CHALECO 5L

Evadict 5L en escena.

Evadict 5L, buena para ritmos altos.

Evadict 5L, transpiración limitada.

Evadict 5L, sujeción a escoger.

PROS:

1. La sujeción que proporciona, a nivel general, es contundente.

2. Rebote inexistente, especialmente de la carga trasera.

3. Bolsillos suficientes al alcance de la mano para los elementos que más uso le damos en las salidas.

4. Inamovilidad de la mochila mientras corremos, ya vaya cargada o semi vacía.

5. Polivalencia en cuanto a distancias se refiere: vale tanto para salidas cortas como para muy largas.

6. Las cinchas delanteras de sujeción regulables en altura.

7. Aunque esta opinión no sea nada objetiva, encontramos el diseño sobrio pero elegante, huyendo de colores estridentes.


CONTRAS:

1. En según qué posiciones, podemos rozar la barbilla con las pipetas de los bidones.

2. El calor corporal se transfiere al contenido llegando a humedecerlo (y eso que no la hemos probado en pleno verano).

3. El cierre de velcro de los bolsillos laterales, si no está bien acoplados, pueden dañar la camiseta al bracear (tal y como nos ha ocurrido).

4. A la cuerda de ajuste frontal (la de más arriba), la ha faltado algo más de longitud para conseguir un mejor ajuste.

5. El recubrimiento de las asas que contactan con la zona del cuello es algo áspero.

Evadict 5L, pequeña y resolutiva.

La Evadict 5L se adhiere al cuerpo.

Evadict 5L, sin rebotes.

Evadict 5L, para salidas de cualqueir tipo.

La nueva mochila que nos presenta el fabricante francés, la Evadict 5L, se ha mostrado fácil de usar (diferentes bolsillos de rejilla elástica con cierre de velcro al alcance de las manos para tener rápido acceso a los elementos que más necesitamos en nuestras salidas), cómoda en carrera (la posibilidad de encontrar el ajuste idóneo gracias a las cintas pectorales –¡tres!- regulables en altura y a una sujeción muy buena de la carga que evita el rebote tanto delantero como trasero) y polivalente, ya que nos puede servir para salidas cortas o largas; de hecho, nos rendirá igual de bien tanto en entrenamientos como competición, ya sean cortas o muy largas. En este sentido no dudaríamos en llevarla en aquellas carreras  muy largas pero en las que tendremos muchos avituallamientos y/o puntos para dejar la bolsa de vida (estilo Ultra Pirineu o similares), puesto que la capacidad que nos brinda nos ha permitido llevar todo el material obligatorio que suelen demandar en este tipo de carreras (siempre y cuando no seamos del perfil de “me llevo esto y aquello demás por si acaso...”)

Conseguido el ajuste deseado, podremos llegar a ritmos altos sin que aparezca ningún rebote  de los bidones o de la zona trasera, de manera que será compatible con aquellos corredores que luchen contra el crono, ya que la sujeción de la mochila es contundente, ciñéndose bien a nuestro contorno pero sin llegar a comprimir. La cinta elástica perimetral situada en la zona inferior se agarra al cuerpo de buena manera, frustrando cualquier indicio de rebote o de movilidad de la mochila. Ésta va como adherida a nuestro cuerpo sin que se mueva lo más minimo.

No obstante –y como casi siempre- hay elementos a mejorar, como lo es los tiradores del cierre de velcro de los bolsillos laterales, que si no van bien emparejados, rozarán el tejido de la camiseta al bracear; o el recubrimiento de los laterales de las asas, que pueden llegar a rozar/molestar a la altura del cuello; o algun bolsillo estanco, para salvaguardar cualquier elemento electrónico que deseemos proteger.

Pero a pesar de ello, estamos ante un mochila que plegada casi cabe en el puño de la mano, posee bolsillos y capacidad suficiente para transportar bastante material, con la posibllidad además de incorporar un carcaj (de compra aparte) y una funcionalidad realmente alta.

Es decir, y después de las pruebas, tendríamos pocas dudas en adquirir un ejemplar de esta pequeña gran Evadict 5L.

Evadict 5L, en subidas, no se llega a tocar la barbilla con las pipetas.

Evadict 5L en acción.

Evadict 5L, permite un braceo limpio.

La Evadict 5L debajo un cortavientos.

La Evadict 5L viene preparada para transportar bidones en la zona delantera con dos bolsillos de igual capacidad en ambos lados. Los bidones se deben adquirir aparte puesto que no vienen con la mochila (de 500 ml). Después de probar botellines de diferentes fabricantes, hemos visto que los únicos que se ajustan a la perfección son los de la propia marca. Los bolsillos, que son de rejilla con una elasticidad dura, es algo cerrado por su orificio, sujetando así los bidones para que no salgan disparados; de la otra parte de la sujeción se encarga la presión misma que ejerce la rejilla, que queda bien apretada contra el bidón. En todo caso, si queréis usar otros bidones que ya tengáis, que al menos sean de la misma longitud que los citados, ya que si no sobresalen demasiado provocando rebote al no estar correctamente sujetados.

Beber de ellos es muy fácil ya que la boquilla queda muy cerca de la boca; así, bajando la cabeza y ejerciendo presión en el bidón podemos hidratarnos sin más complicaciones. Pero este mismo gesto es el que impide cargar el bolsillo con – por ejemplo- una botella estrecha de plástico, ya que para beber de ella deberemos extraerla (no basta con intentar arrastrar la botella hacia la boca desde la cincha).

Y por la anchura de los bolsillos, se descartan bidones de mayor capacidad (como los rígidos de 750 ml), más que nada por que no caben...

Introducir el bidón lleno en carrera o sin quitarnos la mochila no tiene ninguna complicación. Pero un pequeño truco que ayuda a introducirlos es rellenar ese poco espacio que queda cuando están llenos, con aire, para que la botella esté al tope; de esta manera se deslizan fácilmente al interior del bolsillo.

No viene preparada para portear bolsa de hidratación trasera; por poder, se podría poner una bolsa, pero no hay salida para el tubo ni clip para enganchar la bolsa, además que la capacidad interior se vería seriamente afectada.

El bolsillo izquierdo lleva otro bolsillo con cremallera para portear el móvil, de lo cual hablamos en el apartado correspondiente.
 

Evadict 5L, con bolsillo para el movil.

Evadict 5L, bolsillo trasero suficiente para lo necesario.

Evadict 5L, bolsillos para envoltorios de barritas o geles.

Evadict 5L, casi todos los bolsillos a mano.

Zona trasera:

- El gran bolsillo principal, que recorre toda la longitud de la mochila. La entrada del bolsillo se situa en la parte superior y no tiene ningún cierre (cremallera, velcro, ...), pero cuando va cargada, la misma configuración hace que quede ceñida evitando la pérdida de los objetos.

- Dentro de esta gran bolsa, hay un pequeño compartimento en la zona que va en contacto con la espalda, ideal para llevar algún tipo de documentación (dni, tarjeta, ...) o similar, siempre y cuando la protejamos contra la humedad.

- Sobrepuesto al principal en la zona inferior, encontramos otro bolsillo de rejilla con dos entradas laterales; el acceso al mismo lo podemos realizar sin quitarnos la mochila, siempre y cuando cojamos al objeto con la  punta de los dedos (un tapacuello, un cortavientos,...) y estiremos de él. Si lo que necesitemos coger es alguna cosa más pequeña (p. ej. un bote pequeño de vaselina) que se encuentra en el medio del bolsillo, deberemos quitarnos la mochila (al menos, en nuestro caso).


Laterales:

En ambos costados encontramos dos bolsillos idénticos que cierran con un pequeño velcro muy potente y con tiradores lo suficientemente grandes como para manipularlos incluso con guantes.

El acceso a ellos no tiene ninguna complicación, y aunque estén cargados al máximo, permiten un braceo cómodo.

En este punto debemos realizar una advertencia: vigilad siempre que ambas partes del velcro estén acopladas a la perfección, puesto que si no es así y la zona de ganchos queda al descubierto, se nos rozará la camiseta durante el braceo originando un pequeño desgaste o deshilachado en el tejido, tal y como nos ha ocurrido. Una posible solución hubiera sido invertir las partes del velcro entre ganchos y bucles para que en su caso, la zona que roce el brazo fuese la más suave (bucles).


Delantera:

Además de los bolsillos para bidones ya explicados, también os dijimos que en el de la izquierda, superpuesto al del propio bidón, encontramos un con cremallera para el móvil.

Dicha cremallera es termosellada para impedir en cierta medida la entrada de agua y el tejido es elástico (sin ser de rejilla). La cremallera corre sin complicaciones y podremos meter un móvil (o similar) de hasta 16-17 cms de largo; más de esa longitud no cabe.

Si bien el bolsillo no es impermeable, retrasará un poco la entrada de agua siempre y cuando se trate de una fina lluvia, con lo que si vuestro dispositivo no es resistente al agua, mejor envolverlo en una bolsita para mayor seguridad. Por otra, lo bueno es que como el móvil va separado del cuerpo por el bidón, el calor corporal no llega hasta él, evitando así que el mismo se humedezca.

Por debajo de cada bolsillo para los bidones, hay dos pequeños de rejilla elástica con cierre de velcro. Aquí no se produce roce con el velcro como explicamos, puesto que se ubican fuera del alcance del braceo. Ideales para meter la llave del coche o similar, pañuelos, barritas, frontal, ... Su acceso es simple e inmediato.

En las asas y por encima de los bidones tenemos dos bolsillos casi imperceptibles a primera vista; no tienen sistema para cerrarlos, pero van bien y no se abren si dentro colocamos desperdicios como papeles de barritas o geles e incluso algún pequeño pañuelo. En el interior del derecho tenemos, además, un silbato de emergencia y una pequeña cinta, para asegurar una llave o similar.


En términos generales el acceso a los bolsillos es muy bueno y fácil de realizar, teniendo a mano las cosas esenciales durante las salidas: tapacuellos, barritas, geles, frontal, guantes, hidratación, móvil e incluso un cortavientos (o membrana minimalista), y solo deberemos quitarnos la mochila para hurgar en el bolsillo trasero principal o en el inferior, si lo que estamos buscando es algo pequeño que no esté al alcance suficiente.

En cuanto a reflectantes, tenemos dos en la zona delantera (la palabra “Evadict” la parte superior del asa izquierda y en los tiradores de los bolsillos que van debajo de los bidones), en la zona trasera (otra vez la palabra “Evadict” y una franja longitudinal), y, finalmente, en los laterales (los tiradores de los bolsillos situados a ambos costados). Por lo tanto, elementos de sobras para ser visto en condiciones de poca luminosidad.

Finalmente existe otro complemento a adquirir aparte: el carcaj para los bastones. Éste se puede situar de izquierda a derecha o viceversa en la parte trasera de la mochila, existiendo a tal efecto unos enganches en ambas asas (a la altura del cuello) y unos pasadores situados en los laterales (estos últimos también los hemos utilizado para anclar la gorra...).

La Evadict 5L cumple en carrera.

La Evadict 5L es inamovible.

Evadict 5L, sin rebotes a ritmos atos.

Evadict 5L, muy cómoda.

La  sensación más evidente que desprende la Evadict 5 L en movimiento es, sin duda, la sujeción portentosa a nivel general de todo lo que podemos acarrear sin que rebote. Notamos como la mochila se ciñe con fuerza al contorno del cuerpo para que la carga vaya lo más estable posible. Se ciñe pero no comprime –no llega a molestar o dañar-, puesto que la hemos usado en salidas de hasta 6 horas y el comportamiento en este sentido ha sido excelente. A parte de la configuración de la estructura en general, de esta buena sujeción se encarga la cinta –bastante ancha- que se encuentra en todo el perímetro inferior de la mochila, y que es la que se encarga de acabar de ajustar con firme decisión para dotar el conjunto de una inamovilidad notable. Todo ello hace que la carga no rebote y que la mochila no se mueva de su sitio a medida que van pasando los kilómetros. En este sentido, todo un acierto.

Si la llevamos cargada al máximo la sujeción que nos ha brindado ha rozado la perfección, puesto que con los bidones llenos (de 500 ml cada uno), la carga trasera al máximo y los bolsillos laterales también llenos, hemos podido encontrar siempre la sujeción adecuada para nuestro contorno, pudiendo jugar con la longitud de las cinchas delanteras en todo momento. No obstante, ha sido cuando la hemos llevado solamente con los bidones delanteros (y la parte trasera vacía) cuando hemos comprobado que nos ha faltado mayor recorrido de las cinchas de sujeción delantera (especialmente de la más alta), ya que notábamos que los bidones tendían a rebotar a medida que se iba vaciando. Para solventar esta circunstancia, bajamos un peldaño las sujeciones delanteras (que son regulables en altura), para mitigar –en la medida de lo posible- ese rebote. Creemos que se trata de un tema de nuestra propia configuración física, más que de talla, pero evidentemente lo tenemos que remarcar como aviso para navegantes. Seguramente otro corredor con la misma talla de mochila pero con mayor perímetro pectoral, no llegará a notar este problema que nosotros  hemos observado.

Ahora bien, y tal como hemos indicado, con la mochila cargada al máximo el rebote ha sido prácticamente inexistente.

En cuanto a la transpirabilidad, hemos constatado que nuestro calor corporal se transfiere al contenido de la mochila, de manera que lo que llevemos se va a humedecer.  La carga que hemos introducido en nuestras salidas (camisetas térmicas, tapacuellos, o cualquier prenda similar), la hemos sacado un tanto húmeda, y eso que hemos no hemos probado la mochila en los meses más calurosos del año. De hecho, la parte de la mochila que va en contacto con el cuerpo la hemos notado húmeda cuando hemos parado a descansar o a coger algo del bolsillo principal. No nos ha agobiado en cuanto a calor o recalentamiento, pero sí es cierto que no tiene un sistema de circulación del aire muy efectivo.

En relación a la impermeabilidad, solo la encontramos en la cremallera termosellada del asa izquierda para guardar el móvil. Observamos que su eficacia no es contundente ya que el bolsillo que la cremallera cierra no es impermeable... Lo positivo es que al menos al móvil no le transferimos nuestro calor corporal, gracias a que va separado de nuestro contorno por el bidón de hidratación.

Evadict 5L, sin roces en la parte que contacta la espalda.

Evadict 5L, algún hilo del acabado.

Evadict 5L, otro hilo despuntado.

Evadict 5L, y otro más...

La Evadict 5L tendrá fama, sin duda, de duradera. Lo hemos comprobado puesto que a pesar de los elementos de rejilla (como los bolsillos laterales, el trasero inferior y los que van por debajo de los bidones), éstos han resistido noblemente el paso de los kilómetros. En el bolsillo inferior izquierdo siempre hemos alojado la llave del coche que a pesar de ser puntiaguda, nunca lo ha agujereado o perjudicado.

El tejido en contacto con el contorno del cuerpo responde muy bien a las fricciones del movimiento, pero siempre agradable “al tacto”.

Después de unas cuantas lavadoras rápidas en agua fría, la consistencia del conjunto continua incólume.

Solo hemos visto algun deshilachado producto de una mal acabado, que no por un desgaste digno de mención, es por ello que las fotografías no muestran la mochila en general (cuyo aspecto es casi perfecto), si no solo las particularidades expuestas. Por otra parte, se ha roto una de los pequeños velcros que sirven para cerrar el sobrante de las tiras de ajuste pectoral, pero más por haber estirado de él en vez de por las cuerdas en sí (es decir, culpa nuestra).