TENNINE

HOKA ONE ONE TENINE: lo mejor, la reducción del impacto en bajadas

HOKA ONE ONE TENNINE: con una pisada muy estable

HOKA ONE ONE TENNINE: para correr sobre arena

HOKA ONE ONE TENNINE: nos gustaría con suela Vibram Megagrip

PROS:

1. La mejor cualidad, la amortiguación con una importante reducción del impacto.

2. La estabilidad de la pisada.

3. Ideales para correr por la arena.

4. Buena durabilidad.


CONTRAS:

1. Suela discontinua algo escasa, especialmente en el centro de la zapatilla.


POSIBLES MEJORAS:

1.En una zapatilla de este nivel, nos gustaría una suela de mejor comportamiento sobre superficies mojadas donde hemos notado falta de grip.

HOKA ONE ONE TENNINE: Megazatillas, sí, es la talla correcta

HOKA ONE ONE TENNINE: Ideales para reducir el impacto, como por ejemplo, sobre la arena

HOKA ONE ONE TENNINE: muy satisfechos con ellas

Nunca hasta ahora nos habíamos encontrado con una advertencia tan contundente como la que aparece dentro de la caja de las Hoka One One TenNine. Reza así:

ADVERTENCIA: HOKA ONE ONE diseñó este producto con un equipo especializado específicamente para correr. Considerando un uso específico como el dado a las botas de esquí o zapatillas de ciclismo. Usar este producto para cualquier cosa aparte de correr puede afectar el equilibrio y la destreza. Por lo tanto, no los use en las escaleras o mientras conduce.

Y es que estas zapatillas suponen una sublimación de la filosofía de Hoka One One en la búsqueda de la máxima amortiguación y comodidad. ¡Y a fe que la han conseguido! La primera impresión que producen al sacarlas de la caja es que a los diseñadores se les ha ido la mano, sobre todo por la descomunal parte posterior que hace que nuestro talón apoye prácticamente en el centro de la zapatilla. Las sensaciones cuando te calzas las Hoka One One TenNine por primera vez y empiezas a andar son raras, una mezcla entre torpeza y perplejidad. Sin embargo, al iniciar el trote, esta sensación desaparece por completo con una dinámica muy equilibrada y estable de la pisada. En llano y en subidas apenas notamos su gran volumen. Es en los descensos donde apreciamos la bondad que supone tener casi un 60% más de superficie de zapatilla para impactar, con lo que se reducen proporcionalmente las tensiones en nuestros pies y piernas. ¡Ah! Y queda resuelta nuestra curiosidad por saber si una zapatilla roza con la otra: en absoluto, no roza en absoluto. Lo afirmamos con toda contundencia, dado el estado de los laterales, sin ninguna señal de roce. El motivo, como decíamos, lo encontramos en la estabilidad de la pisada, que condiciona un vuelo de la zapatilla siempre hacia delante sin tendencia a ir hacia el pie contrario.

La característica ideal del terreno para las Hoka One One TenNine es la regularidad, ya que es donde disfrutaremos más y mejor del confort, de la amortiguación y de la estabilidad, no importando en estas circunstancias ni la inclinación de la pendiente de nuestro recorrido ni las horas de actividad. Donde tiene limitaciones es en los terrenos técnicos y escarpados (¡recordemos que nos desaconsejan utilizarlas en escaleras!).

Como apuesta radical y conceptual que representan, las Hoka One One TenNine están dirigidas a unos tipos de corredores muy concretos. De entrada, para aquellos que les guste (y se lo puedan permitir) experimentar nuevos conceptos de zapatillas. Y, sin duda, son absolutamente recomendables para aquellos corredores que necesiten, por peso o por lesión, minimizar el impacto de la carrera. Finalmente, el terreno donde superan cualquier otra opción es la carrera por la arena.

Sinceramente, debemos reconocer qué si no hubiera sido por la oportunidad que representa hacer pruebas de zapatillas para TRAILRUNNINGReview, difícilmente hubiéramos optado por las Hoka One One TenNine. Sin embargo, después de correr prácticamente a diario con ellas a lo largo de un mes, estamos encantados, habiendo superado rápidamente la sensación de ser observado con curiosidad mal disimulada.

HOKA ONE ONE TENNINE: comparación con la suela de la SpeedGoat 2

HOKA ONE ONE TENNINE: con una talón hiper-dimensionado

HOKA ONE ONE TENNINE: pisada muy estable gracias a la consistencia de la media suela y su diseño Hubble

HOKA ONE ONE: específicas para correr

Cuando una propuesta es tan radical como la que representan las Hoka One One TenNine, la respuesta a qué tipo de corredor van dirigidas no es tan obvio como pueda parecer inicialmente. Queda claro que, desde su origen, todas las zapatillas de Hoka One One tienen como común denominador priorizar el confort sin escatimar en material de amortiguación manteniendo, eso sí, unos pesos muy comedidos. En este sentido, las Hoka One One TenNine representan la sublimación de este planteamiento, con una media suela que se ensancha por los lados y que se expande exageradamente en la zona del talón. Para complementar la imagen que ofrecen, nada mejor que unos cuantos datos de estas zapatillas. Y para ser conscientes de lo que representan, entre paréntesis pondremos los equivalentes de la Hoka One One Speedgoat, en ambos casos para la talla 11 US.

		TenNine		Speedgoat
Peso		404 g		329 g
Longitud		38 cm		33 cm
Perfiles		33 / 29 mm		32 / 27,5 mm
Drop		4 mm		4,5 mm
Superficie suela		505 cm2		319 cm2

Queda clara la apuesta de la geometría para garantizar la amortiguación. La suela de las Hoka One One TenNine tienen una superficie casi un 60% mayor que la de las SpeedGoat 2. Y, a pesar de la apariencia, los perfiles y el drop son muy similares. El hecho es que la media suela se eleva tanto lateralmente como en la zona del talón, de manera que el pie queda recogido sin apreturas dentro de una horma estándar. Esta solución, que Hoka One One denomina Hubble zero gravity technology, dota de una gran estabilidad del pie en el interior de la zapatilla, con la ayuda de la envolvente de la parte superior de lycra, que se superpone sobre la prolongación hasta la media suela de la lengüeta Ariaprene.

El diseño de la zapatilla queda marcado por el mega volumen del talón, a medio camino de unas raquetas de nieve. Y la razón es clara: reducir el impacto de la pisada, ya sea sobre nuestra anatomía, ya sea sobre el terreno. Por tanto, los corredores que agradecerán calzar estas zapatillas son los que necesitan minimizar las tensiones en la musculatura. Desde el punto de vista de este probador, claramente son los corredores de peso alto o muy alto y, especialmente, los que estén en el periodo de readaptación posterior a una lesión importante o a una intervención quirúrgica. Sin olvidar, obviamente, a aquellos que les motive experimentar con cuasi-prototipos y tengan recursos para permitírselo.

En todo caso, el fabricante nos avisa que las Hoka One One TenNine son unas zapatillas específicas para correr, desaconsejando su uso para otras actividades, singularmente bajar escaleras y la conducción de vehículos. 

HOKA ONE ONE TENNINE: pisada estable y segura

HOKA ONE ONE TENNINE: para descensos amortiguados

HOKA ONE ONE TENNINE: sin roces en los tobillos

HOKA ONE ONE TENNINE: buenos acabados y materiales, también donde no se ve (en el interior)

Para la Hoka One One TenNine no importa la distancia. Quien calce estas zapatillas podrá correr todo el tiempo que quiera o pueda. Teniendo en cuenta las consideraciones sobre el tipo de corredor, podemos añadir que el EVA utilizado en la media suela tiene una buena consistencia y suficiente rigidez para dotarlas de un excelente soporte sin necesidad de refuerzos específicos. La falta de flexibilidad queda más que compensada con un diseño muy dinámico del perfil, especialmente en la puntera, con un rocker muy elevado. Estos dos aspectos (consistencia de la media suela y diseño del perfil) permiten una pisada muy estable y segura, a la vez que muy dinámica para el tipo de zapatilla con la que estamos corriendo. En ningún caso, el volumen (y peso) han penalizado la carrera. Para corroborarlo, algunos datos y consideraciones: nuestro reloj GPS registra la lectura del tiempo de contacto del pie con el suelo. Pues bien, hemos comparado este parámetro en nuestras salidas con las Hoka One One TenNine con otras zapatillas probadas recientemente y para el mismo tipo de recorrido. Sorprendentemente, los valores son inferiores, no mucho, pero inferiores, algo que, vistas las zapatillas, es contra-intuitivo. Igualmente, la distribución del porcentaje de tiempo de contacto entre los dos pies ha resultado muy equilibrado, llegando al caso de una actividad en la que esta distribución ha sido 50%/50%.

Más nos ha sorprendido otro hecho, también aparentemente contra-intuitivo: el nulo roce entre las zapatillas y los tobillos. Con este mega-talón, la impresión es que se producirán contactos inevitables entre la zapatilla y el talón contrario. Por la deficiencia de nuestra anatomía y de nuestra técnica de carrera, este es un hecho que se ha repetido con muchas zapatillas. Pues no, con las Hoka One One TenNine esto no nos ha pasado en los 300 km recorridos para hacer esta review. Como tampoco hemos tenido ninguna caída (hecho que queda recogido en los anales de este probador). Únicamente podemos objetar a la dinámica de esta zapatilla es un cierto culebreo cuando levantamos mucho el talón hacia el glúteo a velocidades altas.

Todo esto nos lleva a pensar que las Hoka One One TenNine facilitan una pisada muy compensada y estable, que refuerza las recomendaciones sobre el tipo de corredor al que están destinadas. Dado el carácter experimental de estas zapatillas, estaría bien que desde un ámbito más académico se pudieran validar (o refutar) las impresiones recogidas en nuestra experiencia.

Los materiales y acabados de la Hoka One One TenNine están a la altura de las expectativas de una zapatilla de gama alta. Especialmente remarcable es la comodidad de la lengüeta con un sutil y efectivo acolchado. El tacto de todos los tejidos es muy amable, no produciendo ni roces ni molestias en ningún punto del pie. Dada la elevación de la media suela en la zona del talón, el acolchado necesario es mínimo y está resuelto a la perfección. 

HOKA ONE ONE TENNINE: no importa la pendiente de los descensos

HOKA ONE ONE TENNINE: mientras el terreno sea regular

HOKA ONE ONE TENNINE: la propia media suela protege y estabiliza en talón,

HOKA ONE ONE TENNINE: no son impermeables

Desde nuestro punto de vista, dos son las circunstancias donde las Hoka One One TenNine sobresalen. De hecho, ya lo apuntábamos en la sección Tipo de corredor. El argumento fundamental es reducir el impacto de la pisada, ya sea sobre nuestra anatomía, ya sea sobre el terreno. Ergo, ¿cuándo agradece nuestra anatomía reducir el impacto de la pisada?: en los descensos; ¿dónde conviene repartir nuestra carga sobre el terreno?: donde el terreno es muy disgregado, especialmente en la arena.

Para los ascensos, diríamos se comportan correctamente. La forma natural de la pisada al afrontar una subida hace que las singularidades de estas zapatillas no aporten nada especial. La suela no es continua. En la parte delantera se distribuye en los laterales y en la parte central, en forma de flechas entrelazadas, con unos tacos de prominencia media, con un comportamiento polivalente, especialmente en terrenos secos. En la parte posterior, la suela la componen dos piezas concéntricas en forma de herradura. La pieza interior es la que vendría a corresponder a la parte posterior de una zapatilla de Trail Running estándar, mientras que la exterior expresa contundentemente las mayores dimensiones de esta suela. Los tacos de estas dos piezas son de la misma tipología que los de la parte delantera. El resto de la superficie corresponde a la parte inferior de la media suela, con algunas hendiduras para facilitar la flexión y con una depresión en el centro geométrico de las herraduras para reducir material.

Donde las Hoka One One TenNine muestran sus mejores cualidades son en los descensos sin importar la pendiente, sobre todo si el terreno tiene pocas irregularidades. En estas situaciones, el contacto de toda la superficie de la suela con el terreno entre el apoyo inicial y el despegue de la pisada se produce de una manera muy acompasada y estable, con una distribución muy homogénea del esfuerzo. Y aquí es donde se nota la reducción de este impacto gracias a la mega dimensión de la suela, reducción que nos atrevemos a evaluar en un tercio respecto de una zapatilla estándar para ultras. Las condiciones ideales son terrenos compactos y secos, sin olvidar la arena. Aquí también se agradecen las mega-dimensiones de la zapatilla, que nos permiten correr sin prácticamente hundirnos, comportándose de manera similar a las raquetas en la nieve. Las Hoka One One TenNine son una buena opción para carreras por el desierto.

En la medida que aumenten las irregularidades que dificulten el apoyo integral, perdemos esta capacidad de reducción del impacto. Incluso, en terrenos muy técnicos y escarpados, es fácil tener un mal apoyo en la parte perimetral, especialmente en la zona del talón, con la consiguiente inestabilidad y riesgo de lesión. Algo parecido pasa sobre terrenos húmedos y duros, en este caso por la falta de suela en la zona central. En estos casos, la adherencia de la zapatilla no es todo lo segura que sería deseable.

En cualquier caso, la expansión de la gran media suela por los laterales y el talón hacen innecesarias otro tipo de protecciones. De hecho, en la zona del talón es la propia media suela la que hace las veces de los contrafuertes que encontramos en otras zapatillas, siendo el resto de la envolvente del talón un acolchado muy flexible y confortable. Únicamente hay un sutil refuerzo termosellado en la puntera, siendo el resto del upper de licra el encargado transmitir la sujeción entre el cordaje estándar y la media suela, con apenas un par de cintillas termoselladas sobre el mismo.

Sin ser impermeables, esta licra de la envolvente del pie nos brinda una mínima protección por el paso de zonas húmedas o en caso de llovizna. Eso sí, la evacuación del agua una vez ha entrado en la zapatilla es complicada, ya que las elevaciones laterales de la media suela dificultan su salida, siendo el tiempo de secado mayor de lo deseable. Otro tanto pasa con la transpirabilidad, dada la poca superficie del upper de licra, aun teniendo esta una capacidad aceptable para evacuar el calor. 

HOKA ONE ONE TENNINE: ligero desgaste en los tacos externos del talón

HOKA ONE ONE TENNINE: pequeña deformación del upper en la zona interior de flexión

HOKA ONE ONE TENNINE: tacos delanteros en perfecta conservación y erosión en la parte central de la zapatilla

HOKA ONE ONE TENNINE: interior de la zapatilla sin señales de roces

En la misma medida que la Hoka One One TenNine buscan minimizar el esfuerzo, el desgaste que se genera corriendo con ellas también se minimiza, sobre todo si los materiales son de buena calidad. Tras 300 km recorridos, con un desnivel positivo de 8.000 m, la suela (recordemos que es discontinua) se mantiene en muy buenas condiciones. En la zona anterior del pie el desgaste es apenas apreciable, mientras en la posterior, únicamente los tacos de la zona de primer impacto de la herradura exterior están afectados. El resto mantiene en muy buenas condiciones la geometría y el relieve del taqueado. La superficie restante, que corresponde a la parte inferior de la media suela, presenta una ligera erosión, más acentuada en la parte externa del pie.

Las otras partes de las zapatillas están prácticamente como el primer día. Los laterales de la media suela apenas tienen rozaduras, y no será porque no hay materia para rozar o impactar. La parte superior (upper, cuello, talón, cordaje) apenas tienen señales de envejecimiento, siendo lo más remarcable una ligera deformación del upper en la zona interior de flexión.

Con las Hoka One One TenNine tenemos zapatillas para largo y tendido.