorporan unos tiradores para abrirlos mientras metemos los bidones, además de unas gomas de seguridad que se colocan por debajo de la rosca del bidón evitando que éste se nos vaya al fondo del bolsillo a medida que se va vaciando (os pasaba con los chalecos anteriores, ¿verdad?) y manteniendo los pitorros siempre a la vista. Todo lo cual hace que beber de ellos en carrera sea siempre rápido, sencillo y cómodo, ya que no será necesario sacarlos para realizar la operación.
Compartimentos y extras
Compartimentos y extras
Para de alguna manera visualizar la explicación, vamos por zonas:
Trasera:
Encontramos el compartimento más grande de la Salomon S-Lab Sense Ultra 8 Set: no lleva cremallera, pero sí una pequeña tira de silicona por el borde superior para intentar adherirse y evitar que perdamos la carga. El tejido es verdaderamente elástico y podemos meter gran cantidad de elementos (aunque deberemos evitar cosas punzantes que puedan molestar en la espalda, ya que no hay ningún protector en tal sentido). Podremos coger algo directamente en carrera si lo que queremos está en la parte alta del compartimento.
Por debajo de esta gran bolsa, tenemos otro bolsillo de menor tamaño, en el que nosotros solemos llevar la membrana, la cual se puede meter y sacar sin quitarnos el chaleco
Dentro de este espacio, hay un pequeño bolsillo de rejilla, ideal para la manta térmica, tal y como se aprecia en la foto.
Lateral:
En cada uno de los costados tenemos un bolsillo con cremallera cuya profundidad se dirige hacia la espalda. La cremallera corre sin tirones, aunque podrían incorporar un tirador elástico para facilitar su uso (especialmente si tenemos las manos sudadas o con guantes. Para cerrarlos a veces nos hemos servido de las dos manos (pasando el brazo por detrás de la espalda y sujetando el tejido por debajo de la cremallera, para que esta pueda subir fácilmente); para abrirla, basta con una sola mano. Si introducís elementos con punta dura, deberemos colocarlos estratégicamente para que no molesten al contacto con el cuerpo.
A la par de estos bolsillos encontramos otros solapados, en los que no costará introducir objetos aunque llevemos los de cremalleras llenos… Ahora bien, si ambos bolsillo van súper llenos, pueden molestar al braceo.
Frontal:
En ambas asas se sitúan los bolsillos porta bidones ya comentados; por debajo de éstos, dos bolsillos con un apertura un tanto estrecha pero con gran capacidad (ideal para el móvil, barritas, geles, etc…). Y por encima de éstos, en la asa derecha, un bolsillo con cremallera (donde no cabrá un móvil grande), y en la izquierda, otro bolsillo de apertura lateral y sin cremallera: en éste hemos llevado un tubular o los guantes (o ambos) o cualquier elemento parecido que se pueda meter a presión en tal bolsillo, ya que es la manera para que no se caiga (esto es, cualquier gel o barrita, como no abultaría lo suficiente en el bolsillo, caería al primer paso).
El carcaj o porta bastones (custom quiver) debe adquirirse aparte. Se trata de una funda no cerrada; los dos enganches de su parte superior se unen a los dos pasadores que tiene el chaleco en la zona alta de cada una de las asas. Y por debajo, se unen a la mochila a través de una goma elástica y un cierre de plástico. Sacar los bastones en carrera es cuestión de décimas de segundo; ponerlos en carrera, casi el mismo tiempo, puesto como se ve en la fotografía la entrada del carcaj es bastante grande y no necesitamos hacer “puntería”. Al correr con él puesto se nota pegado al cuerpo pero no molestar en absoluto, permitiendo una brazada limpia. Incluso en bajadas rápidas los bastones no se han movido de su lugar y además no es necesario retirar el carcaj para manipular el interior de la mochila. Sin duda alguna, un sistema simple pero muy efectivo.
Como elementos de seguridad, además del silbato incorporado en el pectoral izquierdo, la Salomon S-Lab Sense Ultra 8 Set tiene reflectantes por los cuatro costados, de manera que seremos más visibles en condiciones de baja luminosidad.
Comportamiento en carrera
Comportamiento en carrera
Diseñaron la Salomon S-Lab Sense Ultra 8 Set con la intención de que un chaleco de hidratación minimalista, de peso ínfimo, súper ajustable al cuerpo y en el que cupiera todo lo necesario para una carrera de larga distancia, nos permitiera correrla con toda la seguridad y comodidad del mundo. Pues lo ha conseguido.
Machacada en salidas de tres hasta 20 horas (en la ultra comentada), hemos apreciado un comportamiento óptimo en relación a los siguientes puntos:
Sujeción de la carga: dentro del chaleco nada se mueve durante la carrera, incluso por pisteos o bajadas rápidas, siempre y cuando no llevemos objeto que pesen en exceso. Nos explicamos: cuando cargamos el bolsillo principal con alguna chaqueta y dos bidones blandos llenos de 500 ml, el rebote trasero sí que de dejaba notar, además de “deformar” un tanto la estructura trasera, estirándose la mochila excesivamente hacia abajo. En cambio, si la parte trasera iba cargadísima de chaqueta, mallas largas, térmicas y demás, el rebote era inexistente.
Rebote de los bidones: ¡ni por asomo! Solamente sentiremos que llevamos más peso cuando éstos vayan llenos. Lo mismo ocurre porteando los bastones en el carcaj: la posibilidad de ajustarlos al máximo es total, con lo que van totalmente pegados a nuestro contorno sin que se muevan. Además no es necesario detener la marcha para sacarlos/ponerlos.
Acceso a bolsillos: en carrera y sin quitarnos el chaleco, tenemos acceso fácil y rápido sobre aquellos elementos que más necesitaremos, como guantes, frontal, móvil, tapa cuellos, gorra/gorro, gafas de sol, barritas, geles, pastillas de sal.
Transpirabilidad: si bien la zona en contacto con nuestra espalda es de rejilla, ésta no llega a evacuar totalmente la humedad que vamos generando; los mismo ocurre con las asas pectorales, en donde el sudor empapará los objetos que llevemos en los bolsillos frontales. Aun así, no es un chaleco caluroso, ni mucho menos.
Roces: las costuras imperceptibles y la propia configuración en sí hacen que nada del tejido moleste, se clave o roce durante la carrera. Después de 20 horas de carrera, ni una marca en el cuerpo.
Seguramente la mejor seña de identidad de este chaleco es la gran comodidad que proporciona en carrera.
Lo que no nos acaba de convencer es el sistema de cierre de la sujeción delantera: las gomas elásticas nos dan la posibilidad de escoger la altura deseada para ponerlas, pero extraer los pasadores y volver a fijarlos a la medida deseada resulta muy laborioso. Por otra parte, el plástico encargado de fijar la distancia de la goma (que hace de tope) nos ha fallado algunas veces, teniendo que re-tensar la sujeción más de lo que nos hubiera gustado durante las salidas; además, esta pieza es bastante pequeña con lo que si ya de por sí cuesta un poco manipularla, imaginaos si lo hacemos con las manos sudadas/mojadas o con guantes…
Una posible solución a esta pieza sería sustituirla por una tanca de plástico de doble paso que cierre con contundencia – o stopper-, obteniendo así un sistema más cómodo y seguro de utilizar.
Otro elemento a destacar negativamente es el acabado de las gomas elásticas, muy en desacorde con el resto del chaleco; se trata de una goma unida por un simple nudo en cuyo final se puede apreciar fácilmente la goma blanca en su interior; considerando el buen prestigio de la marca y el precio de la mochila en sí, creemos que este aspecto se podría haber rematado de una manera distinta.
Impermeabilidad
Impermeabilidad
Nada en la Salomon S-Lab Sense Ultra 8 Set es impermeable, con lo que no solamente el agua del exterior calará dentro del chaleco afectando a su contenido, sino que también el propio sudor generado en carrera se filtrará por el tejido. Será necesario proteger aquellos elementos electrónicos que no puedan/deban mojarse. En la fotografía se aprecia el salitre del sudor que ha quedado adherido al tejido, pero al menos hemos constatado que los cierres de las cremalleras ya no se quedan atascados cuando la sal del sudor se solidifica; pequeño gran avance, puesto que aquello constituía un problema bastante molesto en versiones anteriores….
No obstante, el secado de la mochila es sumamente rápido, a excepción de la zona interna en contacto con la espalda y pectorales, ya que al estar continuamente pegados a nuestro cuerpo, la circulación del aire será menor.
Resistencia y durabilidad
Resistencia y durabilidad
A primera vista nos pareció que el tejido y estructura de la Salomon S-Lab Sense Ultra 8 Set no sería capaz de aguantar toda la carga que pretendíamos llevar, o de aguantarla correctamente sin que el chaleco sufriera algún menoscabo en sus características… ¡Pues ni una cosa ni la otra! Que el tejido duplique (o triplique) los centímetros cúbicos no significa necesariamente que no vaya a aguantar. De hecho, hemos corrido largo con el chaleco cargadísimo y las sensaciones han sido de seguridad permanente, y después de los 280 km de prueba y tres lavadoras, las cualidades iniciales en cuanto a sujeción, elasticidad del tejido y contención de la carga continúan casi intactas.
No obstante, nada es indestructible ya que alguna planta o matojo punzante nos ha dejado un pequeño regalito en forma de rotura en tejido del bolsillo principal, tal y como vemos en la fotografía.
También hemos detectado pilling en dos zonas: dentro de un bolsillo porta bidón, provocado precisamente por la tapa dentada de uno de los soft flasks, y en el tejido del bolsillo principal trasero, provocado por la fricción del carcaj (custom quiver) que se apoya en nuestra espalda.
Finalmente, los pasadores superiores para el carcaj se han visto dañados pero no por soportar el peso del porta bastones, sino por el mismo hecho de pasar las guías por su interior; esta maniobra se antoja un tanto complicada y si no se atina de primeras, puede que el problema se vaya agravando cada vez que realicemos la operación.
Conclusiones
Conclusiones
Que la marca sitúe la Salomon S-Lab Sense Ultra 8 Set dentro de la serie S-Lab ya es indicativo de que es un producto destinado esencialmente para competición puesto que goza de una adaptabilidad al cuerpo digna del mejor guante, comodidad constante a través de los kilómetros, buena transpirabilidad, accesibilidad rapidísima a lo más necesario en carrera, posibilidad de hidratarnos o sacar/poner los bastones en pocos segundo y, principalmente, poder transportar todo lo necesario (y más) para una carrera de larga distancia tal y como hemos tenido la ocasión de comprobar, todo ello en un chaleco minimalista de tan solo 219 gramos. Es evidente que a pesar de su destino, también la podremos utilizar en entrenamientos largos o tiradas de calidad, teniendo en cuenta de antemano los sitios parar avituallarnos puesto que no dispone de otro sistema de hidratación más que el de los bidones delanteros. Sin duda, la marca ha dado un paso –muy largo- hacia adelante dentro de este concepto, y hará las delicias de todos aquellos corredores que la utilicen.
PROS
+ Capacidad “infinita”; cabe todo.
+ Comodidad permanente bajo todas las circunstancias; es una gozada correr largo con ella.
+ Rebote inexistente (a no ser que introduzcamos bolas de plomo).
+ Los bidones blandos mejorados: boca más grande, tapa dentada para una mejor manipulación y la introducción en los bolsillos más rápida, gracias a su base ovalada. ¡Todo un acierto!
+ Buena transpirabilidad; en ningún momento de las pruebas hemos sentido agobio o calor.
CONTRAS
- Si bien el sistema de sujeción –basado en dos gomas- puede ser aceptable, la pieza que lo cierra demanda a gritos una mejora. Al igual que el acabado de dichas gomas: no estaría demás algún otro sistema más coqueto.
- Se hace necesario algún compartimento impermeable (¡aunque sea uno solo!).
- Que el carcaj deba adquirirse aparte.
- Para aquellos que siempre rellenan los bidones con líquidos diferentes, no estaría de más una pequeña marca de distinción en uno de los soft flasks, para no mezclar.
Autor: Fernando Pérez