Mochilas de Trail Running para Media y Maratón 2019
GALERÍA
DATOS TÉCNICOS
- Peso 357 g
- Precio 89,99 €
- Temporada SS18
- Capacidad 6.0 litros
VÍDEO
CONCLUSIONES
Primeras sensaciones y construcción
La Salomon Agile 6 tiene un peso medio (357 gramos) y está disponible en 4 colores (rojo, negro, azul y gris oscuro) y, a primera vista, es de una sencillez extrema comparada con otras mochilas disponibles en el mercado: una única bolsa trasera, sin bolsillos laterales. Ello hace que no sea una mochila adecuada para aquellos corredores “nerviosos” a los que les gusta tener a mano los diferentes elementos que van a usar durante una carrera.
Una vez puesta, la notamos bastante cómoda y que sujeta bien a la espalda. Para ello, en la parte interior de la Salomon Agile 6 han incluido a la altura de la parte superior de los omoplatos dos refuerzos en forma de acolchamiento extra para aumentar esa comodidad al llevar la Salomon Agile 6 cargada y minimizar el roce. El sistema de anclaje frontal de la mochila a nuestro cuerpo es sencillo pero efectivo mediante dos clips más gruesos de los usados en la gama S-Lab, pero que respecto a versiones anteriores de otras mochilas de Salomon, es prácticamente imposible que salten. Los clips pueden ponerse a cuatro alturas diferentes a gusto del corredor.
La Salomon Agile 6 es una mochila de talla única y ajustaremos la misma a nuestro cuerpo mediante las dos correas que tenemos en cada lateral que sirven para encontrar el tallaje que mejor se ajuste a nuestro cuerpo. Esto tiene como ventaja que si nos ponemos capas adicionales encima, siempre podremos expandir el perímetro y evitar que la mochila nos apriete en exceso y siempre vaya con el ajuste necesario para evitar el rebote al correr.
Introducción
Hablar de Salomon es hablar de un fabricante fundamental en el mundo del trail running. La casa de Annecy es un referente en todo lo relacionado con el deporte de montaña y algunos de los productos y desarrollos más icónicos del material técnico han salido de su laboratorio.
No obstante, en este caso, con la serie de mochilas de montaña Agile (disponible en 3 capacidades, 2L, 10L y, la que hoy nos ocupa, de 6L) Salomon ha querido centrar sus esfuerzos en fabricar una gama de mochilas de perfil bajo y con un precio bastante atractivo con el objetivo de acercar a la montaña a los corredores menos duchos en el mundo del trail. Sin embargo, no por ello han sido menos autoexigentes con la calidad de la gama y, tal y como veremos más adelante, la Salomon Agile 6 tiene algunos golpes escondidos que intentaremos revelar en esta review
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REVIEW
Sistemas de hidratación
Sistemas de hidratación
Como contrapeso a la sencillez que señalábamos que dominaba en las características de la Salomon Agile 6, el primer truco oculto que nos regala esta mochila es que nos ofrece nada menos que dos posibilidades en cuanto a hidratación.
Por una parte, para aquellos que prefieran una carga frontal, tenemos sendos bolsillos en las asas de la mochila para transportar dos bidones de hasta 500ml de capacidad. En el caso del sistema frontal de hidratación, la Salomon Agile 6 incluye con la compra de la misma los dos bidones Salomon Hidrapack de medio litro en su nueva versión en la que el cuello del flask está reforzado para evitar las grietas o roturas que sufrían en su anterior versión con el uso continuado. El único problema es que la boquilla en este caso es más pequeña y si queremos introducir, por ejemplo, pastillas de sales, seguramente deberemos partirlas.
Adicionalmente, tenemos una cremallera lateral en la mochila que nos da acceso a un espacio en el que poder llevar una bolsa de hidratación en la espalda de hasta 1,5 litros de capacidad, que incluye un clip para fijar la misma. En este caso, la Salomon Agile 6 no incluye la bolsa de hidratación trasera con lo que deberemos comprarla por separado si preferimos hidratarnos de esta forma. Al ser en una zona separada de la bolsa trasera, podremos recargar la bolsa de hidratación sin necesidad de quitar lo que hayamos cargado.
Compartimentos y extras
Compartimentos y extras
Como comentábamos anteriormente, la Salomon Agile 6 cuenta con una única bolsa trasera de 6 litros de capacidad, sin bolsillos laterales. Dentro de la bolsa trasera han incluido un bolsillo interior con cremallera para que podamos guardar aquellos elementos especialmente importantes y que no queramos perder, como las llaves del coche, dinero, etc…
El tener una única bolsa trasera hace que no sea una mochila adecuada para aquellos corredores a los que les gusta tener a mano los diferentes elementos que van a usar durante una carrera. No obstante, podemos ganar algo de capacidad de transporte si usamos el sistema de hidratación trasero, de manera que podremos liberar los bolsillos en las asas de la mochila para poder llevar geles u otros elementos de fácil acceso en lugar de los dos flasks que vienen con la Salomon Agile 6.
Como contrapartida, debemos decir, que al estar preparada para fijarse en la parte alta de nuestra espalda, y por al haber configurado la bolsa trasera con doble cremallera, si ponemos las mismas a las “doce en punto” al cerrar la Salomon Agile 6, con una mínima flexibilidad en nuestros brazos se puede conseguir abrir el compartimento trasero con la mochila puesta y alcanzar lo que hayamos situado en el bolsillo interior sin necesidad de quitárnosla.
El segundo golpe oculto de esta Salomon Agile 6 es que incorpora un sistema portabastones 4D en el que mediante un simple sistema de dos bridas ubicadas en la parte superior e inferior de la mochila, respectivamente, se consigue implementar un fácil sistema de anclaje de los bastones plegables o retractiles a la mochila, y que facilita un acceso sencillo a los mismos mientras estamos en carrera sin necesidad de quitarse la mochila y sin apenas perder segundos tanto para asirlos a la Salomon Agile 6 como para retirarlos.
Si vamos a usar la mochila en alguna carrera nocturna, podemos decir que la Salomon Agile 6 incluye algunos elementos reflectantes en su parte trasera aprovechando el logo de Salomon.
Un extra que hubiera sido fácilmente incorporable a la Salomon Agile 6 y que hubiera ido en línea con la sencillez buscada es un silbato de emergencia pero, en este caso, la casa francesa no lo ha estimado conveniente.
Comportamiento en carrera
Comportamiento en carrera
La Salomon Agile 6 ha tenido un comportamiento razonablemente bueno en carrera. Por una parte, al estar fijada en la parte alta de nuestra espalda, su agarre a la misma es muy bueno y, por otra parte, nos permite si lo consideramos pertinente llevar un cinturón de hidratación que complemente la falta de bolsillos accesibles a la que hacíamos antes referencia, sin que se solapen en ningún momento.
Por desgracia, esa fijación al pecho se pierde en gran medida a la que vamos cargando la mochila y, en particular, si llevamos los dos flasks de hidratación llenos. En ese caso, el rebote en la parte delantera, es pronunciado a pesar de llevar la mochila ajustada y al ser una mochila de tiro alto, incluso en algún rebote han prácticamente rozado nuestra cara. Por el contrario, a diferencia de lo que ocurre con otras mochilas de un solo tallaje y que se ajustan lateralmente, en este caso, no nos ha sido necesario realizar ni un solo ajuste a las tiras laterales por que se hayan aflojado durante la carrera incluso en salidas de varias horas.
Aunque en general suele ser beneficioso que la mochila vaya situada tan arriba en nuestra espalda ya que palia en gran medida el efecto rebote al correr, en nuestro caso, debemos decir que ha tenido en algún momento un punto negativo, especialmente en aquellas salidas en la que llevado la Salomon Agile 6 con poca carga ya que hemos tenido que subirnos la camiseta a la altura del cuello o ponernos un buff por que la mochila nos rozaba un poco el cuello al correr. Al incluir un poco más de peso, la mochila se ha asentado más sobre nuestros hombros y esa fricción ha desaparecido por completo.
En cuanto a su transpirabilidad, cabe decir que la parte de la Salomon Agile 6 que está en contacto con la espalda está construida con una malla suave 3D que consigue que la pared interior de la mochila se adapte perfectamente a la misma, creando una pequeña cámara de aire que facilita la transpirabilidad. El problema lo hemos encontrado en que dicha transpirabilidad ha hecho que el sudor se haya transferido al bolsillo interno de la mochila y en salidas largas en que transportamos barritas energéticas de chocolate en mismo, éstas se deshicieron completamente.
En cuanto al portabastones 4D solo tenemos buenas palabras, funciona en carrera sin incidencia alguna. Hemos cargado con bastones plegables y no hemos tenido ningún tipo de rebote ni los palos han bailado sin que sea necesario que nos quitemos la mochila para ponerlos o quitarlos.
Impermeabilidad
Impermeabilidad
El tejido exterior de la Salomon Agile 6 no dispone de ningún tratamiento de impermeabilidad, pero en cambio ofrece una resistencia al agua de 500mm, que no es demasiado si nos alcanza una tormenta con algo de intensidad, de manera que si al echar un vistazo al parte meteorológico vemos que hay probabilidad de lluvia sugerimos llevar aquellos elementos más sensibles, como pueden ser los dispositivos electrónicos, dentro de bolsas impermeables.
Resistencia y durabilidad
Resistencia y durabilidad
En cuanto a la durabilidad, basta decir que la Salomon Agile 6 está fabricada con tejido ripstop. Para el que no lo conozca, el ripstop es un tejido antidesgarro que incorpora en su entramado hilos más gruesos de alta resistencia (habitualmente nylon) y que se utiliza normalmente para fabricar ropa o equipamiento que requiera gran durabilidad como, por ejemplo, los paracaídas. Por ello, no es de extrañar que la Salomon Agile 6 haya resistido muy bien los enganches y rozaduras con la vegetación, que la hayamos arrastrado por nieve y barro y todo siga en perfecto estado de revista, desde las cremalleras hasta las correas laterales, sin que tras un examen minucioso hayamos encontrado ningún descosido.
En resumen, la Salomon Agile 6 es una mochila de aspecto sencillo pero robusta y con vocación de durabilidad en el largo plazo y que no nos decepcionará en este aspecto.
Conclusiones
Conclusiones
La Salomon Agile 6 es una mochila ideal para aquellos corredores que se están iniciando en el mundo del trail y no quieren realizar una inversión desmesurada en mochilas demasiado “profesionales”, como puede ser la gama alta de Salomon S-Lab, para todo tipo de salida por la montaña sin importar la distancia en las que tengamos intención de llevar determinado equipamiento básico al que no tengamos que recurrir con demasiada frecuencia por las razones ya expuestas. Por ello, puede sernos muy útil también para hacer salidas de trekking, ir en bicicleta o incluso alpinismo (de hecho, el sistema portabastones 4D sirve también para colgar un casco, si es necesario).
Al no estar enfocada la Salomon Agile 6 a los profesionales, no es una mochila especialmente ligera pero es muy correcta para el que valore más la versatilidad, durabilidad y la comodidad de una mochila a un precio razonable. Seguramente, tiene aspectos mejorables y podría incorporar muchas más características que la hicieran atractiva pero para ello la casa francesa tiene mochilas de otras gamas (y mucho menos económicas) que cubrirán nuestras necesidades si finalmente nos decidimos dar un paso más allá en el mundo del trail.
PROS:
1. A pesar de ser una mochila aparentemente sencilla, incluye algunos “trucos” ocultos que la hacen más completa de lo que parece a simple vista.
2. Un doble sistema de hidratación que satisface todas las opciones.
3. Durabilidad y resistencia.
CONTRAS:
1. Contraindicada para los dubitativos que constantemente meten y sacan cosas de la mochila.
2. A pesar del sistema de ajuste lateral, hay cierto rebote en la parte delantera al correr especialmente cuando llevamos los bidones cargados.
3. Teniendo en cuenta que es una mochila pensada para salidas de media o media larga duración, la resistencia al agua de la mochila se nos queda corta.
POSIBLES MEJORAS:
1. Bajar ligeramente los bolsillos centrales en las asas podría dar espacio para un bolsillo extra donde llevar barritas.
2. Añadir algún extra de no excesivo coste, como puede ser un silbato, para mantener esa línea de sencillez sin tener que saltar a la gama alta de Salomon.
Autor: Joaquim Guallar