FRESH FOAM HIERRO V7 GTX

PROS:

1. Fresh Foam X: Un reparto entre comodidad y reactividad muy logrado.

2. Suela: Tanto por el diseño como por el compuesto Vibram Megagrip.

3. Membrana Gore-Tex: Buen tacto e ideal para días de frío y humedad.


CONTRAS:

1. Ajuste insuficiente para transitar por zonas técnicas.

2. Siendo el modelo con membrana Gore-Tex, se colará fácilmente el agua al interior por el collarín.

3. Si no es un día bien frío, enseguida se nota la falta de transpirabilidad.

No necesita presentaciones uno de los modelos más conocidos y consolidados dentro del mundo del calzado para Trail Running. Las New Balance Fresh Foam Hierro vienen siendo una apuesta segura para un gran número de corredores que confían año tras año, y versión a versión, en unas zapatillas cómodas y fiables para acometer todo tipo de entrenos y carreras.

En la review correspondiente ya comentamos las novedades y cambios de las v7, perdiendo algo de peso y siendo más rápidas (con una amortiguación más firme), respecto a la versión anterior, a la vez que contaban con una suela muy poderosa apta para todo tipo de terrenos.  

Una ligera reorientación del modelo estrella de New Balance, marcando perfil propio respecto a otros (nos referimos a las More Trail v3), que a nosotros nos ha gustado ya que, sin perder la esencia de las Hierro, se incrementan sus posibilidades en carrera, tanto por el mayor dinamismo (quien quiera podrá pisar más el pedal del acelerador) como su polivalencia en cuanto a terrenos, sean secos o mojados.

Las New Balance Fresh Foam Hierro v7 GTX mantendrán el buen prestigio de esta saga, cuya esencia es un interesante y logrado equilibro entre comodidad, estabilidad, protección y, por otro lado, respuesta y dinámica de carrera. Elaboradas con unos materiales de primer orden y calidad contrastada, como son la amortiguación Fresh Foam X, la suela Vibram Megagrip o la membrana Gore-Tex Invisible Fit de nuestro modelo.

La incorporación del Gore-Tex hace que tengamos ahora unas Hierro más específicas para días fríos y húmedos. Serán ideales para quienes vivan en zonas donde sea habitual encontrar la hierba mojada por la mañana, o zonas embarradas y algo encharcadas. En esas situaciones, con las New Balance Fresh Foam Hierro v7 GTX tendremos unas zapatillas que mantienen toda la esencia para el Trail Running, añadiendo el plus de protección para los pies con una de las mejores impermeabilizaciones posibles.

Quienes conocen la saga de las New Balance Fresh Foam Hierro ya saben que siempre se ha caracterizado por su comodidad en carrera, gracias a una horma amplia y una amortiguación generosa, a la vez que de tacto agradable. Son características que las han hecho triunfar en el mercado, siendo muchos corredores los que han encontrado aquí una apuesta segura para variadas salidas por el monte, abarcando especialmente a los de mayor peso y a quienes practican un trail running sin excesos competitivos.

Con las nuevas v7 ya destacamos en la review correspondiente que se habían remodelado, ganando en reactividad y perdiendo peso. Pese a seguir siendo unas zapatillas francamente cómodas, se aprecia esa reorientación al dinamismo que implica que puedan ganar interés en otros cometidos y, por tanto, variar ligeramente el tipo de corredor ideal para las mismas.

Si repasamos algunos datos de las New Balance Fresh Foam Hierro v7 GTX, conviene tener presente que mantienen una horma ancha, a la vez que una suela amplia, buenas protecciones (destacando el ripstop del upper y el sistema Toe Protect de la puntera) y con acolchados que conceden un magnífico nivel de comodidad para el pie. No son unas zapatillas ligeras, (aunque pesan menos que sus predecesoras) pues en la versión Gore-Tex alcanzan los 319 gramos, y continúan con un drop de 8 mm junto a un perfil medio tirando a alto.

Al correr con las New Balance Fresh Foam Hierro v7 GTX se sigue apreciando la confortabilidad, protección y estabilidad como características de unas zapatillas que pueden tener muchos y variados pretendientes. Consideramos que tienen una horma acertada, estando bien lograda la sujeción al pie en la zona media (por la que corren los cordones), dando amplitud para los dedos y sin que cause presión en la parte del talón, manteniendo allí cierto soporte sin llegar a sentirse ceñida al tobillo.

Por su parte, la amortiguación basada en el compuesto Fresh Foam X devuelve cierta firmeza en la pisada al corredor. Se trata de una fórmula con una densidad que se mantiene entre el tacto agradable, junto a la sensación de protección, y una reactividad que no obstaculiza asumir un ritmo de carrera más exigente. 

Entonces, pese a resaltar la mayor repuesta que en versiones anteriores, siguen siendo unas zapatillas muy cómodas (aunque hoy en día encontramos modelos extremos en protección y acolchados), estables y seguras, por lo que resultan ser una opción perfectamente válida para corredores tranquilos y los de peso, que ahora podrán sentirse invitados a realizar, si quieren, una carrera algo más rápida.

Pero también ahora sumamos a corredores más ligeros, experimentados o competitivos, que tendrán en estas New Balance Fresh Foam Hierro v7 GTX un modelo ideal para variadas salidas, pudiendo sacar mayor provecho de ese punto más racing que tienen respecto a versiones anteriores. Así consideramos que, sin que tengan que perderse los antiguos usuarios de las Hierro (salvo que uno sea un comodón radical), pueden ahora añadirse algunos más a esta versión, lo cual es todo un logro del fabricante.

No podemos pasar por alto en este apartado que estamos ante la versión con la membrana Gore-Tex Invisible Fit. Una capa de impermeabilización que no afecta al agradable tacto interior de las zapatillas y, en cuanto a la parte externa, queda lejos de los textiles acartonados. Por tanto, sin penalizar a ninguna de las características descritas hasta aquí, se añade así la opción impermeable que resulta ideal para aquellos corredores que suelan encontrarse con humedad, lluvia o algo de nieve en sus salidas montañeras, logrando mantener los pies resguardados, también del viento y el frío. 

Siempre se han venido considerando las New Balance Fresh Foam Hierro como unas zapatillas para larga distancia. En buena medida el compuesto de la media suela ha sido una seña de identidad del modelo y lo que inequívocamente nos llevaba a hacer esa clasificación.

Con la Hierro v7, pese a los nuevos matices que las hacen más ligeras y con un tacto de mayor consistencia, siguen siendo una opción orientada a sumar kilómetros. El compuesto Fresh Foam X nos ha transmitido al correr siempre esa doble sensación entre protección y firmeza, que nos ha llevado a poder hacer tiradas largas sin perder un nivel de comodidad más que aceptable hasta el final. Resulta destacable que así ha sido en todo momento, por lo que no hemos apreciado una pérdida de prestaciones a lo largo de las horas, muestra de la calidad y solvencia de este material.

La configuración del interior de las zapatillas, con sus acolchados y acabados redondeados sin incómodas aristas invita desde luego a sumar kilómetros. Aunque el tejido del upper no es especialmente transpirable, debido a su buena consistencia, y además la membrana Gore-Tex de este modelo tiene que cumplir con su misión: si impermeabiliza no va a ser transpirable como una rejilla. Con esto queremos decir que, pese a su comodidad, en días de más temperatura hemos limitado las distancias por la inevitable molestia causada por el calor acumulado en el interior.

No consideramos que esto sea un defecto, pues se trata de la versión precisamente para situaciones que requieran de la protección de la membrana Gore-Tex, que ofrece una de las mejores combinaciones impermeabilidad/transpirabilidad que podemos encontrar. Ahora bien, en alguna ocasión ha podido condicionar la distancia de la salida, según fueran las condiciones de la jornada. Las pruebas para esta review se han realizado al inicio de la primavera, alternando días fríos con otros de calor, y ese contraste nos ha hecho percibir las diferentes sensaciones que comentamos. Sirva de ejemplo que, al finalizar una salida de cuatro horas en un día en que la temperatura alcanzó niveles casi de verano, se había formado ya una ampolla en el pie por el sudor acumulado.

La mejora de la respuesta que hemos apreciado en las New Balance Fresh Foam v7 también implica que, casi sin querer, nos encontrábamos aumentando la velocidad de carrera (cuando el terreno invitaba a ello). Hacemos esta mención pensando en quienes vengan de correr con modelos anteriores de las Hierro, más comodonas y tranquilas, advirtiendo que hay que vigilar que ese mayor empuje no vaya a pasar factura al cabo de las horas.

En resumidas cuentas, tenemos un modelo ideal para correr en distancias que vayan del maratón hasta los 70 kilómetros. Evidentemente hay muchos matices que pueden incluso variar ese segmento, como son la velocidad del corredor o el tipo de terreno y desnivel que se afronte, pero consideramos que las características de las zapatillas las ubican preferiblemente hasta esas ultras menos largas o que pueden ser más rápidas. No olvidemos, por otro lado, que New Balance en su catálogo cuenta con las More Trail, como modelo claramente destinado a la distancia más larga. 

Es obligado comenzar por recordar que en las Hierro v7 se modificó el diseño de la suela, aumentando el tamaño de los tacos (de 4,5 mm) y quedando más espaciados. Así, quedó contrastado que, siendo un calzado para afrontar disparidad de terrenos en la larga distancia, mejoraban sus prestaciones en superficies blandas (como pueden ser barro, hierba o grava).

El compuesto de la suela es, nada menos, que el Vibram Megagrip, cuyas magníficas prestaciones son ya conocidas en el sector. Además, incorpora un diseño dentado (como unos puntitos) en los laterales de los tacos, configurando así zonas de micro tracción. Al margen de este detalle, poco perceptible para el corredor, la verdad es que es una suela que funciona realmente.

Las New Balance Fresh Foam Hierro v7 GTX están pensadas para recorrer largas distancias, en las que probablemente el terreno vaya a ir variando a lo largo de los kilómetros recorridos. Entonces, queremos unas zapatillas cómodas y polivalentes, como así son las nuestras.

La versatilidad de la suela ha quedado más que contrastada en las salidas realizadas. Es de lo mejor que hemos probado y es uno de los puntos fuertes de estas zapatillas. El agarre ha sido total en todo tipo de terreno, pudiendo transitar por las zonas más técnicas sin temor a perder grip. Al margen de senderos y caminos compactados, correr sobre barro, tierra suelta o incluso algo de nieve no ha sido nada difícil, así como resulta destacable lo bien que se ha mantenido la adherencia al pasar sobre piedra mojada. Lo dicho, una suela muy buena que nos ha permitido correr cómodos y confiados, sin temor a pérdida de agarre o tracción en ningún momento.

Ya hemos descrito la comodidad percibida gracias a una horma ancha y un ajuste bueno, aunque no excesivo. Volvemos aquí a recordarlo porque su contrapartida la hemos encontrado al afrontar zonas más técnicas y algo complicadas. En esos momentos, se ha echado en falta algo más de precisión, notando que los pies no quedaban bien fijados dentro de la zapatilla, perdiendo así seguridad. En suelos muy accidentados (con acumulación de piedras de cierto tamaño o raíces que sobresalen), o con pendiente pronunciada (especialmente al avanzar de forma lateral) se iba percibiendo que el talón bailaba, y la zona de los dedos se deslizaba en el interior de la zapatilla.

Pero entendemos que ese tampoco es el cometido de las New Balance Fresh Foam Hierro v7 GTX. No se trata de unas zapatillas específicas para zonas técnicas, sino más bien de unas rodadoras para un trail sin grandes excesos, donde la estabilidad y tracción ha sido siempre sobresaliente. Hay que ser conscientes de la filosofía pretendida con este modelo. Ahora bien, por la suela no será. Ya hemos dicho que tiene unas prestaciones que han podido con todo. También hay que destacar que las protecciones siempre han sido suficientes para salvaguardar los pies de los golpes o roces con elementos externos, siendo reseñable el buen hacer en la zona de los dedos con el refuerzo Toe Protect. 

En cuanto a la aportación de la membrana Gore-Tex, ha resultado apreciable en días fríos, en los que encontrábamos el terreno humedecido, con hierba mojada o algo de barro y nieve. Hemos podido pasar sobre charcos y aguantar una ligera lluvia. Gracias a ella se han mantenido los pies secos en todo momento y con una temperatura agradable. Pese a unas condiciones adversas, nos ha permitido seguir saliendo a correr como con unas zapatillas convencionales, sin que impliquen mayor peso apreciable o pérdida de las prestaciones idóneas para el trail running.

Ahora bien, no le pidamos más: no vayamos a cruzar ríos o arroyos, en los que metemos el pie entero en el agua, ni tampoco pasemos sobre zonas de nieve en las que nos hundamos hasta el tobillo. Al tener un collarín no ajustado y con sus acolchados, se cuela el agua o la nieve al interior de forma inevitable. Entonces quedaba el pie bien mojado y además se apreciaba que los acolchados quedaban empapados, siendo una auténtica molestia.

Para evitar lo anterior hay que buscar la manera de sellar la parte alta de las zapatillas, cerrando el collarín. La solución más obvia es incorporar unas polainas, que ajusten por encima del tobillo. A tal efecto, las New Balance Fresh Foam Hierro v7 GTX ya cuentan con una pequeña anilla en el empeine, que ayuda a fijar unas polainas externas. 

Sin duda las New Balance Fresh Foam Hierro v7 GTX superan con buena nota este apartado. Han sido cinco semanas de pruebas, corriendo por terrenos pisteros y bosques de media montaña, subiendo por senderos que nos acercaban a los 3000 metros, pisando también nieve, hielo, barro y zonas calizas. Después de todo eso, las zapatillas se mantienen bien enteras y siguen cumpliendo como los primeros días.

Las zonas más técnicas y abrasivas no han hecho mella en estas New Balance Fresh Foam Hierro v7 GTX, sin que se aprecie ningún daño en el upper. Así, el tejido es consistente y sigue de una pieza, pues no hay roturas o algún hilo suelto. Cuestión importante para mantener la buena impermeabilización de este modelo, sin que aparezcan fisuras que afecten a la membrana Gore-Tex.

Las protecciones y termosellados no se han despegado, y el Toe Protect (protección delantera en la zona de los dedos) sigue bien entero, pese a ser una de las partes que más impactos ha sufrido.

La durabilidad de la suela Vibram Megagrip tampoco nos ha defraudado. Consideramos que el desgaste que puede apreciarse en algunos tacos se corresponde con el uso realizado. Ninguna pieza se ha roto o ha agrietado y, es más, el buen agarre tanto en seco como mojado sigue siendo de primera. 

No hay variaciones en la respuesta de la amortiguación Fresh Foam X. La equilibrada sensación de comodidad y firmeza sigue siendo la tónica en carrera, sin que apreciemos que se haya endurecido por la compactación del compuesto.

En definitiva, hay que volver a destacar la calidad de los distintos componentes utilizados para fabricar las New Balance Fresh Foam Hierro v7 GTX, sin que hayamos encontrado ningún talón de Aquiles. La buena durabilidad del conjunto supone que se podrá alargar la vida de estas zapatillas incluso más allá de lo habitual.