RUNNING

PROS:

1. La sensación de dinamismo y libertad que aporta el almohadillado y separación del primer dedo.

2. Un gran ajuste mientras corremos. El calcetín, prácticamente compresivo, no se baja ni se mueve el pie dentro del mismo

3. El diseño nos proporciona ese extra de densidad y amortiguación en las zonas más comprometidas por la fricción y el impacto.


CONTRAS:

1. No son unos calcetines especialmente diseñados para el trail, por lo que hay margen para la mejora.

2. En condiciones atmosféricas extremas, de frío o calor, probablemente el tejido no nos responderá todo lo bien que esperamos.


POSIBLES MEJORAS:

1. Probablemente, para salidas más técnicas o montañosas sería mejor una disposición algo diferente de los acolchados.

2. Fabricar diferentes longitudes o alturas de caña para cubrir a un espectro mayor de corredores

3. Alguna línea reflectante podría favorecer las salidas nocturnas.

Cuando unos calcetines están diseñados por unos podólogos con más de 30 años de experiencia, acostumbrados a ver todo tipo de patologías en corredores, sabes que estás ante un producto que está fabricado con conocimiento de causa y, por tanto, no podemos dejar de probarlo.

Promocionados como los primeros calcetines biomecánicos, los Podoks son una pequeña revolución en el mundo de los calcetines de running ya que con su construcción logran el objetivo de reducir la fatiga muscular y prevenir las lesiones deportivas como la fascitis plantar, así como potenciar el rendimiento en carrera a través de un impulso digital más ligero y eficiente. Por ello, los Podoks son unos calcetines que, aunque no son específicos para corredores de montaña, tienen todas las características que los hacen altamente efectivos, especialmente para carreras y entrenamientos más rápidos y menos técnicos ya que la biomecánica en la que piensan está más centrado en el entrenamiento en pista y/o entrenamiento de series y la carrera urbana que en la del Trail, donde la dinámica de la pisada es algo diferente y multidireccional debido a la irregularidad del terreno. 

Dicho esto, podemos decir que los Podoks son unos calcetines de alto rendimiento, para el que quiere correr con todas las garantías de un buen calcetín, de peso contenido (según nuestras mediciones peso de 60 gramos), diseñados especialmente para proteger aquellas áreas del pie que suelen darnos más problemas, dando como resultado final de aplicar todas estas tecnologías y conocimiento el máximo rendimiento biomecánico con la mínima fatiga muscular, mediante la aplicación de diferentes acolchados con efecto biomecánico directo sobre el tobillo -pie y resto de extremidad inferior y, sobre todo, la peculiar separación del primer dedo del pie del resto de calcetín que, tras nuestras pruebas, hemos encontrado muy acertada.

Aun así, en cuestiones como la compresión, la termicidad y la disposición de algunos de los acolchados, creemos que tendrían cierto margen de mejora o adaptación a las especiales características del Trail para fabricar una versión de los Podoks mucho más específica, no sin considerar que este primer lanzamiento es realmente rompedor y abre muchas posibilidades en la evolución de una pieza del vestuario que suele ser la gran olvidada. Esperemos que los fabricantes de Podoks se animen con esa versión… ¡la estaremos esperando!  

Aunque solo los podemos encontrar en dos colores (negro y blanco) y una única longitud de caña alta, los corredores podrán elegir entre cuatro tallas diferentes (desde XS hasta XL) lo que alcanza para que puedan ser usados por la práctica totalidad de corredores.

Los corredores acostumbramos a centrarnos en la comodidad y ligereza de las zapatillas, si se ajustan bien al pie, son más o menos acolchadas o son reactivas, para luego olvidarnos completamente de los calcetines que usamos, cuando pueden ser determinantes en nuestras carreras y salidas, especialmente en la larga distancia, potenciando nuestro rendimiento o convirtiéndolo en un vía crucis.

La sensación al ponernos los Podoks es excelente. Aunque cuesta un poco ponérselos y ajustarlos bien debido a su compresión y la innovadora separación del primer dedo, lo cierto es que una vez nos acostumbramos a usarlos, se ajustan como un guante, no son ásperos y notamos los diferentes acolchamientos situados estratégicamente en las zonas más comprometidas del pie así como la libertad con la que podemos movernos. 

En este sentido, tal vez el elemento que salta más a la vista es el almohadillado y separación del primer dedo del pie con el fin de proporcionar un agarre más seguro y mejor impulso en la zancada y, aunque éramos escépticos y nos ha llevado un par de salidas acostumbrarnos, lo cierto es que lo mejor que podemos decir es que no nos habíamos apercibido de como trabajaban como un bloque rígido nuestros dedos en los calcetines tradicionales, hasta que hemos tenido la posibilidad de probar los Podoks. Nos ha entusiasmado el dinamismo que nos aporta y, sobre todo, la sensación de autonomía.  

Una vez en carrera, adicionalmente a la libertad de nuestro dedo gordo del pie, lo que más nos ha sorprendido es como trabaja todo el sistema de protección del pie. Por una parte, entre el 2º y 5º metatarsiano se ha incluido un almohadillado que cubre gran parte del antepié para proteger la fascia plantar y disminuir la fatiga en carrera y, de igual forma, otro cojín recubre todo el talón para reducir el impacto y mejorar la amortiguación. Conectando las dos áreas, todo el arco del pie está cubierto de una banda elástica de compresión que aumenta la estabilidad de la pisada y nuestra dinámica. Con todo este sistema, los Podoks consiguen que nos sintamos más protegidos y confortables en aquellas zonas donde solemos sentirnos algo más vulnerables.

Tal y como se ha indicado, los Podoks los podemos encontrar en 4 tallas. En nuestro caso, hemos usado los L (talla 42-44) y teniendo un 43,5 de pie, el ajuste ha sido simplemente perfecto, sin que lo hayamos sentido holgado en ningún momento, más bien al contrario. En ese sentido, aunque en principio no se publicita como tal, si se trata de calcetines compresivos, por lo que se nota claramente el ajuste y cierta presión, en nuestro caso en el empeine, que, aunque al correr no nos ha molestado y ha fijado el calcetín completamente, si que nos ha dejado cierta marca y enrojecimiento, pero no ha pasado de ahí. En este sentido, debemos remarcar que el propio fabricante señala que, si se padece de adormecimiento o calambres en el pie, no recomienda el uso de los Podoks.

Por otra parte, a diferencia de lo que suele ocurrir con los calcetines de Trail y Running, donde debemos prestar atención de cuál es el calcetín derecho e izquierdo, en este caso, por su diseño, es imposible que nos confundamos ya que no es posible cruzar los mismos.  

También es destacable que los Podoks están construidos con una sola longitud, algo más altos de lo que a nosotros en particular nos gusta (dentro de la clasificación H1 a H6 de menos a más alto, estamos en H5) si bien lo que tiene como ventaja el darnos un poco más de protección frente a rozaduras con hierbas, zarzas, etc…  e impedir que nos entren elementos externos como el polvo o piedrecitas en el pie, así como el hecho de que tanto en el color blanco como en el negro, no incorporan ningún elemento reflectante que nos pudiera hacer algo más visibles en la noche.

Los calcetines Podoks no están categorizados por el fabricante español dentro de ninguna categoría especifica en cuanto a su uso para unas temperaturas determinadas, sin que tengamos constancia de que se hayan incorporado zonas de mayor transpiración en los puntos donde suele haber una mayor sudoración, lo que, por otra parte, sería algo complicado, como hemos comentado, debido a los diferentes grosores de las zonas más reforzadas de los calcetines.

No obstante, si debe resaltarse que los Podoks están fabricados con tejido Coolmax, uno de los tejidos de polyester más conocidos para este tipo de prendas, y que se caracteriza por su capacidad de evaporación del sudor, ya que es capaz de transportar la humedad del sudor hacia el exterior permitiendo que se evapore, lo que obviamente conlleva una capacidad de secado bastante rápido. Por el contrario, no tiene características que nos protejan contra el frío, como en el caso de las prendas térmicas. 

En este sentido, las pruebas que hemos realizado con los Podoks han sido durante este extraño invierno en que hemos tenido temperaturas entre 0 y 15 grados, habiéndonos sentido probablemente más cómodos cuando las temperaturas han estado más cercanas al límite superior. No obstante, a pesar del tejido coolmax no sabemos cuál será su comportamiento en verano, cuando nos acerquemos a temperaturas en los treintas, ya que el grosor de algunas zonas nos hace temer cierto recalentamiento.

Dicho esto, tras todas nuestras pruebas, aunque en unas condiciones atmosféricas no especialmente exigentes, podemos decir que los Podoks han satisfecho con creces todas nuestras expectativas sin que hayamos sufrido en nuestros pies ningún tipo de rozaduras, ampollas o recalentamientos.

En cuanto a los olores, podemos decir que el tejido Coolmax, además de por su transpirabilidad destaca por tener un tratamiento anti-bacteriano, de tal forma que no solo protegen nuestros pies, sino que además nos previenen de olores y posibles hongos e infecciones.

Basta ver el empaquetado de los calcetines y tenerlos en las manos para darse cuenta que los Podoks son unos calcetines fabricados con mucho cuidado, casi artesanal, y plena atención a los detalles, aplicando las tecnologías patentadas por sus propietarios y materiales de primera calidad que no nos extrañaría que les permita hacerse un hueco entre las preferencias del público corredor.

Tras hacer uso de ellos en varios entrenamientos y salidas de media y larga distancia y duración, con sus correspondientes lavados, nuestra impresión es que los Podoks no han perdido ni un ápice de sus cualidades estéticas (el color blanco no se ha oscurecido o se han formado las clásicas borlas) ni sus prestaciones en cuanto a ajuste y compresión se han resentido.

En aquellas zonas donde suele haber mayores roces y fricciones dentro de la zapatilla como pueden ser las punteras y el talón, siguen como el primer día gracias seguramente a que precisamente las zonas más acolchadas y reforzadas de los Podoks son aquellas que sufren más en la carrera.

Como siempre señalamos, el uso que les demos, las condiciones climatológicas en que llevemos los Podoks y como los lavemos acabarán afectando de forma determinante a su durabilidad. Por ello, siempre vale la pena seguir los consejos que acostumbramos a repetir: no usar agua caliente ni suavizantes, centrifugar a baja velocidad y secarlos en la sombra si es posible.

Según el fabricante su vida media efectiva oscila entre los 700-900km.