ROCLITE 290

Las Inov-8 Roclite 290 son una zapatilla bastante cómoda. Es más, se podría decir que hasta más cómoda que lo que aparenta con su aspecto ligero. No se trata de una zapatilla con gran cantidad de acolchados, pero tiene justo lo que se necesita, y se necesita justo lo que tiene.

A pesar de ser una zapatilla ligera, una vez puestas se puede apreciar que las Inov-8 Roclite 290 no son una zapatilla que podríamos denominar “voladora”. ¡Cuidado! No engañan a nadie, su mismo nombre indica que pesan 290gr (295gr en mi báscula), pero hoy en día podemos encontrar zapatillas “ultreras”, con más acolchados con el mismo peso, y zapatillas de trail rápidas alrededor de los 230gr. Seguramente el hecho que estén pensadas para media y largas distancias ha hecho que se tenga que añadir peso en la media suela.

Así que, sí, es una zapatilla más ligera que la media, pero las Inov-8 Roclite 290 no son un peso pluma.

A pesar de todo, las primeras sensaciones al correr, es que las Inov-8 Roclite 290 son unas zapatillas que permiten correr rápido. Además de su peso medio-ligero su poco drop permite correr más de metatarso que de talón. Facilitando así el impulso durante la carrera.

Inov-8 es una marca relativamente nueva en el mundo del trail. Marca creada en 2003 en Inglaterra, y conocida principalmente por la ligereza y, como no podría ser de otra forma viniendo de donde vienen, por su agarre a todo tipo de terrenos, incluso los más grasos.

Ya desde 2006 Inov-8 empezó a desarrollar sus modelos Roclite, que desde entonces no ha parada de ampliar y mejorar. Según la marca esta es una línea de calzado multiterreno, adaptable a todas las condiciones en la montaña.

Con eso llegamos al modelo que nos ocupa hoy, las Inov-8 Roclite 290, el más ligero de los modelos Roclite hasta la fecha. Una zapatilla pensada para correr con ligereza entre media y largas distancias. Una zapatilla que según la casa inglesa nos ha de permitir “volar” por todo tipo de terreno.

Las primeras impresiones sin poner es que verdaderamente ofrecen lo que prometen: las Inov-8 Roclite 290 tienen un aspecto súper ligero, al mismo tiempo que se aprecia la cantidad y prominencia de sus tacos que nos han de proporcionar grip en todo tipo de terrenos.

Hasta un analfabeto como yo por lo que a diseño se refiere, me atrevería a decir que de diseño son muy y muy chulas. Un aspecto, sobrio, asfaltero y con una atractiva combinación de colores.

Así que nos ha faltado tiempo para poder embarrar-las y poder presumir de ellas.

En la media suela de las Inov-8 Roclite 290 es donde encontramos muchas de las novedades que ofrecen respeto a modelos anteriores. De su experiencia en asfalto han incorporado el PowerFlow a las zapatillas de trail. Con este nombre un tanto… digamos, peculiar, se trata de un compuesto de dureza media que, siempre según la marca, ha de aportar-nos un 10% más de amortiguación y un 15% más de retorno de energía. Viene a ser lo que todas las marcas meten en su zapatilla y que cada una nombra como le apetece. ¿Y funciona? Pues la verdad es que si, se nota. Además se trata de una amortiguación y un impulso que no son exagerados y a los que fácilmente te puedes adaptar.

En este sentido, la amortiguación de las Roclite 290 es buena, tanto trasera como delantera, teniendo en cuenta su ligereza y su drop de 4mm. Normalmente en las zapatillas con un drop bajo, se tiende a notar falta de amortiguación trasera o demasiada delantera, pero este no es el caso. La amortiguación es un aspecto bastante bien resuelto.

Para proteger de piedras o salientes, la Inov-8 Roclite 290 ofrecen una placa protectora llamada Meta-shank. Lo bueno del Meta-shank es que, aún y protegiendo correctamente la suela del zapato, permite una muy buena flexibilidad de la puntera. Este es un aspecto que en según qué zapatilla se puede ver mermado debido a las placas protectoras o al sobredimensionamiento de las media suelas.

Siguiendo la línea de dar un aspecto ligero a las Inov-8 Roclite 290, la lengüeta es muy fina. Pero, como hemos dicho en el principio, se trata de una zapatilla bastante cómoda. Es decir, la lengüeta de las Inov-8 Roclite 290, a pesar de ser fina tiene un buen acolchado y es cómoda. Así, se permite un buen agarre de los cordones sin llegar a molestar.

Estos, los cordones, son planos, con un pasador en medio para agarrarse a la lengüeta. Aun así, en alguna ocasión puntual los cordones se han desabrochado, sin llegar a ser algo recurrente.

Donde tienen que mejorar las Inov-8 Roclite 290 es en el agarre entre la lengüeta y el upper. Una membrana protectora de arena y piedrecitas no iría mal y, además ayudaría a que la lengüeta no se moviera con el paso de los kilómetros.

La sujeción de las Inov-8 Roclite 290 en líneas generales es también muy buena. Respeto al upper y su sujeción es donde las Roclite 290 ofrecen otras novedades. Se trata de la tecnología Adapterweb: cintas por donde se pasan los cordones (en vez de los tradicionales ojales) y que dan una sensación de abrazo del upper al pie en vez de una simple sujeción. Una vez los cordones están bien atados la sensación de agarre no es solo en la parte del empeine, sino también en el lateral del pie. Una sujeción del pie en la zapatilla casi excelente.

Siguiendo con el upper, en las Inov-8 Roclite 290 este es de nailon con una malla ligera o porosa en el antepié y más reforzada en el mediopie.

La sujeción trasera o lateral, es también verdaderamente buena. La altura de caña vendría a ser un poco menor de la media entre las zapatillas de trail, pero no se echa de menos. A pesar de ser una zapatilla pensada para ser multiterreno o polivalente le hemos metido caña y no se ha librado de lidiar con algunas trialeras bien duras. A pesar de todo, el agarre trasero, lateral y general de las Inov-8 Roclite 290 es muy bueno.

Además, gracias a la media suela un tanto prominente en la parte trasera, se consigue una buena estabilidad respeto al terreno.

Interior sin apenas costuras, acolchados justos y necesarios, protección delantera y lateral, plantilla perfectamente sujeta a la suela, plantilla confortable, termosellados,… todo esto, hace que podamos considerar los acabados de las Inov-8 Roclite 290 como verdaderamente buenos o incluso excelentes.

En el interior de la zapatilla tan solo hay una costura lateral, con un acabado excelente que hace que no moleste en ningún momento. Como ya hemos dicho, los acolchados no son excesivos, pero tampoco se echan en falta en ningún momento. Las protecciones frontales y laterales no tienen un aspecto muy poderoso, pero son más que suficientes contra piedras y ramas. La plantilla de la Inov-8 Roclite 290 es verdaderamente excelente: gruesa, cómoda, aporta un plus de amortiguación y fit perfecto a la suela de la zapatilla.

¿Que más decir? No será en los acabados donde podáis poner peros a las Inov-8 Roclite 290.

¿Impermeabilidad de una zapatilla de una casa británica? Se da por supuesto que debería ser más que excelente… pues va a ser que no. De hecho se trata de uno de los puntos más flojos de las Inov-8 Roclite 290; su impermeabilidad es casi nula. La malla porosa de nailon del antepié nos va a proteger contra pequeñas salpicaduras, pero incluso cuando vayamos a correr por hierba mojada vamos a terminar con nuestros pies húmedos.

Al mismo tiempo este gran pero, tiene su punto favorable: se trata de una zapatilla con una gran transpirabilidad. Las Inov-8 Roclite 290 tienen muy buena ventilación del pie cosa que también favorece el secado en caso de haber agarrado un poco de humedad.

Por todo eso parece una zapatilla diseñada pensando más en regiones no tan húmedas como Gran Bretaña o incluso para las estaciones más secas cuando se agradece una buena transpiración.

La suela de las Inov-8 Roclite 290 también ha sido renovada respeto a modelos anteriores. Según la casa británica se trata de una suela con tres compuestos (TriC) para tener durabilidad en la parte trasera, estabilidad en el medio y lateral, y grip en la parte delantera. Por otro lado los tacos son menos prominentes que en otras zapatillas de trail, pero también son más numerosos.

Esto está muy bien, pero vamos a meternos ya en harina: ¿a la práctica esto que implica? Esto se traduce en ser una zapatilla polivalente: buena en casi todos los terrenos, sobresaliente en pocos.

Se trata de una zapatilla pensada para correr rápido. Esto, en montaña, se traduce a la práctica en pistas forestales, que es donde le hemos echado la mayoría de kilómetros. En este caso las prestaciones son excelentes y el agarre es muy bueno tanto en subidas como en bajadas. Aun así, somos probadores, y en nuestro ADN esta hacérselo pasar mal a las zapatillas. Y eso hemos hecho, con resultados dispares: mientras que sus prestaciones son buenas o muy buenas en roca o hierba, son deficientes en roca mojada.

Las Inov-8 Roclite 290 son unas zapatillas pensadas para largas distancias, están pensadas para durar. Y si no las castigamos demasiado nos van a durar lo que queramos. 200km de prueba después sus tacos poco prominentes apenas se han desgastado y el upper casi no presenta alteraciones. En este apartado, el comportamiento de las Inov-8 Roclite 290 es excelente.

En conclusión, zapatillas cómodas y ligeras, para correr y para correr rápido en distancias medias o largas. Permiten correr de metatarso e ir rápido. Así que son recomendables para corredores con una cierta técnica de carrera. Al mismo tiempo que ofrecen excelentes prestaciones en terrenos poco técnicos, en los terrenos más extremos flojean.

 

PROS

+ Durabilidad

+ Versatilidad

+ Acabados


CONTRAS

- Lengüeta se mueve

- Flojean en terreno muy técnico o graso