Merrell Agility Peak Flex VS Saucony Peregrine 6

El primer pensamiento al meter el pie es “me queda grande”. Los dedos tienen tanto espacio que incluso al subirlos hacia arriba cuesta tocar el upper con ellos. Forzamos a echar el pie hacia delante para ver si en una bajada pudiéramos tocar con ellos la punta de la zapatilla y no hay quien desplace el pie dentro de ella. Sin duda tiene un buen ajuste en la zona media y del talón, pero aún así, tanto espacio delante nos hace dudar si una vez en carrera el pie no se moverá demasiado cuando tengamos terreno inclinado o tengamos giros laterales del tobillo.
Para lo toscas que pueden parecer las Merrell Agility Peak Flex al cogerlas, no son nada rígidas. Se flexan muy bien y al doblar la puntera no notamos que nada se nos clave en los laterales del pie ni en el empeine. Esta sensación destaca frente a otras zapatillas nuevas para larga distancia, que son necesarios unos rodajes de adaptación hasta que los materiales se ablandan un poco y empiezas a sentirte cómodo con ellas.

Nos calzamos las Saucony Peregrine 6, y se confirma la sensación de ligereza que expresábamos al sacarlas de la caja. Tenemos la sensación de llevar más unas zapatillas de asfalto que unas offroad! La horma no es estrecha y nuestro pie se acomoda perfectamente a la zapatilla. Al anudarla, podemos controlar el nivel de sujeción, que notamos muy homogénea. Salimos de casa, y las Saucony Peregrine 6 nos invitan claramente a correr. Sorprende de entrada el buen comportamiento que tienen ya sobre el asfalto. Buen comportamiento que se confirma en los primeros kilómetros de pistas y de senderos. La respuesta es muy reactiva, no quedando “enganchada” cuando nuestra pisada impacta en el suelo, sin menoscabo del buen agarre de la suela. El drop de 4 mm y la flexibilidad general de la zapatilla nos permiten de forma muy natural entrar de metatarso. Nos sentimos muy a gusto con ellas. Las primeras sensaciones no podrían ser mejores.