Curiosidad es lo que sentíamos hacia las RaidLight Team R-Light 004, por todo lo expuesto anteriormente y más curiosidad aún la que empezamos a sentir cuando cayeron en nuestras manos porque, al abrir la caja y verlas al natural por primera vez, te encuentras ante unas zapatillas que tienen algo diferente a las demás. Ni bueno ni malo a priori, simplemente sientes esa aura de que algo especial tienen.
Lo primero que llama la atención es indudablemente el tipo de atado, que no es el cruzado tradicional sino que los cordones van haciendo un zigzag cada uno por su lado de la ojetera.
Lo segundo, ya en la mano, la sensación de robustez que transmiten con muchos refuerzos, cosidos y protecciones contundentes, una mediasuela aparentemente grande, muy poca flexibilidad y torsión, tacos relativamente marcados y muy duros que parece que salen de la nada, como si estuvieran pegados de manera individual, lengüeta tipo botín, acolchados muy generosos, … Es decir, una amalgama de detalles que no hacen sino confirmar una de las características de la casa francesa: poner mucha atención en los detalles y diseñan sus productos buscando la utilidad de todo lo que ponen, nada está ahí “porque sí”.
Y, como tercera “primera impresión”, el susto que nos llevamos al calzarla porque las dimensiones internas de las RaidLight Team R-Light 004 son pequeñísimas, tanto que nos hacen tener que cambiar de probador y pasárselas a uno que utiliza medio número menos. Las zapatillas son un 9 USA y las ha estado machacando un corredor que habitualmente utiliza un 8.5 USA y, aun así, las encontraba angostas hasta el punto de que ha hecho la mayoría de los kilómetros con unas plantillas diferentes a las que vienen de serie, más finitas, para tener un poco más de espacio interior.
Una vez pasado este susto que no olvidamos porque puede plantear algún problema al rodar con ellas por quedarnos algo ajustadas de más (para que luego digan que el tamaño no importa), empezamos a hacerle el reconocimiento inicial que nos permite elaborar la “ficha policial”.
Comprobamos dónde está cada una de las tecnologías que indican en las especificaciones técnicas (Propulse-Pad, R-Stab Fit, Abshock Pad, …) para hacernos una primera idea (tranquilos, que vamos a ir hablando de todas ellas poco a poco). También las pasamos por la báscula, que nos indica 325 gramos, más o menos acordes con los 320 que le declara Raidlight y le medimos las alturas que nos da en el talón unos 24 milímetros a los que habría que añadir los 6 milímetros que aportan las plantillas que vienen de serie (las Neutral 3D). Nos cuesta medir la altura delantera por la lengüeta tipo botín así que, tomando como ciertos los 10 milímetros que indica la marca, estaríamos hablando de un antepié de 14 milímetros de altura. La sensación del drop es acorde a lo que sentimos con ellas calzadas y, la altura, esperábamos algo más viendo la contundencia del exterior pero al quitar la plantilla descubrimos un poco de cuna, lo que explica que estemos por debajo de los 25 milímetros en lugar de rozando los 30 como esperábamos.
Ya con las RaidLight Team R-Light 004 en los pies, empezamos a acumular sensaciones un tanto raras porque sentimos a la vez bastante amortiguación en talón pero con un tacto bastante firme debido a la dureza de la suela, un ajuste relativamente bueno (casi excesivo en algunas zonas) aun estando pensadas para grandes distancias, mucha estabilidad que contrasta con un atado que no conseguimos que nos ajuste el empeine a nuestro gusto, … Así que, nada, dejamos de hacer cábalas y las invitamos a venir con nosotros en la primera salida que hagamos, que ahí es donde veremos si surge el feeling, qué es lo que realmente llevan dentro y qué pueden ofrecernos.
Ver review completa de la Raidlight Team R-Light 004