Las mejores zapatillas de Trail Running 2023 para carreras Cortas
GALERÍA
DATOS TÉCNICOS
- Peso 290 g
- Precio 160,00 €
- Drop 6 mm
- Peso corredor Medio
- Tipo terreno Graso / Descompuesto
- Uso Corta distancia
VÍDEO
CONCLUSIONES
Pros & Contras
PROS:
- Sujeción y agarre en soft ground.
- Sistema de drenaje.
- Zona polaina: Cómoda y protege muy bien.
CONTRAS:
- Reactividad de la media suela.
- Rocker con poco dinamismo.
- Empeine: Molestias si tensamos mucho los cordones.
Conclusiones
Con las OriocX Etna 23 Pro el fabricante se propuso un reto nada fácil. Crear unas zapatillas de competición que puedan utilizarse en disciplinas parecidas, pero no iguales. Originalmente pensadas para carreras de obstáculos (Spartan Race), aunque también para el Trail Running, pruebas de SwimRun y otras aventuras.
Hemos intentado averiguar si esa versatilidad penalizaba en nuestro ámbito, probando las zapatillas pensando en las carreras de montaña. Teniendo presente todo lo expuesto a lo largo de la review, concluimos que tenemos zapatillas para ir al monte, desde luego, aunque con algunos matices.
Así, las OriocX Etna 23 Pro se han mostrado como un calzado idóneo para el Trail más técnico, en el que es más relevante la dificultad del terreno que la distancia o la cantidad de kilómetros a recorrer. En este segmento, incluso supera el nivel medio de las zapatillas de Trail Running, pues lejos de buscar cierta polivalencia son una clara apuesta para el terreno más complicado y, aunque parezca una contradicción, menos apto para correr.
Gracias al diseño de la zapatilla y la buena calidad de sus materiales, no hemos encontrado carencia alguna, aportándonos una estabilidad y precisión al correr que no es fácil de lograr en terreno técnico. Deben destacarse aquí especialmente las buenas aptitudes mostradas para correr en zonas húmedas y en las que hemos metido los pies dentro del agua. Es muy reseñable el sistema de drenaje, rápido y eficiente, que evita empapar (dentro de lo posible) el tejido y permite un secado más rápido de lo habitual.
Por el contrario, no estamos ante un calzado para rodar largo y sostenido. Con un perfil bajo y una amortiguación algo dura, no elegiríamos las OriocX Etna 23 Pro para hacer un Trail pistero, menos aún si es rápido, en el que se busca correr de forma fluida. En tal caso, nos van a ir mejor unas zapatillas más convencionales y cercanas a las de asfalto, por su dinamicidad y flexibilidad, que no son los puntos fuertes de las nuestras.
Tenemos unas zapatillas bien trabajadas, competitivas, pero muy orientadas a lo suyo. Por tanto, una buena propuesta para corredores ligeros, técnicos, con buena musculación y experiencia. Hay que tener ganas de dar guerra, del Trail más atrevido, y de competir en las pruebas más heterodoxas. Para quienes no sepan decir que no a las propuestas más peculiares (por no decir locas).
INFOGRAFÍAS
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REVIEW
Tipo de corredor
"Me gusta meterme en líos."
Tipo de corredor
"Me gusta meterme en líos."
Las OriocX Etna 23 Pro tienen una estética que ya nos indica por dónde van los tiros. Una suela con un taqueado muy marcado, horma afilada, upper consistente y un acabado superior en polaina. Lejos de modelos que emulan las zapatillas de asfalto y voladoras, parecen más hechas para meterse en faena.
Sus 290 gramos de peso y un drop de 6 mm son valores que las sitúan más cerca del calzado ligero que el pesado. Aunque dentro del mundo del Trail Running quedarían en un acertado término medio, que permiten sentir ligeros los pies y se pueda correr rápido cuando sea requerido.
Tenemos que confesar que somos un poco reticentes a las zapatillas con polainas. Aunque evidentemente eviten en mayor medida la entrada de piedras y tierra, la falta de acolchados en el collarín, en muchas ocasiones, causa molestias que, con suerte, van desapareciendo conforme el pie se acostumbra a la zapatilla (o al revés). Pues bien, con las OriocX Etna 23 Pro desde el primer día no hemos tenido ningún tipo de molestia en este sentido. Pese a la falta de acolchados que envuelvan el tobillo, el ajuste ha sido muy bueno sin causar llagas o roces, ni siquiera en las salidas más largas y calurosas. Al menos para nuestros pies, esta polaina ha sido la mejor de todas las probadas hasta hoy.
La sujeción general del pie ha sido siempre muy buena. Si bien la horma tira a estrecha, en la zona de los dedos hay espacio suficiente para moverlos, manteniendo el resto del pie bien fijado en el interior de la zapatilla. En el talón tenemos unos contrafuertes bien definidos (se puede apreciar como la media suela crece en esta parte, denominada Stable Zone), la zona del arco plantar es estrecha (también se levanta por ambos lados la media suela con los rígidos refuerzos Arch Grip). Por arriba, tenemos un upper que se ciñe al empeine perfectamente gracias a los cordones de atado ultra rápido (tipo cable, con un bolsillito para guardar el sobrante). Aunque cuidado con los cordones, pues si nos pasamos tirando de ellos (que no hace falta apretar tanto) vamos a notar su molesta presión en el empeine, pues no hay protección o acolchados en esta parte.
Consideramos que las características descritas son la clave para entender la sujeción percibida en todo momento, pese a las dificultades del terreno y por muy irregular que fuera la pisada que tuviéramos que hacer. Esa sujeción única ha hecho que nos sintamos más seguros al correr y, además, ha implicado una estabilidad magnífica. Una valorable ayuda que todos podrán aprovechar, bien sea para aumentar velocidad o simplemente transitar sin miedo en las zonas más complicadas.
Teniendo presente que estamos ante un calzado que no solo está pensado para el trail running, sino también para disciplinas en las que se corre pero que son más heterodoxas (como las carreras de obstáculos), estas cualidades son especialmente reseñables, siendo más que suficientes para nuestro deporte.
Sin ser unas zapatillas incómodas, ya hemos dicho que no se caracterizan precisamente por sus acolchados, que son insignificantes. Añadimos también que el perfil de la media suela es bajo, y recordamos la horma estrecha. Si bien hemos subrayado la sujeción y estabilidad como puntos fuertes (virtudes que ayudan a los menos ágiles), lo que ahora se menciona sirva para advertir que es un calzado más recomendable para corredores ligeros y con cierta experiencia.
No en vano, OriocX ha desarrollado estas zapatillas trabajando de forma estrecha con Albert Soley, atleta del mundo de las carreras de obstáculos, pensando en crear un modelo para competir y dar el máximo en todo tipo de pruebas. De ahí que, en el ámbito del trail running, serán los corredores más competitivos, y especialistas en los terrenos precisamente menos aptos para correr, quienes vayan a sacar mejor partido de esta singular propuesta.
Distancia
"Dame obstáculos, pero no kilómetros."
Distancia
"Dame obstáculos, pero no kilómetros."
Se ha mencionado ya que las OriocX Etna 23 Pro tienen un perfil bajo, y eso que respecto a la versión antecesora de este modelo (las Etna 21 Pro) se ha aumentado su grosor, con mayor amortiguación de las zapatillas. El fabricante nos dice que se ha trabajado para mejorar la reactividad y la sensación Memory Foam, afirmando que se pueden correr trails de hasta 65 kilómetros sin fatigar los pies.
Añadimos que los prominentes tacos (de 8 mm) también ayudan a amortiguar en cada pisada, al igual que la plantilla. En la parte inferior de esta última se pueden apreciar, además, unos ligeros refuerzos en zonas de mayor impacto, que evitan el desplazamiento de la plantilla en el interior de la zapatilla y también dan un punto más de protección en la zona plantar.
Tenemos presente que con las Etna 23 Pro OriocX nos presenta un calzado polivalente, en tanto que pretende responder a las demandas de variedades deportivas algo diferenciadas, aunque todas sean derivadas del running. Ahora bien, en cuanto a lo que aquí nos interesa, resulta inevitable (y creemos que así ha de ser) que nuestra valoración se haga pensando en su utilización dentro de todas las variables de trail running, pero bajo la óptica de este deporte que es correr por la montaña.
Dicho lo anterior, al correr con las OriocX Etna 23 Pro hemos percibido un tacto más bien duro. El compuesto de la media suela no retorna la energía del impacto de la pisada al corredor, por lo que la reactividad en carrera no ha sido su fuerte. Especialmente apreciable si realizábamos salidas de carrera sostenida, en las que a lo largo de los kilómetros se echaba en falta un mayor dinamismo, y más si queríamos imprimir un ritmo rápido.
El rocker de estas OriocX Etna 23 Pro no está nada pronunciado, lo cual tampoco ha ayudado a realizar la transición de la pisada de una forma eficiente y sutil, quedando así limitado el dinamismo de carrera. Está claro que no se trata de unas zapatillas rodadoras para larga distancia, pero un poco de “efecto balancín” habría compensado algo la falta de reactividad de la media suela.
Por suerte no son unas zapatillas pesadas y en cuanto a transpiración han tenido un buen comportamiento. Tanto en los días de mayor calor como en las salidas más largas no hemos acusado acumulación de sudor, ni nos ha molestado la temperatura en el interior de las zapatillas. En este sentido, no hemos tenido limitación alguna para seguir sumando kilómetros en nuestras pruebas.
Pero recordando la respuesta percibida en carrera pura y dura, nos decantamos claramente por la corta distancia con estas OriocX Etna 23 Pro. Manteniéndonos en distancias que no superaban los 20 kilómetros hemos podido disfrutar de sus cualidades, sin que llegara a ser manifiesto un mayor cansancio al deseado en nuestras piernas. Alargar más allá la carrera hacía que echáramos ya en falta esa mayor reactividad de la que venimos hablando.
Tipo de terreno
"No me lo pongas fácil."
Tipo de terreno
"No me lo pongas fácil."
El diseño de la suela de las OriocX Etna 23 Pro es muy definitorio: grandes tacos de 8mm muy espaciados entre sí. Eso apunta a lo que solemos denominar como terrenos blandos, en los que pueda haber barro o, incluso, nieve. Cuentan con unas rígidas protecciones en los laterales de la zona media (arco plantar), denominadas Arch-Grip, que han de servir para hacer fuerza al subir por cuerdas y otros tipos de obstáculos.
Tal y como esperábamos, al correr sobre zonas técnicas en las que los tacos pudieran morder el suelo, el agarre ha sido muy bueno. No nos han fallado en ningún momento, fuera hierba, barro, tierra o piedras sueltas, hemos corrido sin notar pérdida de grip o tener algún resbalón. Al margen del comentado diseño de la suela, el caucho con el que está fabricada ha funcionado de fábula.
Con pendiente pronunciada, en subida se ha mantenido siempre toda la tracción, sin resbalar hacia atrás o escarbar con el pie (como hacen los toros al embestir). En bajadas recordamos especialmente un día con un tramo técnico de unos 4 kilómetros, en el que disfrutamos aumentando la velocidad progresivamente, gracias a la precisión y buen agarre en todo momento.
En pisadas difíciles, en las que no se podía apoyar toda la suela, giros bruscos o al transitar por laderas, ese buen agarre junto a la estabilidad de la zapatilla nos ha permitido también correr rápido y seguro por las zonas que habitualmente resultan más complicadas y que requieren de mayor concentración en el Trail Running.
Además, si pisábamos sobre piedras la protección del conjunto de las zapatillas y, particularmente, una placa de 1 mm que incorporan en la suela han sido suficientes para evitar molestias. Las plantas de los pies no han tenido que aguantar ninguna punzada al impactar contra alguna que otra roca.
La idoneidad de las OriocX Etna 23 Pro para los terrenos más técnicos, a partir de lo que estamos describiendo, también la hemos encontrado al correr sobre mojado y, especialmente, si metíamos los pies de lleno en el agua (como al cruzar arroyos o transitar terreno muy empapado). Aquí es muy destacable la filosofía del fabricante al buscar una solución para estas situaciones: en lugar de evitar la entrada de agua han facilitado su salida. Con un tejido que evita la absorción del agua y que permita un rápido drenaje de la misma, junto a unas bandas o especies de cortes (se pueden apreciar en el lateral interior, en la zona de la puntera) por los que se expulsará el agua al realizar la presión de la pisada al correr.
Casi como si escurriéramos una esponja, hemos podido apreciar tras cruzar un río cómo se producía la salida del agua. Los pies se mojan, pero no hemos tenido la sensación de que se empaparan y ganaran peso las zapatillas, quedando secos si pasábamos a correr fuera de zonas húmedas en menos tiempo del que pudiéramos pensar. Sistema eficiente y muy interesante para corredores que suelan entrenar con mucha presencia de terrenos húmedos y que tengan que cruzar constantemente zonas encharcadas o ríos.
Si hacemos mención al upper de las OriocX Etna 23 Pro, cabe recordar la consistencia en toda la zona del talón (añadiendo que tenemos una tira reflectante en el tendón de Aquiles), junto a los refuerzos de PU (un tipo de poliuretano) en la puntera y que se extienden casi hasta el medio pie. Pese a no ser duras, han cumplido con su función protectora, siendo dignas de un calzado pensado para el terreno más técnico y fuera de caminos. En cuanto a la polaina/calcetín, ha quedado siempre ajustado a la zona del tobillo, evitando que se colara tierra y piedras, protegiendo perfectamente esa entrada en todo momento.
Recordando que se trata de unas zapatillas orientadas también a competiciones de obstáculos, las OriocX Etna 23 Pro han mostrado unas prestaciones totalmente equiparables al mejor calzado para el Trail Running más técnico que podamos encontrar en el mercado.
Durabilidad
"Dura y duradera."
Durabilidad
"Dura y duradera."
Ha quedado claro en los apartados precedentes que donde mejor han funcionado las OriocX Etna 23 Pro ha sido en las circunstancias más difíciles, donde el terreno es menos apto para avanzar de manera rápida y evidente, así como cuando se requiere de mayor pericia por parte del corredor.
Para llegar a esas conclusiones hemos puesto a prueba las zapatillas en lugares poco amigables, en los que encontrarnos ambientes de cierto nivel de hostilidad fuera lo más común. Eso significa constantes roces y choques, cambios en los apoyos y pisadas irregulares que forzaban el calzado más de lo habitual.
Decimos todo lo anterior para poner en valor el buen resultado de las OriocX Etna 23 Pro, en cuanto a la resistencia mostrada tras estas seis semanas de pruebas. Sin duda se trata de un calzado fuerte y robusto, elaborado a conciencia y con materiales que nos han mostrado estar a la altura de lo esperado para unas zapatillas que deben resistir las situaciones descritas.
Si en la suela se advierte ahora cierto desgaste, consideramos que resulta acorde a lo vivido todos estos días. El perfil de los tacos que mayor impacto han sufrido se ha redondeado un poco, incluso apreciamos algún ligero corte. Pero ya sabemos que correr sobre rocas no es gratis, y el peaje pagado nos parece justo. Pese a estas señales de uso, es importante destacar que la buena adherencia y seguridad transmitida al corredor se mantiene equivalente a la de los primeros días.
El upper de las OriocX Etna 23 Pro ha tenido que sufrir lo suyo, pero no nos da muestras de ello. Todas las protecciones siguen perfectamente, siendo destacable que están muy bien enganchadas gracias a un sistema de termosellados al que se añade la costura de las mismas, sin producirse ninguna despuntadura. Ni los roces ni los constantes cambios de seco a mojado han afectado lo más mínimo, estando igual de bien tanto zonas laterales como otras más expuestas (como es la puntera).
En definitiva, las prestaciones descritas a lo largo de la presente review, tales como agarre, respuesta en carrera o protección de nuestros pies, mantienen el mismo nivel sin sufrir pérdida que resulte apreciable al corredor, por lo consideramos que podremos seguir buscando los caminos más difíciles con estas OriocX Etna 23 Pro durante muchos kilómetros.
Autor: Sergio Perbech