Camelbak Zephyr Vest VS Raidlight Revolutiv 12L

PROS:
1. Muy ajustable, ofreciendo buena adaptabilidad al cuerpo e impidiendo que se mueva el contenido.
2. Buena ventilación, gracias al body mapping de la tela que está en contacto con nuestro cuerpo.
3. Fácil acceso a los bolsillos delanteros, pudiendo coger el contenido fácilmente.
4. Softflasks regulables y muy cómodos para beber.

CONTRAS:
1. Las cintas del ajuste delantero son un poco finas.
2. El ajuste de los Softflasks no los coge demasiado bien y estos se bajan para abajo a medida que se vacía.
3. El sistema de ajuste de palos se afloja fácilmente.

POSIBLES MEJORAS:
1. Un mejor sistema de ajuste portapalos.

Hay que decir que la nomenclatura Revolutiv es real, y es que esta RaidLight Revolutiv 12L sobre el papel es realmente revolucionaria: mochila chaleco pensado, funcional, muy versátil y con materiales ultraligeros. Pero lo que llama la atención de esta RaidLight Revolutiv 12L, sin duda alguna, es su bolsillo posterior que podremos llevar a la parte delantera (incluso en carrera), o quitarlo. Este bolsillo tiene una capacidad de 6 litros, por lo que si lo quitamos la mochila quedará reducida a la mitad, a otros 6 litros, siendo también más ligera.

La RaidLight Revolutiv 12L está construida básicamente de tres tejidos:
- el tejido que toca al cuerpo, que es una micro malla plástica y traslucida, y que según la marca es hidrofóbico y muy transpirable.
- el tejido del que están hechos los bolsillos posteriores, un poliester más resistente
- el tejido elástico de la zona delantera

Llega la hora de probarla. La RaidLight Revolutiv 12L tiene tres tallas: S, M y L, para medidas de pecho recomendadas en cm: S (68-88) / M (75-100) / L (90-120). Nosotros hemos probado la talla L para un pecho de XX cm. Todo y eso, aún se puede ajustar más la mochila con dos cierres de rosca Freelock, situados en los laterales, y que son capaces de contraer o expandir la anchura de la mochila unos 10cm cada uno de ellos.
Una vez puesta la RaidLight Revolutiv 12L da la sensación de ligereza, de mucha ligereza, y es que 200 gramos para una mochila de 12 litros es casi ridículo. Lo primero que notamos es que el ajuste es muy bueno, con mucha superficie de contacto con nuestro cuerpo, aunque el tejido se nota algo plástico. Hay que decir que, así en crudo, en vacío, la mochila tiende a subirse debido a los numerosos elásticos que tiene, cosa que suponemos no pasará cuando la carguemos, ¡aunque sería fantástico!