S'TRACK 2.0

PROS:

1. El ajuste de las gafas es excelente.

2. La calidad de visión de la lente, especialmente su adaptación al sol o a la sombra.

3. Peso del conjunto (no molestan a pesar de las horas...).


CONTRAS:

1. El sistema de anti-vaho no acaba de funcionar con corrección, especialmente cuando al ir sudados, nos paramos.

2. A las gotas de sudor que puedan caer por la lente les cuesta desaparecer rápidamente.


POSIBLES MEJORAS:

- Hemos echado en falta una gamuza o similar para limpiarlas correctamente.

- Un tratamiento repelente al agua haría que el líquido corriese con mayor fluidez por la lente.
 

Hablar las las CÉBÉ S’Track 2.0 es hacerlo, principalmente, de dos cosas: la primera es la sujeción que proporciona. En ningún momento de las pruebas se han movido lo más mínimo de su posición, ya estuviéramos corriendo a ritmos altos en pista, en bajadas técnicas y muy rápidas o directamente en grandes saltos. Y muchas veces incluso con la cara húmeda producto del sudor. Su comportamiento en este sentido ha sido siempre espectacular. La segunda es la calidad de la lente - fotocromática-, muy útil para quienes entrenamos o competimos en montaña al combinar diferentes zonas soleadas con sombras. Los constantes cambios de luz son regulados por la lente de las gafas, gestionando su entrada para que en todo momento tuviéramos una visión nítida y correcta.

La visión que proporciona –tanto en días nublados como soleados-, el peso, la comodidad y el ajuste, hacen que las podamos llevar en todas y cada una de nuestras salidas tanto de entrenos como competición, puesto que pueden constituir incluso un elemento de protección para el ojo para aquellas zonas con densa vegetación o para días venteados. Y no importa si aquel día toca series en pista, alta montaña o lo que sea, ya que el comportamiento es igual de notable en todos ellos.

El único punto al que le queda márgen de mejora es, para nosotros, el apartado del anti-vaho. Aquí, mientras estamos en carrera, el aire va circulando entre las gafas y la cara y no existe empañamiento, pero al pararnos (ya sea en un avituallamiento, a atarnos los cordones, buscar algo en la mochila, o simplemente a descansar), el calor que desprende la cara se acumula en la lente, haciendo que éste se empañe.

El gran protagonista en este apartado de las CÉBÉ S’Track 2.0 es, sin duda, el sistema S’TECH propio de la marca. Como habéis visto en las fotos, hay el doble de apoyo que en unas gafas convencionales, de manera que son dos los puntos que van a quedar fijados contra el lateral de la cabeza. Estos arcos de goma se ciñen bien, pero sin en que ningún momento nos llegue a molestar, gracias a la suavidad del caucho con el que están construidos Además, se puede escoger la talla “presión” de las varillas, teniendo en cuenta el ancho de nuestra cara. Los tensores S’TECH son de goma de doble inyección, a diferencia del resto de las varillas, que también son de caucho pero con un tacto más similar al plástico.

El clip nasal es del mismo material de caucho suave que las varillas de presión laterales; lo hemos encontrado muy amable al tacto con la nariz, y no hemos sufrido roces o molestias por fricción, ni tan siquiera con la piel mojada producto del sudor. Es fácilmente extraíble e intercanviable, incluso se les puede añadir un clip magnético para incorporar unas lentes graduadas para aquellos que así lo necesiten.

Tanto las varillas como los arcos de sujeción tienen grandes hendiduras justo a la mitad, para favorecer la entrada y salida del aire mientras estamos en carrera.

La lente utilizada en este modelo de las CÉBÉ S’Track 2.0  es el Sensor Vario Rose Cat. 1-3 Silver, y según la marca proporciona equilibrio de colores, menos resplendor y adaptación automática a las variaciones de la luz. Y la verdad es que todo ello concuerda una vez las probamos en el terreno, traduciéndose en una percepción buena de los detalles del relieve (se disitinguen muy bien los tonos marrones, ideales para los senderos, en donde más nos vale poder distinguir bien una raíz, por ej.), y una visión extremadamente nítida y clara de aquello que miramos, y todo con protección ultravioleta 100%.

Especialmente útil hemos encontrado el anti-reflectante en la cara interna de la lente, de manera que no se refleja en ella elementos que tengamos por detrás. Algunas gafas que han pasado por nuestras manos no lo tienen, y se hacía muy molesto ver objetos reflejados en la cara interna de la lente.

El color de la lente es entre un liláceo suave y algo de plata; se hace algo difícil concretar con exactitud el color justo, puesto que éste va varía un tanto en función de la cantidad de luz. Pero la visión de los objetos es más bien tirando a este calor en condiciones nubladas, mientras que en días soleados ese mismo color se torna algo más oscuro.

La lente tiene protección anti-rayaduras, elemento creemos indispensable en un producto como unas gafas, que muchas veces las introduciremos en la mochila deprisa y corriendo sin protegerlas con alguna bolsita o, mucho menos, caja dura para protegerlas correctamente.

Las lentes son intercambiables (aunque viene solamente con un juego) y se pueden graduar; de hecho, en la web de la marca existe un apartado especial para que poder solicitar la graduación que cada uno tenga, con algunas excepciones.

La categoria de la lente comprende del 1 al 3, de manera que son perfectas para días nublados (absorbiendo un 20% de luz)  hasta los soleados con mayor intensidad, incluyendo escenarios como la playa (absorbiendo hasta un 92% de luz, aprox.). Solamente quedaria excluido su uso en actividades de nieve en alta montaña, donde la incidencia del sol extrema, juntamente al reflejo que poduce la nieve, haría conveniente utilizar una lente que absorbiera hasta el 98% de luz.

No son hidrofóbicas, y en este sentido solo hemos tenido un pequeño problema cuando el sudor hace contacto con la parte interna de la lente, ya que al reguero de agua le cuesta desaparecer (y si lo hace, queda la marca por donde ha transcurrido), con lo que siempre que ha ocurrdido nos hemos visto obligados a limpiarla con algún papel o similar.

También tiene sistema anti-vaho, pero su funcionamiento lo veremos en el siguiente apartado.

 

En todas nuestras salidas con las CÉBÉ S’Track 2.0  hemos constatado la misma constante: sujeción excelsa y excelente bajo cualquier circunstancia, ya sea a ritmos súper rápidos en pista, bajadas rápidas y técnicas, saltos, etc..., e incluso con la cara empapada de sudor. El resultado es simple: son totalmente inamovibles. Nada que ver con aquellas otras gafas en a la mínima que damos un salto o corremos algo rápido, van botando encima de la nariz. Y ello lo consigue gracias a cinco puntos de apoyo: el de la nariz y dos más en ambas varillas, como ya explicamos en el apartado de 3 (montura). Ninguno de los cinco apoyos se mueven y además se sujetan muy al contorno; a pesar de ello, tampoco producen fricción o molestias en ninguno de tales apoyos. El clip nasas tiene unas pequeñas hendiduras (a modo de un neumático de lluvia) para que pueda circular el sudor –en su caso- sin que éste haga resbalar las gafas por la nariz. Y en cuanto a los arcos laterales, ejercen la suficiente presión para evitar bailoteos de la montura. La suavidad de los apoyos –de goma- permiten llevarlas por considerable espacio de tiempo sin sufrir roces. Por tanto, estamos ante un producto igualmente válido para salidas cortas y explosivas como muy largas.

El sistema anti-vaho nos permite correr sin que las mismas se empañen, con una excepción: si vamos con la cara sudada, al pararnos por lo que sea (atarnos el cordón o avituallarnos), el calor de la cara se transfiere a las lentes, haciendo que dicho sistema no sea suficiente y permitiendo que se impregnen de vaho. Pero bajo otras circunstancias, el resultado es bastante bueno. De hecho, al probarla con mascarilla protectora, y poniéndola buscando voluntariamente el empañamiento, éste desaparece a la misma velocidad a la que el vaho se incrusta en la lente.

La rapidez del fotocromático es media, pero suficiente si vamos corriendo (y no en bici, por ej.); el fabricante establece una velocidad de menos de 20 segundos para un oscurecimiento –o viceversa- total y absoluto de la lente, pero ya al entrar en una zona de sombra se nota rápidamente como la visión comienza a aclararse, con lo que resulta suficiente para cumplir su función de fotocromática. Y al revés también, ya que al salir de una zona de sombra o volver al sol (cuando se abren las nubes), la protección buscada siempre la hemos tenido.

En cuanto al ángulo de visión poco podemos añadir, puesto que es prácticamente total. La montura superior queda a la altura de las cejas (al menos en nuestro caso), con lo que no interfiere en absoluto, y por la parte inferior, no hay montura (o si queréis, hay montura flotante), con lo que la visión es 100% limpia. La zona de la montura en los laterales tampoco interfiere en exceso; es decir, solo con girar un poco la cabeza y utilizando la visión periférica, ya podremos visualizar si por detrás nos viene un bicicleta u otro corredor, con lo que no tendremos impedimento alguno para verlos bien.

No apreciamos ningun tipo de rayadura, roce o similar en ninguna parte de las gafas, ya sea montura, clip nasal, varillas laterales o lentes. Además, el nivel de presión de los arcos laterales continúan trabajando con la misma intensidad, de manera que la sujeción general sigue intacta.

No queremos decir que sean indestructibles, pero las hemos sometido a un uso normal con la diligencia debida propia para un producto de estas características, y el resultado ha sido mucho más que correcto.