FELINE UP

PROS:

1. Ligereza, con 250 gramos de peso que nos permiten movimientos ágiles en terrenos difíciles.

2. Sensibilidad del terreno en subidas exigentes y bajadas agresivas.

3. Agarre perfecto de la suela Vibram que te da una confianza absoluta en la pisada.


CONTRAS:

1. Protección justa de la zona anterior del pie.


POSIBLES MEJORAS:

1. Algunas protecciones que refugien el pie en terrenos pedregosos.

Las zapatillas Dynafit Feline Up son un producto ligero y compacto de altas prestaciones en terrenos alpinos técnicos. Bien ajustadas al pie, proporcionan una sujeción perfecta (especialmente para pies no demasiado anchos) y poseen una suela que asegura un agarre ciertamente fabuloso en todo tipo de terreno, hecho que las convierten en zapatillas voladoras perfectas para los descensos exigentes y situaciones imprevistas típicas de las carreras por alta montaña.

La media suela es relativamente dura y permite una sensibilidad del terreno que pisamos verdaderamente alta, al tiempo que proporciona una amortiguación muy justa y reñida con la larga distancia. Su target serían corredores de peso ligero o medio en entrenamientos rápidos o carreras cortas en terreno decididamente alpino que busquen una zapatilla fiable, estable y reactiva, sacrificando un tanto por ello la comodidad en las zonas de correr fluido.

Últimamente la marca Dynafit, seguramente en su insistencia por buscar productos técnicos y alpinos que se avengan con la imagen específicamente montañera que tenemos de ella, parece haberse aplicado en elaborar zapatillas ligeras y de respuesta muy técnica y muy específica. Para ello desarrolla modelos que deliberadamente optan por dejar de vista la versatilidad y la polivalencia y que presentan un perfil muy marcado, como estas Feline Up.

De gran ligereza (250 gramos) y muy compactas, las zapatillas Dynafit Feline Up se orientan a un corredor ligero y potente, que exprima las cualidades de unas zapatillas tan reactivas y de alto rendimiento como estas. La fiabilidad que la suela Vibram les otorga, respondiendo bien en cualquier terreno, aunque preferentemente blando y graso, permiten una manera de correr explosiva, pero desaconsejable para corredores de peso medio-alto, a quienes les faltará seguro algo de amortiguación.

Dentro de esta misma línea de producto, Dynafit propone también otros modelos como las Speed MTN (un poco más pesadas y protegidas), las Feline SL (de perfil un poco más clásico: mayor drop y un puntito más de amortiguación) o las hermanas mayores del producto que aquí analizamos: las Feline Up Pro, que esencialmente son iguales pero con un plus, si cabe, de ligereza (pesan 20 gramos menos) debido a un compuesto distinto en la suela y que incorporan una placa interna de carbono en la mediasuela para mejorar la protección de la planta.

Poseen un upper bastante protegido en la parte posterior pero un poco menos en la anterior, parte en la que un mesh bastante resistente es el protagonista, y tiene incluso algún punto ciego en el que piedras afiladas nos pueden hacer algo de daño. De horma estrecha, su amortiguación es realmente dura y poco confortable. Olvidémonos de esos compuestos mullidos que parece que nos lleven sobre colchones por terrenos agresivos: aquí sentiremos el terreno de modo muy evidente, hecho que en carreras cortas y técnicas nos da un plus de reactividad que agradeceremos (sobre todo en los descensos, donde la inmediatez en la percepción del terreno agiliza y aviva el ritmo). El drop es bajo (4 mm) por lo que estas características de zapatillas de corta distancia para corredores rápidos y ligeros se ven incrementadas.

En el apartado anterior ya ha quedado claro que no son las zapatillas Dynafit Feline Up un producto para largas distancias. La dureza de su mediasuela e incluso la estrechez de su horma se harían verdaderamente duras de llevar en un ultra, ya que en las salidas largas han acabado por ser relativamente incómodas.

Si a estas características les unimos un drop bajo que nos confiere una estabilidad perfecta (son unas zapatillas de recepciones seguras, con las que el riesgo de trastabillar o de torcerse el tobillo es verdaderamente bajo) pero que, por contra, no permiten un correr de tracción fàcil en llano, el argumento se refuerza. En carreras y entrenamientos cortos o medios permiten un rendimiento verdaderamente buena.

Las zapatillas Dynafit Feline Up responden a las mil maravillas por terreno técnico alpino. Todas sus características (el agarre de la suela, la reactividad, el bajo drop) invitan a descensos frenéticos por terreno complicado y a transiciones o subidas exigentes.

En primer lugar, la suela Vibram se comporta verdaderamente bien en terreno complicado. Tiene todas las ventajas: es un compuesto blando que responde muy bien en roca, incluso mojada, pero con un diseño en forma de cuñas triangulares que penetra de modo agresivo unos buenos 5 mm en terrenos grasos, por lo que también en ellos nos proporciona un rendimiento más que notable. Resulta verdaderamente cómodo despreocuparse de posibles resbalones debido a la confianza que te otorga una suela como esta. Además de todo ello, se ha mostrado como un compuesto resistente.

La sujeción que proporcionan las Feline Up (con cordones clásicos que se hallan ocultos bajo un tejido elástico protector) es muy buena. La presión se transfiere correctamente a toda la zapatilla. Y el comportamiento en relación al agua es el típico de este tipo de modelos: no son en absoluto impermeables pero al mismo tiempo se secan rápidamente. Proporcionan una transpiración del pie correcta, sin problemas. Quizá en la parte posterior el uso de elementos plásticos la dificulta en cierto grado y en días calurosos hemos notado un ligero calentamiento del pie, pero no se trata de una desventaja excesivamente evidente.

En definitiva, no son unas zapatillas de transiciones rápidas o de tracción fácil en el llano, sino un producto para subidas complicadas y descensos a tumba abierta. Si las lleváramos por terreno menos complicados, sencillamente las estaríamos desaprovechando: para correr en pista o por senderos fáciles son un producto un poco incómodo y no se adaptan.

Por ello hablamos de un calzado de especialización técnica muy evidente, muy orientado a la montaña exigente y a carreras de un tipo muy marcado y, por lo tanto, no demasiado versátil. Pensamos en terrenos abruptos de distancias cercanas al medio maratón como una Olla de Núria. Solamente a quien tenga el fit perfecto (corredores de pie estrecho a quien les sienten como un guante) nos atreveríamos a recomendarle su uso en carreras más largas, como maratones de montaña exigentes.

La única característica mejorable (atendiendo sobre todo a esta especialización en terrenos agresivos y complicados) sería quizá un poco más de protección del pie, especialmente en los laterales de la zona metatarsiana, ya que, pese a ser prominente, se halla cubierta únicamente por la misma malla que cubre la parte superior del upper.

En los dos meses de periodo de prueba y en los cerca de 600 kilómetros recorridos no hemos detectado ningún problema relacionado con la durabilidad de las zapatillas Dynafit Feline Up. No encontramos deshilachados ni descosidos de consideración en el mesh del upper y la suela Vibram está sorprendentemente como el primer día, pese a su morbidez.