S-LAB PULSAR 3

PROS:

- Ligereza. Es una zapatilla voladora, pensada para ir rápido desde el primer minuto.

- Buen fit. Es difícil de igualar la sensación de sujeción de la zapatilla con el pie.

-  Gran transpirabilidad.

-  Tacto amable. Se nota la fusión de la Salomon S-Lab Pulsar con la S-Lab Sense consiguiendo un equilibrio entre amortiguación y reactividad.

-  Calidad en los materiales y gran durabilidad del upper. El recubrimiento plástico en el upper junto con el tejido Matryx, lo hacen casi indestructible.


CONTRAS:

-  Falta de estructura en terrenos más técnicos y exigentes. Para corredores con poca técnica, el pie queda muy expuesto a choques con piedras, o golpes.

-  La suela. Sigue siendo el talón de Aquiles de estas Salomon S-Lab Pulsar 3. Aunque el taqueado está renovado y mejorado, sigue estando por detrás al grip de otras zapatillas de su gama.


POSIBLES MEJORAS:

-  Con una suela con algo más de grip, estamos seguros de que sería una de las zapatillas por excelencia en distancias cortas. Es decir, sería “la zapatilla”.

- Pensamos que el tacto de la mediasuela es algo chicloso con el paso de los kilómetros. Quizás un material con mayor densidad le daría una mejor estabilidad a la zapatilla.

Las Salomon S-Lab Pulsar 3 son unas zapatillas voladoras pensadas para correr rápido. Están orientadas al corredor ligero, que podrá utilizarlas en un mayor rango de distancias, llegando al maratón. Los corredores algo más pesados, creemos que el límite lo encontrarán en la media maratón, o pruebas algo más largas sin llegar al maratón.

El fit de la zapatilla es realmente excelente, la zapatilla queda unida al pie como si fuera un calcetín, algo que nos brindará una agilidad y una respuesta difícil de igualar. Sin embargo, la horma se vuelve más estrecha, tanto en la parte central como en la parte de los dedos, algo que, sin duda, jugará en contra a los usuarios con pies más anchos o que les gusten las hormas más holgadas. Tampoco es apta para usuarios que utilicen sus propias plantillas.

La suela de estas Salomon S-Lab Pulsar 3 sigue siendo el aspecto por mejorar, y es que, a pesar de estar renovado, con nuevo taqueado, mayor prominencia y dirección, sigue estando por debajo de otras zapatillas que podemos encontrar en el mercado. Eso sí, la durabilidad del taco se ha mejorado respecto a modelos anteriores.

El drop, bastante minimalista va en consonancia con la radicalidad de la zapatilla y el uso que recomendamos. Sin embargo, si no te gusta notar el terreno que pisas, quizás esta no sería tu zapatilla. El terreno se nota, sobre todo en zonas técnicas. Un aspecto que podemos trabajar con un periodo de adaptación a este tipo de perfiles.

En resumen, la Salomon S-Lab Pulsar 3 es una zapatilla de competición superágil, pensada para correr rápido con un plus de confort y amortiguación respecto a zapatillas voladoras anteriores de la marca.  Tienen una horma estrecha y un upper de Matryx realmente duradero y eficaz. La malla tipo calcetín abraza el pie de forma excelente y la sujeción será difícil de igualar.

Algo que ha caracterizado desde siempre la gama S-Lab de Salomon es su orientación a la competición. A su vez, si algo ha caracterizado la zapatilla S-Lab Sense, fuente de inspiración para esta Salomon S-Lab Pulsar 3, es su orientación a distancias más cortas y corredores con pesos más ligeros y rápidos.

Esta Salomon S-Lab Pulsar 3 ha adaptado lo mejor de la S-Lab Sense, pero adaptándolo al perfil que tenía la S-Lab Pulsar. Esta combinación genera un espectro mayor de corredores que sean capaces de pilotar estas nuevas zapatillas.

El factor limitante del tipo de corredor en este caso creemos que vendría dado por la distancia. En corredores algo más pesados sería una zapatilla para la corta distancia, kilómetros verticales o medias maratones. Los corredores más ligeros, podrían alargar la distancia hasta la maratón siguiendo una buena adaptación.

Otro aspecto limitante en esta Salomon S-Lab Pulsar 3 y que a su vez la define como una zapatilla de competición es su upper y su horma. La horma es realmente estrecha, sobre todo en la parte delantera. A su vez, la malla del upper que envuelve el pie es realmente estrecha y compresiva. Da la sensación de que podrías llevar la zapatilla sin necesidad de atártela. La sensación de unión entre el pie y la zapatilla es máxima, ofreciendo una respuesta increíble y una agilidad difícil de igualar. Ideal para los que busquen una zapatilla rápida y ágil para moverse rápido en zonas más técnicas. Sin embargo, poco recomendable para aquellos con pies anchos y que busquen una zapatilla estable y cómoda.

La fiabilidad que nos ofrece el compuesto Matryx que encontramos en el upper hace honor a su nombre. Ningún tipo de desgarro, ni rozadura, ni desgaste prematuro. Al contrario, el tejido, más allá de ser resistente es muy ventilado y transpirable. Eso sí, en condiciones de lluvia, la malla del upper se moja con facilidad y rápidamente el agua calará al interior de la zapatilla.

Un factor que suele ser usual en este tipo de zapatillas más voladoras es que no podremos adaptar nuestras plantillas a la zapatilla. Algo limitante para usuarios con problemas que radican en la posición de sus pies al correr.

Un último apunte que afecta al tipo de corredor viene dado por su media suela. El Energy Foam utilizado tiende más hacia la S-Lab Pulsar que hacia la S-Lab Sense. Encontramos un tacto super blando, incluso algo chicloso con el paso de los kilómetros. El tacto genera algo de inestabilidad en zonas rápidas y técnicas en las que necesitaremos un período de adaptación. Esto hace que se reduzca un poco el tipo de corredor y ponga en duda a los corredores con poca técnica de carrera, con problemas de estabilidad, o con facilidad para doblarse los tobillos.

Como hemos comentado, el factor limitante de estas zapatillas que va a hacer que sea válida para un corredor u otro es la distancia. En general, pensamos que es una zapatilla enfocada a la corta distancia. Con un máximo hasta la media maratón. Sin embargo, en corredores algo más ligeros, podrían alargar esta distancia hasta la maratón sin problemas. Esto es gracias al Energy Foam que encontramos en su media suela, con un tacto más amable y blando que las antecesoras S-Lab Sense.

A diferencia de las S-Lab Sense, la Salomon S-Lab Pulsar 3 no es una zapatilla que nos exija una gran musculatura en el tren inferior para poder llevarlas sin molestias. El impacto lo absorbe muy bien la media suela, y si como decimos, realizamos distancia hasta maratón, por norma general, podremos apretar en bajadas sin miedo a quedarnos sin piernas debido al desgaste muscular provocado por la amortiguación o el impacto.

La reactividad de la zapatilla es excelente, algo primordial en carreras de corta distancia dónde se busca por encima de todo la velocidad. Es relativamente fácil manejarse en ritmos altos ya que obtenemos una respuesta increíble por parte de la zapatilla sin necesidad de introducir la placa de carbono en su composición.

Por último, como hemos dicho anteriormente, son unas zapatillas que requieren un poco de adaptación si no estás acostumbrado a manejarte con estos perfiles. Aunque la primera toma de contacto es muy buena y amable, necesitarás algunos kilómetros para adaptarte a ella, saber como reaccionan y hasta qué kilometraje puedes estirarlas.

Las Salomon S-Lab Pulsar 3 han dado un paso adelante en cuanto a la capacidad para moverse por terrenos más difíciles. Son unas zapatillas ágiles y dinámicas que gracias a su gran respuesta y a su fit con nuestro pie, podremos manejarnos de forma fácil por terrenos más técnicos, en los que tenemos que apuntar con nuestro pie para pisar sobre superficies pequeñas e irregulares.  

Si algo va a determinar el tipo de terreno en estas Salomon S-Lab Pulsar 3 es su suela. A pesar de mantener el compuesto Contagrip, se renueva el taqueado, algo más prominente a modelos parecidos anteriores. El taco pasa a ser de 4,3mm de prominencia. En cuanto a la forma del taqueado encontramos dos zonas diferenciadas, la parte delantera y la trasera. En la parte delantera, el taqueado es unidireccional, agresivo y en forma de flecha hasta la puntera de la zapatilla. Sin embargo, en la parte trasera del talón, encontramos un taco más separado y desigual, que trabaja en dirección opuesta a la parte delantera para tener un mejor agarre en bajadas.

El termosellado que une las zonas plásticas del upper con la malla y el Matryx es realmente excelente y evita posibles enganchones con ramas u objetos salientes. En general, la zapatilla queda muy recogida y protegida de elementos externos susceptibles de enganchones. Algo que jugará a favor si nos movemos por zonas técnicas y estrechas.

La zapatilla se comporta bien en terrenos técnicos y rodadores. El taco de la parte trasera ayuda a moverse por zonas empinadas y el taco central de la parte delantera, junto y direccional, hace que la zapatilla sea muy dinámica y rodadora en zonas rápidas. El compuesto hace que la reactividad de la zapatilla sea buena, que, junto con la amortiguación, algo más blanda a lo que estábamos acostumbrados, la convierten en una buena opción para correr incluso rápido por zonas muy fáciles como pistas forestales.

Si algo pensamos que ha mejorado en estas Salomon S-Lab Pulsar 3 es su durabilidad. El compuesto Matryx del upper hace honor a su reputación y protege la zapatilla de forma excelente de todos los elementos externos que entran en contacto con la zapatilla. Después de utilizarla por todo tipo de terrenos, el upper no ha padecido ningún desgarro, ninguna rascada ni ninguna señal de desgaste prematuro. En resumen, está como nuevo.

Igual de resistente es la zona plástica que encontramos en la parte delantera de la zapatilla y que recubre la puntera. Ningún rasguño ni ningún punto en el que se haya desgarrado el plástico.

La malla del upper sigue igual de compresiva que el primer día, y se mantiene la sensación se sujeción compresiva.

El Quicklace, igual de funcional que siempre, sigue siendo eficaz y funcional y no ha presentado ninguna señal de desgaste.

Las costuras de la zapatilla siguen en perfecto estado. Algo que pensamos que juega a favor de ellas es que, en varios puntos de la zapatilla, la costura va recubierta del tejido plástico que hemos comentado y que este, a su vez, queda termosellado a la zapatilla.

A pesar de haber dado un paso al frente, la zona inferior de la zapatilla, como es de costumbre, sigue siendo la más susceptible al desgaste. La suela sigue siendo funcional tras los kilómetros, el taqueado delantero sigue en muy buen estado, mientras que el taqueado trasero sí que está algo más desgastado, aunque su efectividad sigue siendo buena.

Un pequeño detalle que hemos visto es que la unión del plástico termosellado a la suela se ha levantado un poco por la zona media donde se flexiona el pie al correr. Algo mínimo, pero que puede ir en aumento con el paso de los kilómetros.

En resumen, se ha mejorado sustancialmente la durabilidad de una zapatilla pensada para correr rápido por encima de correr largo. Esto hace que el volumen de kilometraje sea menor a una zapatilla más ultrera. El upper, en sí nos parece indestructible, y la suela algo más expuesta al desgaste, pero más duradera que versiones radicales anteriores.