Newton Running Boco AT VS Adidas Raven 3

Las BOCO AT de Newton Running cuesta poco colocárselas, y una vez metemos el pie, éste queda encajado, sujetándolo firmemente pero sin oprimir y con espacio suficiente en la parte delantera para los dedos. En nuestros pies se confirma esa sensación de ligereza y las notamos cómodas, con buen tacto. Pero lo que realmente llama la atención cuando te pones por primera vez unas Newton es una cierta sensación de inestabilidad, de apoyo extraño sobre el suelo, resultado de la geometría de la suela y el sistema de amortiguación bajo el antepié y el talón. La primera señal de alarma se nos enciende en forma de incertidumbre… ¿me acostumbraré a ellas? ¿les sacaré partido? Del antepié hacia la puntera la inclinación positiva de la zapatilla es muy notable, en parado y acostumbrado a la “normalidad” de mis otras zapatillas diría que, exagerada, pero, ¿entonces? ¿las llegaré a dominar o me dominaran ellas? En todo caso, el primer contacto con unas Newton Running, no deja indiferente. Caminando unos pasos con ellas ya notamos que nuestro pie pisa sobre el suelo con la zona de los metatarsos, allí donde se concentra el sistema de amortiguación Action/Reaction, y, unido a la inclinación marcada hasta la puntera, nos invita o nos ayuda a dar el siguiente paso, a modo de balancín. Newton Running consigue de esta manera ayudarnos a mejorar nuestra forma de correr, buscando una forma más natural de hacerlo, provocando el pisar sobre la parte delantera del pie, pero, a diferencia de la tendencia más minimalista, sin sacrificar amortiguación. Siguiendo el sentido común y las recomendaciones de la marca, es aconsejable una adaptación progresiva a la geometría y forma de correr que proponen desde Newton Running. En mi caso han sido varios los días en que empecé caminando con ellas, sin prisas.

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