Siendo honestos debemos reconocer que la primera sensación al verla fue la de cierta indiferencia. Fue como ver otra de tantas chaquetas, ya que no llama especialmente la atención. Pero la cosa cambió cuando nos la pusimos: la chaqueta tiene un corte que queda realmente bien, destacando la parte de la capucha, que en nuestra opinión da el toque de gracia y distintivo de la Odin Fastpack Jacket. Y, efectivamente, una vez puesta es ligera como una pluma.
Helly Hansen no ha querido escatimar en detalles, como iremos viendo. La mayor prueba de ello es la utilización de la membrana de la propia marca, la Helly Tech Profesional, una membrana de tres capas de un tacto curioso, huyendo del típico tacto acartonado de las membranas de esta categoría, siendo agradable y que nos hace recordar, un poco, al algodón. En este modelo se utiliza la membrana en versión 2 capas y media, para ganar en ligereza. La Helly Tech Profesional, la membrana, está hecha en poliamida, en la parte frontal, y poliuretano en la parte interior. El poliuretano de la membrana tiene una buena elasticidad, pero al estar unido a la poliamida la Helly Tech Profesional, en esta chaqueta, no es muy elástica.
Helly Hansen garantiza una impermeabilidad de 20.000 mm de agua, a la práctica totalmente impermeable, y una transpiración de al menos 20.000 gramos por metro en 24 horas.
Se trata de una chaqueta para llevar en cualquier época del año, ya que siempre podemos poner o quitar capas térmicas debajo, aunque quizás sea mejor para 3 estaciones (primavera, verano y otoño), entendiendo verano como los días únicamente de lluvia en montaña.
La Odin Fastpack Jacket es una chaqueta bastante holgada: en el torso queda separada mientras que las mangas son también anchas y bastante largas. En las muñecas hay un velcro para acabar de ajustarla, aunque si queremos las podemos dejar muy abiertas, sin que cuelgue el cierre, ya que también lleva un punto de velcro para que no cuelgue.
En la cintura también cuenta con otro cierre, en los dos lados, para acabar de ajustar la prenda, siendo la parte posterior un poco más larga que la delantera, cosa que va muy bien cuando nos inclinamos hacia delante, en una subida fuerte, ya que la prenda nos sigue tapando la espalda hasta el pantalón.
Pero lo realmente diferenciador de esta chaqueta es el acabado del cuello, como ya hemos comentado. El cuello es muy alto, llegando hasta la barbilla, protegiéndonos en todo momento incluso en las peores situaciones. Debemos pensar que la casa noruega es también especialista en prendas náuticas, cosa que se refleja, sin lugar a dudas, en las prendas de montaña. Podéis imaginaos una tormenta en el mar, con el agua salpicando por todos lados y un vendaval terrible, mientras que tenemos que salir a cubierta a maniobrar... pues para ese tipo de circunstancias es para las que trabaja Helly Hansen.
El cuello tiene dos cierres. El primero con tensores que quedan cerca de la boca, y que tensa la capucha de abajo a arriba. Los cabos de este cierre están acoplados a la chaqueta, por lo que por mucho viento que haga no nos golpearán en la cara. El otro cierre cuenta con un tensor a la altura de la nuca, en la parte posterior, cerrando la capucha de adelante a atrás. Todo esto se conjuga con una pequeña visera más acartonada que guarda la forma. También hay que destacar que la capucha se puede llegar a poner con la cremallera totalmente cerrada y que permite la utilización de casco (para escalada).
La conclusión es que tenemos una capucha muy ajustable, teniendo una sensación de protección fenomenal.
Antes de ponérnosla nos sorprendió su extrema ligereza. Sin tocarla parecía la típica chaqueta de membrana acartonada, pero la realidad fue la de una chaqueta super fina y ligera.
La Quechua Raid Trail queda más bien ceñida al cuerpo, con mangas bastante estrechas. Si queremos llevar un par de capas debajo la chaqueta nos quedará justa. Quizás es mejor para llevar una única capa bajo ella.
En la cintura no incorpora ningún cierre, pero en la parte posterior hay una goma elástica que hace que la chaqueta quede ajustada y bastante cerrada. Además esta parte trasera es más baja que la delantera, lo cual hace que la chaqueta nos siga protegiendo la espalda cuando estamos inclinados hacia delante en una empinada subida.
Las mangas van finalizadas con unas gomas elásticas que quedan ajustadas a las muñecas. La verdad es que quedan bien ajustadas, lo malo es que no hay opción de abrirlas o cerrarlas más.
El corte de la chaqueta es muy técnico, como si de una auténtica chaqueta de alpinismo se tratase. Muestra de ello es el cuello, que sube hasta la barbilla y que nos cubre por completo, dándonos una protección excelente. Como las chaquetas alpinas la Quechua Raid Trail cuenta con un gorro que cumbre completamente la cabeza, con una pequeña visera semi rígida. Este gorro hay que ponerlo con la cremallera un poco bajada, para luego subir la cremallera completamente. Cuando nos cerramos completamente quedamos muy protegidos , eso sí, con un campo de visión un poquito limitado por los laterales. El gorro se puede ajustar en su contorno exterior por unos tirantes que hay a la altura del cuello, uno a cada lado. Estos tirantes se pueden operar con guantes sin problemas, de manera muy fácil, bastará con tirar de ellos y echarlos hacia delante para fijarlos. Como única pega cabe decir que si apretamos mucho el gorro queda mucho sobrante de cordón suelto, y con viento puede ir dándonos en la cara. El gorro, además, se puede ajustar a lo ancho con unas cintas que lleva en la parte trasera. Estas cintas son más difíciles de maniobrar, sobretodo corriendo, pero no son unas cintas para estar modificando a diaria, sino para fijarse una vez y dejarlas así todo el de la chaqueta. Quizás tan solo hará falta variarse si utilizamos gorro.