Zapatillas ganadoras de la Zegama-Aizkorri 2022
GALERÍA
DATOS TÉCNICOS
- Peso 205 g
- Precio 179,99 €
- Drop 4 mm
- Peso corredor Ligero
- Tipo terreno Graso / Descompuesto
- Uso Corta distancia
VÍDEO
CONCLUSIONES
Pros & Contras
PROS
1. En su terreno el agarre y respuesta son difíciles de mejorar.
2. Polaina y acolchados en el empeine: Novedades de esta versión que agradecemos.
3. Tejido del upper: Buena valoración tanto por sus cualidades hidrófugas, importantes en unas zapatillas que hay que mojar y ensuciar, como por su resistencia.
CONTRAS
1. La placa de protección (Profeel Film) puede resultar insuficiente si corremos en terrenos técnicos con piedras.
2. Durabilidad: A la que nos salgamos del SG (soft ground), el deterioro de la suela será más rápido del esperado.
POSIBLES MEJORAS
1. Plantilla integrada: Resultaría deseable que las costuras no quedaran a la vista, para evitar posibles rozaduras o roturas.
2. Alguna protección más: Son unas zapatillas ligeras y, por tanto, con pocas protecciones, pero habrá corredores que echarán de menos alguna más.
Conclusiones
Punta de lanza del amplio catálogo de zapatillas de Salomon, la gama S-Lab nos ofrece los mejores productos para correr por montaña. Así son las Salomon S-Lab Sense 8 SG (Soft Ground) para movernos en terrenos “blandos”. Zapatillas pensadas para competición, para corredores que busquen las mejores prestaciones con el principal objetivo de correr rápido en estos terrenos grasos y descompuestos. En eso, sin duda, estas zapatillas son un auténtico número uno.
Si tienes la suerte de tener un pie que ajuste perfectamente a esta zapatilla de horma estrecha, eres peso ligero, con buena técnica y enamorado de la velocidad, cuando corras con las Salomon S-Lab Sense 8 SG te parecerá que el fabricante pensaba en ti cuando hizo estas zapatillas. Ahora bien, para concedernos todas sus virtudes, van a exigirnos estar en un envidiable estado de forma.
Prestaciones de primer nivel, pero acotadas a un uso específico. Hemos dicho terrenos blandos: tierra suelta, barro, piedra pequeña… Para eso han sido diseñadas y funcionan genial. Perdiendo cualidades en superficies duras o pedregales, en las que los prominentes tacos de la suela no van a poder morder el terreno, y al no ir casi protegidos nos obligará a poner más cuidado en cada pisada y reducir el ritmo.
Respecto a la versión anterior, los cambios suponen mejoras que merecen buena valoración. La polaina o calcetín integrado otorga total protección ante la entrada de piedras u otros elementos al interior, a la vez que logra incrementar la sujeción del pie. Por otro lado, pese a que la comodidad no sea el principal objetivo de las Salomon S-Lab Sense 8 SG, una protección en la zona del empeine y una media suela más suave, ayudan a mejorar este aspecto, sin perder su carácter agresivo o de competición.
Con las Salomon S-Lab Sense 8 SG no salimos a coger flores ni a hacer fotos. Amigos, hoy salimos a CORRER (con mayúsculas).
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REVIEW
Tipo de corredor
Tipo de corredor
No vamos a engañar a nadie. Las Salomon S-Lab Sense 8 SG son unas zapatillas con muy buenas prestaciones, pero no son para todos ni sirven para todo. No olvidemos que estamos ante un producto de la gama S-Lab, donde Salomon utiliza aquellas ideas y tecnologías que ha trabajado con sus mejores atletas, ofreciendo soluciones radicales que puedan dar el máximo en la competición.
Como primeras pinceladas destacamos su ligereza (poco más de 200 gramos), horma estrecha, escasas protecciones y un drop de 4 mm (18mm/14mm), con unos tacos bien espaciados y prominentes, al margen del calcetín o polaina integrada de la que iremos hablando y que resulta ser una de las principales novedades de esta versión.
Con todo lo dicho ya podemos deducir que el corredor de peso ligero, preferiblemente con pies estrechos y bien curtidos, buena musculación y experiencia es el destinatario ideal de estas zapatillas. Buena biomecánica al correr, técnica de carrera trabajada y preferencia por la velocidad frente a la distancia serán características que encajan perfectamente con la filosofía de las Salomon S-Lab Sense 8 SG. Veamos ahora por qué.
Calzarnos las Salomon S-Lab Sense 8 SG resulta más sencillo de lo esperado pues, habitualmente, las zapatillas con polaina requieren de algo de práctica y paciencia para introducir el pie. Una vez dentro, gracias a estar construidas como si de una sola pieza se tratara (sin lengüeta separada), se puede apreciar como laterales, talón y empeine abrazan perfectamente el pie, sin dejar espacio para que corra el aire. Un ajuste muy preciso pero que, gracias a la buena elasticidad de los materiales, no resulta molesto. Aquí destacamos tecnologías como el sistema SensiFit de Salomon, que se encarga de dar algo de estructura a la zapatilla, ayudando a aumentar esa sensación de tener el pie perfectamente abrazado.
Realmente si tienes los pies estrechos y das con tu número exacto, estas zapatillas son lo más parecido a un guante. Si tenemos un pie más ancho, no será mala idea probar medio número más al habitual, para evitarnos problemas en la zona de los dedos.
Zapatillas bien ceñidas, pero con un tacto agradable, sin elementos rígidos o costuras que puedan causar roces o molestias. Incluso tienen la plantilla integrada al cuerpo de la zapatilla, evitando así que pueda llegar a moverse... máxima precisión, característica de la gama S-Lab.
Sensaciones semejantes a calzar unos pies de gato y, a la vez, unos escarpines (de esos tipo botín) que nos animaron a probar correr también sin calcetines. Aguantamos 10 kilómetros, hasta que empezaron las molestias, y surgió alguna llaga, especialmente por las costuras de la plantilla. Así pues, recomendamos ponerse unos calcetines, pero mejor que sean finos y con poca caña, para no llevar dos capas en la zona de la polaina de las zapatillas.
Sin duda uno de los rasgos de las Salomon S-Lab Sense 8 SG es la flexibilidad, aunque en esta versión la puntera y el puente son algo más rígidos. Mencionamos también que se añaden unos pequeños acolchados, a ambos lados del tobillo, así como una línea que recorre el empeine, permitiendo un punto de protección y comodidad, especialmente si ajustamos bien el cordón, mediante el sistema Quicklace de Salomon, contando con un pequeño bolsillo para guardarlo. Consideramos un acierto estos elementos que, por otro lado, no hacen perder ni un ápice del carácter ligero y de competición que tienen estas zapatillas.
Distancia
Distancia
Ya hemos indicado que las Salomon S-Lab Sense 8 SG no nos elevan ni dos centímetros del suelo, con una media suela elaborada con EVA de doble densidad (EnergyCell+), que se traduce de una amortiguación algo rígida, pero gracias a la cual las zapatillas tienen una buena reactividad, que facilita correr a ritmos rápidos. Además, a diferencia de otras zapatillas, al estar cosida la plantilla a la media suela, no parece aportar mayor amortiguación o protección.
Como peculiaridad, el fabricante destaca que la amortiguación de la parte delantera es más suave, con el fin de mejorar el confort ofrecido por las zapatillas. Aunque tal prestación no nos ha resultado muy perceptible en las pruebas realizadas, ni nos ha hecho cambiar de opinión sobre las distancias a recorrer con ellas.
Entonces, velocidad sí, pero kilómetros no tanto. Consideramos que las Salomon S-Lab Sense 8 SG han sido diseñadas para competiciones de corta distancia, que llegarían a unos 15-20 kilómetros, siendo pocos corredores quienes podrán estirar hasta un maratón de montaña con ellas. Mantenerse a ritmos entre 3’30’’ y 4’30’’ el kilómetro será buen modo de exprimir al máximo las prestaciones de estas competitivas zapatillas. Para ir más allá Salomon ya dispone de modelos como las Salomon Sense Ride 3 o las Salomon S-Lab Ultra 2, con unas características que nos ofrecerán mejores prestaciones en distancias más largas.
El cerrado ajuste, que ciñe la zapatilla al pie, tampoco ayuda a incrementar los kilómetros a recorrer, especialmente si se van hinchando los pies, haciéndose más evidente el destino de las Salomon S-Lab Sense 8 SG dentro de las salidas de cierta intensidad, pero de corta distancia.
En las diversas pruebas realizadas hemos llegado a hacer alguna tirada de 30 kilómetros, momento en el que la protesta de nuestros gemelos empezaba a ser notable, echando de menos algo más de amortiguación para continuar con nuestra carrera. Así pues, pueden ser nuestras propias piernas las que nos ayuden a delimitar la distancia a recorrer con las Salomon S-Lab Sense 8 SG.
Tipo de terreno
Tipo de terreno
Las iniciales SG del nombre de nuestras zapatillas ya nos dan pistas sobre el terreno ideal para ellas: Soft Ground, es decir terrenos blandos. Un vistazo a la suela no hará más que reafirmar esa idea, pues los prominentes tacos (de unos 6 mm), así como el espaciado que hay entre ellos, son habituales para correr por suelos embarrados, inestables e incluso resbaladizos.
Damos fe de lo indicado pues, gracias a la seguridad y precisión otorgada por las Salomon S-Lab Sense 8 SG, pocas veces hemos corrido a buen ritmo por esos terrenos disfrutando tanto. Tierra suelta, hierba mojada, barro, mucho barro, piedras pequeñas (tipo grava)… es por donde hay que pisar con una suela elaborada en un compuesto denominado Contragrip TA, una de las tecnologías que más destaca Salomon en estas zapatillas, que concede una adhesión al terreno difícil de igualar.
La disposición y diseño de los tacos ayuda a formar una especie de cuña que agarre bien en cada pisada, especialmente aterrizando con el medio pie, dotando de una seguridad muy perceptible y valorada por el corredor. Aquí se pone de relieve la importancia del diseño conjunto de la zapatilla (aquello de que queda como un guante) pues, junto a las prestaciones de la suela, hace que gracias a la precisión otorgada resulte muy fiable correr con ellas, pudiendo así el corredor dar el máximo de sí pese a moverse en terrenos irregulares y difíciles. Eso puede marcar la diferencia si se está compitiendo frente a otros rivales o contra el crono.
Pese a la poca superficie de contacto de la suela con el terreno, pues tiene 7 cm de ancho en el talón, quedándose solo en 5 cm en el medio pie, la estabilidad de las zapatillas ha sido buena. Gracias a la poca altura sobre el suelo y al buen ajuste, tiene mérito la estabilidad lograda con una suela tan estrecha. Nos da mayor confianza y precisión, justo lo que necesita un corredor para incrementar el ritmo de carrera pese a las dificultades del terreno.
También valoramos la buena respuesta de las Salomon S-Lab Sense 8 SG al desplazarnos en diagonal o por laderas, en las que el apoyo del pie se hace como buenamente se pueda. La torsión de las zapatillas es excelente, así como la movilidad que otorga la polaina (sujeta, pero no limita el movimiento) y la zona del talón, algo más rígida que el resto del upper, pero que mantiene una flexibilidad notable. Merece también destacarse que, gracias a esa misma flexibilidad del conjunto, son unas zapatillas ideales para afrontar grandes desniveles, sea en subida o bajada, manteniendo un fantástico grip, que nos permite una velocidad nada despreciable.
El tejido del upper, que tiene un tacto plástico debido a estar elaborado con una malla hidrófuga (no retiene el agua al mojarse), cuenta también con algunas salidas en la parte delantera (una especie de agujeros en la protección de la puntera), que junto a la protección de la polaina, son elementos que ayudan a transitar sin problema por superficies mojadas y, especialmente, con barro. Nos mojaremos, pero la evacuación del agua es muy rápida, sin que la zapatilla se empape y gane peso.
Por contra, no será buena idea utilizarlas en superficies duras, donde los tacos no puedan morder el terreno. Pa esta finalidad, existen sus hermanas gemelas, las Salomon S-Lab Sense 8, con una suela menos agresiva para terrenos compactos. Aquí debemos valorar las protecciones, muy escasas, de las Salomon S-Lab Sense 8 SG. Aunque el talón y la puntera son algo más rígidos, lo cual nos protegerá algo más, no será suficiente para movernos con seguridad por terrenos pedregosos, tipo canchales, y menos a ritmos muy competitivos. Igual cuidado habrá que tener si alguna piedra rebota y acaba impactando en la parte superior o del empeine. En cuanto a la planta del pie, las zapatillas cuentan con el Profeel Film, que nos ayudará a proteger la zona de los metatarsos, pero no evitará que notemos de manera importante la piedra que estamos pisando.
Soft Ground, suelos blandos hemos dicho.
Durabilidad
Durabilidad
El rendimiento de las Salomon S-Lab Sense 8 SG en cinco semanas de intensas pruebas ha sido en todo momento satisfactorio. Así pues, los materiales mantienen sus prestaciones, sin que el corredor haya notado alguna deficiencia al correr que nos haga dudar de la viabilidad de las zapatillas. Ahora bien, pese a seguir corriendo con ellas como el primer día, se pueden apreciar algunos signos de desgaste que merecen ser comentados, pues podrían ir en aumento en el transcurso del tiempo.
Así, la parte alta de la polaina ha perdido algo de ajuste, debido al quita y pon de estas semanas, no quedando siempre ceñida por encima del tobillo. Aunque por el momento sigue cumpliendo con su función protectora, evitando la entrada de piedras al interior, así como transmitiendo la sensación de ajuste perfecto en la zona del tobillo.
La suela de las Salomon S-Lab Sense 8 SG, llena de virtudes para los terrenos indicados más arriba, ha sufrido un desgaste que consideramos correcto para el uso realizado con las zapatillas, redondeándose los vértices y aristas de los tacos de mayor impacto al suelo. Ahora bien, consideramos que el mayor deterioro, y algunas pequeñas grietas que se han formado en algunos tacos, ha sido debido a los kilómetros recorridos con las Salomon S-Lab Sense 8 SG fuera de su territorio preferido. Esta suela está destinada a unos terrenos específicos (volvemos a recordar lo de Soft Ground), pero cuanto más transitemos fuera de ellos el desgaste prematuro del compuesto de la suela irá en aumento.
En cuanto al interior de la zapatilla, así como todo el tejido del upper, no hay nada que objetar. Pese a contar con escasas protecciones, no hemos apreciado ninguna rotura, enganchón o descosido. Mereciendo aquí la mejor valoración posible, pese al aspecto nada robusto de las Salomon S-Lab Sense 8 SG.
Autor: Sergio Perbech