TECTON X 3

PROS:

- Gran comodidad.

- Buena reactividad y dinamismo: placa de carbono y mediasuela de PEBA.

- La polaina evita que entre suciedad u objetos a la zona del pie.

- Suela polivalente Vibram Megagrip.


CONTRAS:

- Estabilidad muy justa, compromete de forma importante su uso en terrenos técnicos.

Hoka saca una nueva versión de sus zapatillas “voladoras” con placa para la larga distancia en carreras de Trail. Se trata de las Hoka Tecton X 3, y vienen con algunos cambios respecto a las versiones anteriores. Una zapatilla que hemos visto en su versión prototipo en los pies de Jim Walmsley y Vincent Brouillard, los últimos dos ganadores de UTMB. 

Una novedad importante es la incorporación de una polaina que cubre el tobillo. Por un lado, es una gozada que no nos entre basura ni piedrecitas a la zona del pie. Por otro lado, ponerse las zapatillas puede ser un poco engorro, y el soporte del tobillo es muy justo. Cada uno tendrá que valorar si le gusta o no la polaina. Lo que no cambia respecto a la versión anterior es el uso del Matryx para el resto del upper, que aporta durabilidad, ligereza y buena transpirabilidad. 

Otro cambio importante está en la media suela. La casa francesa ha elegido montar dos capas de PEBA que aportarán ligereza y reactividad, y una amortiguación más bien rígida (drop 5 mm). Entre medio, sigue la placa de carbono partida en dos para una mayor estabilidad, y en este caso con dos aletas laterales que buscan también dar un poco de estabilidad al conjunto.

 Finalmente, la suela también ha sufrido algunos cambios, para bien. Estas Hoka Tecton X 3 vienen con Vibram Megagrip, y con un taqueado algo más polivalente de 4 mm de grosor. La suela no es completa, y asoma la media suela en algunos puntos. 

En general, las características mencionadas se traducen en una zapatilla con muy poca estructura en el upper, que es muy finito y tiene la polaina, y la hace muy cómoda, pero bastante inestable, y una gran reactividad gracias a la media suela, placa de carbono y rocker. El peso del conjunto es de 223 gramos, muy ligera para ser una zapatilla de larga distancia. 

A la sensación de poca estabilidad mencionada, colabora el hecho de que la amortiguación se siente en la vertical del pie, y los perfiles son bastante altos. La placa de carbono partida y las aletas quizás no son suficientes para dar confianza en los terrenos más técnicos. Es por eso que donde sacaremos más provecho a las Tecton X 3 es en senderos fáciles. Eso sí, la suela cumple bien en cualquier terreno, y por ella no tendremos que sufrir. 

Finalmente, la durabilidad del conjunto es buena. La media suela aguanta muy bien y no parece deformarse, y los tacos muestran poco desgaste. El upper es donde tenemos alguna duda más. Aun con la calidad del Matryx, los puntos de flexión parecen algo débiles.

Hoka renueva su producto estrella para la competición en larga distancia. Se trata de las Hoka Tecton X 3, una zapatilla diseñada por los últimos dos ganadores de UTMB. Vincent Brouillard, ganador en 2024, es diseñador de zapatillas para Hoka además de corredor. Jim Walmsley, ganador en 2023, es uno de los mejores corredores de ultra distancia de siempre. Juntos, uno como diseñador y atleta, y el otro como atleta de la marca, han desarrollado este modelo, ideal para rendir al máximo en UTMB o las ultras americanas. En todos los casos, carreras donde se corre bastante o mucho y los terrenos son más bien poco técnicos. Se trata básicamente de unas zapatillas de alto rendimiento. Materiales premium y máxima eficiencia en cada pisada, acompañados de una increíble comodidad. Veamos que materiales incorporan estas Hoka Tecton X 3 y que tipo de corredores pueden sacarles provecho. 

En el upper, tenemos Matryx, que aporta ligereza y calidad. También ahí encontramos la gran novedad de las Tecton X 3, que es una polaina de estilo calcetín, que envuelve el tobillo y evita que entren piedras u otros objetos dentro de la zapatilla. Eso sí, el soporte del tobillo es casi inexistente. Se trata en general de un upper con muy poca estructura. Un pequeño contrafuerte en la parte trasera, que sube del talón, es el único elemento semirígido del upper. El resto de la estabilidad viene de la media suela subiendo muy ligeramente por encima del plano de la planta del pie, y por la placa de carbono, con unas aletas en la parte interior intermedia y la exterior trasera. No hay lengueta, todo el upper está unido. Gracias a unos ligeros acolchados en la parte trasera, y al resto del upper siendo tan fino, junto a una horma suficientemente ancha, se trata de unas zapatillas muy cómodas, ideales para la larga distancia. 

Por lo que hace a la amortiguación y dinamismo, se nota una amortiguación importante, aunque no muy blanda, y muy centrada en la vertical de la zapatilla (comparada con otras zapatillas donde la amortiguación envuelve todo el pie subiendo por los laterales). La placa de carbono partida en la parte delantera añade una sensación brutal de dinamismo, que se refuerza aún más con el rocker de la zapatilla. 

Por otro lado, el contrapunto es una estabilidad muy justita. Tanto el upper, como la amortiguación centrada en la vertical de la zapatilla, como la placa, hacen que nos sintamos muy inestables cuando el terreno es técnico o con inclinación lateral. Durante el test, he sufrido alguna caída en momentos de ir despistado, lo cual no me suele pasar con otro calzado. Las Hoka Tecton X 3 piden, o bien terreno fácil, o los ojos abiertos y atención plena. 

En conjunto, tenemos unas zapatillas que no son para todo el mundo. Les sacarán provecho aquellos corredores de peso bajo o medio con buena técnica que afronten largas distancias y sean capaces de correr gran parte de la competición, y cuando esta sea por terreno más bien fácil. Parecen unas zapatillas diseñadas específicamente para UTMB o Western States. Y es que, de hecho, para ese tipo de carreras las diseñaron Vincent y Jim.

La comodidad de estas zapatillas es una de sus grandes virtudes. Como anécdota, el fin de semana en que empecé el test de las Hoka Tecton X 3, me fui al Valle de Núria con unos amigos. Hice 2 entrenamientos y caminé bastantes horas por la zona, cuando no me había puesto las zapatillas nunca antes. Aun así, no solo no tuve ningún problema, sino que, además, al final del día, no sentía ninguna necesidad de quitarme las zapatillas. Una gran sorpresa. Con esas sensaciones, queda claro que podremos estar largas horas sin tener demasiados problemas de incomodidad en las distintas partes del pie. En este sentido, estas zapatillas son capaces de afrontar cualquier distancia. 

Algo parecido podríamos decir por lo que hace a la amortiguación. Esta es más que suficiente para evitarnos problemas musculares debidos al impacto. Y la placa nos salvará también de una parte de la fatiga en cuádriceps e isquiotibiales. Por otro lado, las placas de carbono suelen añadir fatiga a gemelos y tibiales. Además, la zona del tobillo con polaina, y por lo tanto con poco soporte, puede darnos algún problemilla en tobillo o tendón de Aquiles. Es por eso que afrontar competiciones con estas zapatillas requerirá llevarlas en nuestros entrenamientos, para hacernos a ellas desde el punto de vista muscular. Una vez acostumbrados, no solo nos salvarán de un prematuro desgaste muscular, sino que nos ayudarán a correr más rápido. 

En conclusión, las Hoka Tecton X 3 no tienen techo en cuanto a distancia. Sí les veo un poco de limitación para el uso en carreras cortas. La poca estabilidad se hará un problema más pronunciado si vamos a ritmos altos, por lo que creo que tendrán sentido en carreras de distancia maratón y para arriba.

La suela Vibram Megagrip Litebase con Traction Lugs es seguramente la tecnología más delantera por lo que hace a las suelas para el Trail running. En este caso, se trata de una suela no completa, lo cual permite aligerar el peso del conjunto pero resta algo de agarre, con tacos de 4 mm en forma de V de tamaño intermedio y bastante separados entre sí. Como suele ser el caso, los de la parte delantera tienen la punta de la V hacia delante, mientras que los de la parte trasera están situados justo al revés, para ayudar en la tracción hacía delante y en la frenada, respectivamente. Se trata de una suela para terreno polivalente, que cumple en todos los terrenos. La hemos probado en los senderos de Collserola, en los caminos llenos de rocas de Montserrat o en las laderas del Valle de Núria y la Cerdanya. Han cumplido bien en todos los casos, sin ser específicos para ninguno. Cuando hemos encontrado algo de barro, la suela lo gestiona aceptablemente. 

En general, el tipo de terreno para el que las zapatillas funcionan bien viene más limitado por la estabilidad de la zapatilla que por su suela. En los terrenos en los que la zapatilla debe responder a irregularidades laterales, la sensación de inestabilidad nos limitará, sobre todo en bajada. La habilidad técnica de cada corredor será clave para determinar si las Hoka Tecton X 3 son la mejor elección para cada recorrido. 

Las protecciones son escasas en el upper de la zapatilla. Eso también será bueno tenerlo en cuenta para valorar si las Hoka Tecton X 3 son la zapatilla adecuada según el terreno. Finalmente, en alguna de las salidas con lluvia, donde se nos han mojado las zapatillas, hemos notado que la plantilla se puede deslizar sobre su base y arrugarse. 

En general, las Hoka Tecton X 3 rendirán bien en terrenos fáciles, como pistas o senderos de tierra con pocos obstáculos. Algo de barro o un poco de tecnicidad en forma de piedras o ramas no será un gran inconveniente, pero más allá de eso, podríamos tener problemas.

Como siempre, hemos sometido las zapatillas a un test de 250 km por variedad de terrenos y en distintas actividades de Trail running. El resultado para estas Hoka Tecton X 3 es aceptablemente bueno. 

Empezando por la suela, los tacos siguen todos enteros, no se puede observar ningún trozo arrancado. Aunque ya se puede observar un cierto desgaste, en general mantienen la forma y una buena prominencia, y parece que aún nos durarán muchos kilómetros más. Solo algunos de un lateral de la parte trasera, donde mi pisada recae, se ven un poco más rebajados. Además, aunque asoma la media suela, esta no se ha visto demasiado dañada ni arrancada en ningún punto. 

Por lo que respecta a la media suela, esta se ve en muy buen estado. Su tacto bastante rígido seguramente evita en parte la aparición de líneas de compresión. Además, al estar partida en dos y con la placa de carbono en medio, la estructura posiblemente es algo más resistente. A nivel de sensaciones, estas se mantienen bastante parecidas comparadas con el inicio del test. 

El upper, que es de Matryx, debería ser una garantía de durabilidad en estas zapatillas. Aún así, en mi caso tuve un enganchón con una rama que me hizo caer al suelo y que se puede ver en la zona delantera derecha de una de las zapatillas. Eso sí, el tejido no se ha abierto de más desde entonces, lo que hace pensar que realmente el material es de calidad y que probablemente aguante bastante más tiempo así. Por lo que hace a los puntos de flexión, se observa un cierto desgaste, y podrían ser el punto débil de este upper y de la durabilidad de la zapatilla en general. Finalmente, los logos de la marca parece que se están desenganchando. Pero eso, al menos a mí, no me importa en absoluto, pues no afecta en nada al rendimiento de la zapatilla.