GALERÍA
DATOS TÉCNICOS
- Peso 221 g
- Precio 81,29 €
- Temporada FW13
VÍDEO
CONCLUSIONES
Primeras sensaciones
El primer impacto con las MT 1010 Minimus v2 podría quedar resumido con la siguiente secuencia de sensaciones:
- Al abrir la caja: ¡Qué chulas! cómo mola el diseño, qué buenos acabados.
- Al cogerlas en la mano: ¡Uy, qué ligeras! pero ummm, no flexan mucho para ser unas minimalistas. Ah, vale, es por la placa antirrocas.
- Al meterles dentro los pinreles: ¡Qué buen ajuste! Quedan como un calcetín pero sin agobiar, un pelín sueltas de tobillo pero el empeine está perfecto y en los dedos tengo bastante espacio a lo ancho.
- Al tenerlas ya atadas: Venga, ya vale de contemplarlas embelesado, vamos a pasar a la práctica y a correr con ellas.
Introducción
New Balance ha pasado en apenas unos años de ser una simple marca más como cualquier otra (buena marca pero sin destacar en nada) a ser uno de los referentes en varios segmentos e incluso a marcar el camino y la tendencia que quieren seguir los demás.
Uno de los casos más paradigmáticos es el de las zapatillas minimalistas y de transición para trail running y running donde, con el lanzamiento de la gama Minimus, dieron un auténtico pelotazo que tuvo muy buena acogida entre los usuarios y que pilló al resto de marcas completamente desprevenidas y a contrapié.
Dicen que el que da primero, da dos veces y, aunque han tenido algún que otro altibajo en alguno de los modelos han sabido reaccionar siempre a tiempo y corregirlos rápidamente. Esto les ha permitido conservar la confianza de los usuario y seguir teniendo una posición dominante.
Las primeras MT 1010 gustaron mucho porque eran capaces de contentar tanto a los que ya se movían en tendencias minimalistas o de natural running como a los que las querían para acercarse a ellas pero dejaron un sabor agridulce por algunos fallitos como el de la resistencia del upper o la facilidad con que se podían arrancar algunos tacos.
New Balance fue lista y dejó escapar la oportunidad, así que se puso manos a la obra y se apresuró a solucionar esos fallos y a lanzar una segunda versión que no sólo corrige esos problemas, sino que añade varias mejoras que hacen que las MT 1010 Minimus v2 sean una de las mejores opciones dentro de su segmento.
New Balance las promociona como “una zapatilla de trail running para los atletas que buscan una experiencia minimalista con algo ligeramente tradicional bajo los pies” y la verdad es que no es una mala forma de definirlas ya que es justo ahí donde se ubican, en esa línea intermedia entre lo tradicional y lo minimalista.
Vamos a analizarlas a fondo para que conozcáis todo lo que ofrecen y lo que se esconde detrás de esa apariencia tan molona que tienen porque hay que reconocer que tampoco han descuidado los temas visuales, diseño, acabados, …, es decir, las MT 1010 Minimus v2 te cautivan desde el momento en que abres la caja y las ves por primera vez.
REVIEW
Mediasuela
Mediasuela
En la mediasuela está gran parte del éxito de las MT 1010 Minimus v2 y si hubiera que definirla con una única palabra, sería: equilibrio.
Es una zapatilla bajita, con una altura de 24 milímetros en el talón y 20 milímetros en la puntera (4 milímetros de drop) y para configurar la mediasuela, se ha hecho utilizando únicamente un compuesto: el RevLite, que es uno de los mejores polímeros que tiene New Balance.
El RevLite (lo vemos en azul) es un derivado de la EVA, muy ligero, de un tacto bastante blandito (aunque en las MT 1010 Minimus v2 es quizá algo más duro que en otros modelos de ruta), resiste bastante bien a la fatiga y, como se ha colocado en una fina capa de un milímetro por debajo del pie, ofrece un tacto muy agradable sin que esto suponga una gran merma de respuesta.
Ese milímetro es lo que mide el grosor de la capa superior (la que hace la cuna sobre la que apoya el pie) pero se ha incrementado ligeramente en cada uno de los tacos (que a partir de ahora llamaremos “pods” para diferenciarlo de los tacos de la suela que veremos más adelante) para aumentar la amortiguación.
El diseño no es lineal sino que va curvándose continuamente: sube ligeramente en la zona interior y exterior del arco para dar mayor soporte, en el talón también sube un poco para dar una mejor sujeción y liberar un poco la entrada en la primera fase de la pisada y, en muchos casos, se ha vaciado por completo para ahorrar peso y mejorar la flexibilidad.
Aunque sea una zapatilla minimalista, la flexibilidad no es tan alta como cabría esperar pero no es ni más ni menos que por la placa antirrocas que tiene y que podemos ver en anaranjado si la miramos desde abajo. Es una placa de TPU que comienza en la mitad del arco y que llega prácticamente hasta la puntera y la gracia que tiene es que no sólo ofrece una buena protección contra lo que podamos pisar sino que hace que también adquiera cierto “efecto catapulta” y que lance bastante el pie hacia delante. También contribuye a controlar algo la torsión, algo que le viene muy bien ya que la zapatilla carece de las típicas piezas rígidas que se suelen colocar en el mediopié.
Nos gustaría destacar el equilibro que se ha logrado en la mediasuela con estos dos elementos ya que la placa antirrocas queda a modo de “loncha” entre dos “láminas” de RevLite con lo que el tacto ante los impactos de la pisada o de lo que podamos haber pisado quedan atenuados y muy agradables pero no la notamos “chiclosa” o blanduja en exceso como seguramente pasaría si no tuviera esta placa. Además, ese “efecto catapulta” nos ha encantado y se agradece muchísimo cuando llegamos a zonas donde se puede correr rápido ya que les puedes empezar a pisar el acelerador y notas cómo responden perfectamente, permitiendo aprovechar toda la energía que tenemos en las piernas (la respuesta que le hemos notado no tiene nada que envidiar a la que darían unas asfalteras).
Otra ventaja que le hemos visto a esa meadiasuela tan finita es que nos sentimos muy cerca del suelo con lo que se tiene mucha estabilidad y control de la pisada, no porque lo tenga la zapatilla, sino porque simplemente nos lo facilita. Es decir, cuando hemos ido por terrenos irregulares, llenos de piedras o baches, nos hemos sentido siempre muy seguros ya que la placa es suficiente para filtrar las amenazas y en cuanto pisábamos, sentíamos muy poca deformación de la mediasuela tanto en vertical como hacia los laterales, con lo que, en seguida teníamos el pie fijado y listo para impulsar. Nos ha gustado especialmente ese comportamiento a la hora de tener que clavar el pie en desplazamientos laterales, se nota mucha seguridad.
Los que quieran algo más radical desde la perspectiva minimalista, seguramente tendrán que ir a por algún otro modelo (seguramente sin placa antirrocas) pero, salvo en ese caso, se nos antoja complicado encontrar ahora mismo zapatillas con una mediasuela tan equilibrada como la de las MT 1010 Minimus v2 ya que lo tienen todo: amortiguación, respuesta, estabilidad, protección, ...
Lengüeta
Lengüeta
La lengüeta es de de un tejido tipo neopreno que contrasta con el upper del resto de la zapatilla que es finito y de ripstop.
Es de un grosor intermedio, protege lo justo ante golpes y muy bien ante las posibles presiones de los cordones. No es muy alta y acaba de una forma muy suave, sin ninguna rigidez así que no presiona nada en los tendones del empeine y está unida por los laterales al upper más o menos hasta tres cuartas partes de su longitud por lo que no necesita la típica cincha que suelen tener a la mitad.
Estas tiras laterales evitan también que entre arena o piedrecillas pero ni éstas ni la propia lengüeta evitan que entre agua ya que cala muy rápido. El neopreno no es como el del exterior de los trajes de buceo sino del que podemos ver en otras zapatillas, más similar al de los interiores de los trajes, que empapa muy rápido.
Esto no nos ha gustado mucho porque si hace frío, se te queda todo el empeine mojado y la sensación de frescor no es precisamente agradable aunque, como contrapartida positiva, no se nos ha cocido el pie cuando hemos salido con ellas con temperaturas calurosas. Con lo que no nos ha gustado cómo combina es con calcetines gruesos o de tejidos tipo lana merino porque se tienen a acumular humedad en esa zona; funciona mucho mejor con calcetines muy finitos en el empeine.
Sujeción
Sujeción
El ajuste y sujeción de las MT 1010 Minimus v2 es muy bueno y está a la altura de lo que últimamente nos ofrece New Balance en casi todos sus modelos, tanto de running como de trail running. Es excelente y es donde apreciamos el gran trabajo que han realizado con el upper, que está plagado de refuerzos termopegados, unos encargados de trabajar en el ajuste y otros en la protección.
Tienen una horma un tanto particular (la NL-1 de New Balance) que quizá no le guste a todo el mundo porque la zona del empeine es muy ajustada y ligeramente estrecha en la parte baja, la zona de los dedos es amplia en anchura pero no demasiado alta y en la zona del tobillo, aunque sujeta muy bien, deja algo más de libertad de lo que solemos ver en zapatillas de trail running.
La base del upper es una tela con doble capa: la interior muy suave y sin ningún tipo de costura para que se puedan utilizar sin calcetines (hemos hecho muchos kilómetros sin calcetines y la verdad es que las sensaciones son muy diferentes, hay mucha más sensación del terreno y del medio por el que se va corriendo) y, la exterior, es de una tela ripstop, con unos hilos de alta resistencia que le dan una urdimbre cuadrada y que evita que en caso de enganchones se desgarre completamente.
No hemos forzado una rotura del upper (sería del género tonto), pero en nuestras correrías, hemos tenido muchos roces con matorrales o piedras y la tela no tiene más que rozaduras, pero ni un solo enganchón gracias al acabado tipo nylon. Estamos casi seguros de que en caso de que se hubiera llegado a desgarrar, apenas se habría quedado hecho el agujerillo donde se hubiera producido.
Sobre esta tela encontramos dos tipos de refuerzos: los que vemos en un azul algo más claro, que son los que se encargan de dar estructura y los que son algo más oscuros, más gruesos, que son los que hacen función de protección.
El ejemplo más claro de estos segundos es la puntera que, sin tener una súper protección, es más que suficiente para pequeños golpes, patadas que podamos darle a piedras o los típicos golpes que se dan cuando resbalas y pierdes un poco el paso. No hemos tenido ningún martillazo XXL contra ninguna piedra pero, para todo lo que hemos tenido que golpear, ha sido más que suficiente, tanto de cara a proteger la zapatilla (apenas se ha rozado el plástico) como de cara a proteger nuestros queridos dedos. Tampoco le vemos mucho sentido a que se reforzara más porque entonces perdería mucha dinámica o se volvería algo más tosca.
Las otras protecciones las encontramos en tres triángulos que hay en la cara exterior, a la altura del juanete, metatarsos y en el final del arco y que sin duda han salvado a nuestras MT 1010 Minimus v2 de que se hubiera roto por ahí porque les hemos pegado algún que otro raspón contra piedras al correr por sendas estrechas o por roderas. En el interior no tienen esos refuerzos pero no los consideramos necesarios ya que la zona natural de roce es el exterior.
Pasando ahora a las tiras encargadas del ajuste, vemos que tienen una amalgama de ellas que salen desde la mediasuela hasta la ojetera que es as su vez otra tira plástica. Como suele ser habitual, siguen la típica estructura triangular para hacer tensión tanto hacia delante como hacia atrás.
Por si este ajuste pudiera ser insuficiente, desde el segundo ojal, tanto por el interior como por el exterior salen unas tiras sintéticas más gruesas hacia atrás, hacia la zona media del talón que luego suben hasta la zona del aquiles.
El resumen de todo esto es un upper realmente bueno, muy ligero, que ajusta muy bien tanto estando en parado como cuando vamos corriendo y que, encima, es capaz de resistir los envites de un trail running medianamente cañero, que es lo que más le hemos hecho a estas MT 1010 Minimus v2.
Las únicas pegas que seríamos capaces de ponerle sería lo de que la altura de la zona de los dedos puede ser insuficiente para los amantes del minimalismo y la verdad es que nos ha sorprendido tras ver la anchura que tienen en la pala y el ajuste de la zona del tobillo, que quizá puede parecer insuficiente a algunos a pesar de la altura que tienen en el aquiles y cómo envuelven los maléolos.
No obstante, como ya hemos comentado en el apartado de la mediasuela, son muy estables y, como flexan bastante bien, incluso en las zonas más comprometidas, como cuando hemos corrido por pedregales, hemos ido bastante bien.
Acabados
Acabados
Los acabados, globales y a nivel de cada uno de los detalles, son muy buenos, tanto en la calidad de los materiales utilizados como en la manufactura de los mismos.
Los materiales son de primerísima calidad, no hay apenas costuras y las que hay están perfectamente rematadas y ocultas(ninguna de ellas en el interior), no se observa ni una sola mota de pegamento o pieza mínimamente despegada, etc.
Quizá lo más normal sean los cordones, planos, mondos y lirondos pero que cumplen su función a la perfección salvo porque hace falta atarlos con doble nudo para que no se desaten, algo que hemos aprendido a la tercera salida, cuando se nos desataron sin ni siquiera haberse enganchado.
Podemos discutir cosas como si gusta más o menos la cantidad de acolchado que tienen en el tobillo que, por cierto, es intermedio, pero no le podemos poner pegas a los acabados.
Si acaso, el detalle de que la plantilla no sea extraíble ya que viene cosida, con lo que no sólo no se puede cambiar por una personalizada sino que, en caso de que se desgaste o estropee, su cambio se complica bastante
Impermeabilidad / Transpirabilidad
Impermeabilidad / Transpirabilidad
El upper es muy finito y transpirable y, a pesar de que se le vean tantos refuerzos exteriores, son muy frescas ya que el aire fluye fácilmente a través de ellas, tanto hacia dentro como hacia fuera.
De cara a la protección ante líquidos, al mojarlas bajo el grifo pensamos que iban a ser hidrófobas pero en cuanto se mueve un poco la tela y se separan las fibras, cala inmediatamente y tambíen le entra el agua con mucha facilidad por la zona de la lengüeta, sobre todo por los laterales. Esto también lo hemos podido comprobar al correr por ellas ya que, en cuanto pisamos un charco, incluso andando, el pie cala instantáneamente.
A cambio, esa misma facilidad para entrar, la tiene para salir y se secan muy rápido, amén de que la tela del upper apenas empapa, con lo que, salvo que estemos por una zona con muchos charcos o esté lloviendo, no las descartaríamos como factibles.
Sin embargo, si hablamos de salir en días como los que hemos tenido en las fechas de la prueba, con lluvias casi continuadas y, encima, en invierno, con temperaturas frías, no las recomendamos ya que el pie se acaba quedando frío (el que quiera que las use, pero que sepa que se arriesga a llegar a casa con los pinreles empapados y, si hace frío, con ellos poco menos que congelados, como nos pasó la primera vez que las usamos, ¡vaya si pagamos la novatada!).
Suela
Suela
New Balance ha confiado la suela de su gama Minimus a Vibram, lo que es una garantía de durabilidad y agarre así que, si eso se combina con un buen diseño, el buen resultado está prácticamente asegurado.
Está basada en una amalgama de circulillos o “pods” de diferentes tamaños y formas, cada uno de ellos acabado con tres o cuatro hojas que son las que hacen el trabajo de los tacos que solemos ver en otras zapatillas.
Las hojas de cada uno de estos “pods” están orientados, como suele ser habitual, según el sentido de la marcha (los del talón hacia delante y los de antepié hacia atrás). Además, no son líneas transversales sino que tienen diferentes ángulos de inclinación según la zona. Y no sólo eso, sino que el propio grosor de cada una de esas hojas es diferente y, p. ej. las de la zona exterior del antepié son mucho más gruesas que las que hay en la zona interior, bajo el primer metatarso.
Por encima de estos “pods” están los bloques de RevLite que comentábamos en el apartado de la mediasuela por lo que el tacto es muy agradable a pesar de la dureza de la suela Vibram que tan bien le viene de cara a la durabilidad.
Sin embargo, aunque ésta sea dura, que nadie se piense que el agarre no va a ser bueno ya que no las hemos conseguido hacer fallar en ninguna superficie salvo el caso de roca muy mojada donde tan poquitas zapatillas son capaces de agarrar.
Les hemos hecho de todo, desde salidas con mucho asfalto (donde por cierto, van de cine) y losetas de las aceras (salvo que estén mojadas, también van bien) hasta auténticos barrizales en los que metíamos hasta el tobillo y, siempre hemos quedado satisfechos con el agarre. Está claro que con un taqueado más agresivo y largo, agarrarían mejor en superficies grasosas pero al ser unas zapatillas minimalistas y tener los pods con esos agujeros y las hijas a modo de taco, el pie consigue traccionar siempre incluso en esas superficies.
En pistas anchas son un misil en potencia y nos han permitido correr como si de unas asfalteras se trataran (de hecho, las hemos llevado para hacer series en pistas de tierra compacta, sin objetivo de hacer nada que se pareciera a trail running y se han comportado muy decentemente) y también son muy ágiles a la hora de correr por los típicos caminitos estrechos de sube-baja no excesivamente técnicos.
En cuanto a al protección, nos ha sorprendido muy gratamente la placa antirrocas porque filtra muy bien lo que podamos ir pisando, algo que no nos habríamos esperado en unas zapatillas minimalistas. Lo que no sabemos es si esto es bueno o malo porque al darte esa seguridad cuando vas corriendo por pedregales, te empiezas a embalar y, si no tienes una pisada contundente, puedes acabar con algún amago de torcedura o con alguna que otra caída como nos ha pasado al intentar exprimirlas a tope (afortunadamente, la zapatilla no sufrió ningún desperfecto importante, cosa que sí le pasó a la ropa que llevábamos y a nuestro cuerpecillo, que acabó lleno de arañazos).
Por último, destacar que tienen más base de la que aparentan ya que, si nos fijamos bien, la suela rebosa por los laterales y, encima, los tacos de esa zona quedan ligeramente inclinados lo que nos explica por qué se notan tan seguras cuando canteamos con ella, o vamos haciendo saltos de un extremo a otro del camino.
Durabilidad
Durabilidad
La durabilidad de la suela, considerando que la capa exterior corre a cargo de Vibram, estaba fuera de toda duda y la única duda que podría quedar era saber si podrían despegarse los “pods”.
Esto segundo no ha pasado y el desgaste que observamos en la suela tras unos 100K-150K está en el rango de lo esperado. La abrasión asfaltera es como si no le hubiera afectado, salvo lo que esperábamos en la zona central de la puntera, punto típico de desgaste y, salvo alguna que otra pequeña zona algo más descarnada por algún filo que hayamos podido pillar, están en muy buen estado y le auguramos aún mucha vida. Por supuesto, en plenitud de condiciones porque no tiene ningún sentido que duren mucho si las prestaciones que ofrecen son bajas.
Lo que sí nos ha preocupado un poco son las zonas de RevLite que quedan expuestas, tanto en la base de la suela como en los laterales ya que ahí sí que observamos mordiscos por golpetazos que le hayamos podido ir dando en las salidas.
En cuanto al upper, tampoco tenemos quejas porque ha aguantado bien todas nuestras correrías y, salvo las marcas típicas de raspones, está impoluto y no se ha desgarrado en ningún punto. Siendo justos, no han tenido ninguna caída o rozadura realmente gorda pero sí que se han llevado unos buenos raspones y patadones contra piedras y algún que otro pateo entre matorrales que habrían dejado marcas en otros uppers tipo rejilla mientras que en éste, no han hecho mella ninguna.
Conclusiones
Conclusiones
La propia New Balance resume bastante bien (como decíamos al principio) la esencia de las MT 1010 Minimus v2: “una zapatilla de trail running para los atletas que buscan una experiencia minimalista con algo ligeramente tradicional bajo los pies”.
Quienes mejor las exprimirán son quienes, abogando por tendencias minimalistas o de natural running quieran unas zapatillas de trail running solventes, con las que meterse a correr a todo lo que les sea posible prácticamente por cualquier tipo de terreno, sabiendo que van a llevar una protección considerable, tanto en la suela como en el upper y que difícilmente van a fallar por tema de agarre.
Los que no estén hechos a este tipo de técnica de carrera y sean más de zapatillas contundentes, probablemente las encuentres demasiado minimalistas y sólo le encuentren utilidad como zapatillas con las que iniciarse en estas técnicas o, bueno, por qué no, como unas zapatillas con las que salir a patear por el monte porque su comodidad es muy alta.
Por su ligereza, agilidad y la mencionada protección y agarre, son unas muy buenas zapatillas de competición y casi podríamos meterlas en una teórica categoría de “voladoras de trail running”.
En cuanto a los puntos de mejora, el principal es el de la impermeabilidad (un pequeño tratamiento hidrófobo no le venía nada mal) y quizá el darle un pelín más de altura en el antepié.
PROs:
- Mediasuela muy equilibrada: amortiguación, respuesta, rigidez, protección antirrocas.
- Protección antirrocas muy buena dentro del minimalismo.
- Calidad del upper y de los acabados.
CONtras:
- Horma un tanto particular, no es clásica de las minimalistas.
- Plantilla no extraíble.
- Cero impermeabilidad.
Autor: Morath (Rodrigo Borrego)