CASCADIA 11

Las primeras sensaciones que nos producen las Brooks Cascadia 11 son las esperadas: unas zapatillas consistentes que envuelven el pie de modo contundente y con una amortiguación notable. Se trata de un modelo robusto y todoterreno que no resulta empero excesivamente pesado.
Son fáciles de poner (el pie entra con mucha facilidad) y su corte tradicional nos suscita unas sensaciones de normalidad y comodidad muy agradables, algo así como una vuelta a aquello conocido.

Las zapatillas Brooks Cascadia 11 nos remiten a momentos míticos e históricos del Trail Running, cuando el mundo se dividía entre cascadias y trabucos y parecía que las zapatillas de trail debieran ser siempre variaciones de estos dos modelos: corte clásico, amortiguación potente y prestaciones correctas en todos los ámbitos. De un tiempo a esta parte ha llovido muchísimo y hemos estado atentos a apariciones sorprendentes de corte minimalista y maximalista, a especializaciones inesperadas y, sobretodo, a una multiplicación de la oferta espectacular, paralela también a la aparición de millones de carreras por todo tipo de terrenos y a una imparable popularización de nuestro deporte. Pero qué queda de estos modelos clásicos? Son las Cascadia 11 parecidas a sus antecesoras o han evolucionado al compás de las novedades de Trail Running? Qué cabe esperar de su comportamiento en carrera? Todas estas preguntas nos las hemos ido planeando durante los dos meses que hemos probado las Brooks Cascadia 11 por caminos de todo tipo e incluso por fuera de ellos durante un invierno muy poco invernal.

Poco ha cambiado la mediasuela de las zapatillas Brooks Cascadia 11 respecto a sus predecesoras: se sigue apostando por la tecnología BioMoGo DNA y sigue presente el sistema de puntos Pivot, que contrarresta la blanda amortiguación proporcionándole una encomiable estabilidad al conjunto de la zapatilla.
El perfil del modelo estrella de Brooks sigue siendo clásico y característico: amortiguación elevada, drop considerable (de hasta 1 cm) y un rocker delantero no exagerado (3 cm). Las sensaciones al correr con ellas son verdaderamente agradables porque mitigan perfectamente las impurezas del terreno, pese a que ello conlleva una obvia contrapartida de poca sensibilidad del mismo. El tránsito por pistas y senderos bien trazados es comodísimo, pero cuando el terreno se pone más difícil echamos de menos la percepción instantánea del terreno que pisamos.
Unas sensaciones análogas encontramos con la flexibilidad que este tipo de mediasuela confiere al conjunto de la zapatilla: las Cascadia 11 flexan bien en su parte delantera pero son bastante monolíticas en su parte trasera, por lo que cuando las sometemos a torsiones potentes se comportan de un modo un poco rígido. Cuando el terreno es rugoso y variado, las Cascadia sufren más que en terrenos fáciles.

La lengüeta de las zapatillas Brooks Cascadia 11 es verdaderamente clásica: gruesa, amplia, robusta y envolvente, pero presenta una novedad muy destacable: se halla cosida en su zona media con una ancha cinta elástica a la mediasuela. Ello incrementa la sensación de sujeción y de envolvimiento del pie ya presentes en las Cascadia precedentes. A nosotros nos ha gustado por la estabilidad que le confiere a la lengüeta, pero quizás no sea del agrado de quienes quieran correr con los pies más libres.

La sujeción del pie en el interior de las zapatillas Brooks Cascadia 11 es perfecta. El sistema de cordones tradicionales que aportan las zapatillas, que transfieren la tensión a todo el upper mediante unas contundentes protecciones laterales (sobretodo en el lado interior de las zapatillas), unido a la robusta lengüeta acolchada y bien sujeta, permiten apretar los cordones tanto como se quiera y adaptar las Cascadia a cualquier tipo y forma de pie. Los cordones son planos y dobles, pese a que un poco estrechos, hecho anecdótico, ya que la robustez del upper difumina correctamente la presión que ejercen. Hemos agradecido esta buena sujeción en terrenos más técnicos, ya que la relativa rigidez de la zapatilla presentaba el riesgo de que el pie bailara en su interior si forzábamos demasiado la postura y, gracias a llevarlo bien sujeto, ello no ha sucedido.
El upper de las zapatillas Brooks Cascadia 11 es la parte más renovada del modelo en esta nueva versión. Se trata de una parte superior verdaderamente reforzada y muy generosa en termosellados y barras laterales. La parte posterior se halla muy acolchada y presenta una estructura de talón bastante rígida que nos remite a este modo de correr clásico tan solvente en terrenos de montaña poco complicados. En la parte anterior del upper encontramos una malla mucho más fina y transpirable pero continuamente interrumpida por los mencionados refuerzos laterales (cintas verdaderamente robustas en la parte interior; barras verticales termoselladas y un contundente logo de la marca en su parte exterior). Además, toda la parte inferior de este mismo upper lleva una banda horizontal termosellada. Todo ello conlleva un upper verdaderamente trabajado y que protege al pie muy efectivamente de cualquier intento de agresión externa.
Se trata además de un modelo de zapatillas orientado al corredor con pisada neutra.

Los acabados de las zapatillas Brooks Cascadia 11 son verdaderamente buenos. Detalles como los termosellados, la robustez y la interesante ubicación de las mencionadas barras de refuerzo laterales, la bien pensada cinta posterior para su transporte (y eventualmente para acompañar el momento de sacárnoslas) o la cinta elástica que sujeta la lengüeta así lo atestiguan.
La plantilla aportada por las Cascadia 11 es sencilla, fina y envolvente.
Con respecto a las costuras, hemos encontrado una de ellas que nos ha resultado un poco incómoda: la que une la lengüeta con la parte frontal del upper. La coincidencia en la misma zona del primer cordón, de un termosellado y de la costura nos provocó ciertos problemas de exceso de presión en la base del pulgar y nos costó un par de semanas habituarnos a ella. Con el tiempo la incomodidad se ha ido mitigando.

Las Brooks Cascadia 11 no son un modelo impermeable, pese a que la robustez del upper provoca que el interior de la zapatilla se moje solamente en contacto con una gran cantidad de agua (en casos de lluvia fuerte o de cruce de surcos de agua). Ello tiene a su vez la contrapartida de que, una vez mojadas, se secan con cierta lentitud, quizás porque la parte baja del upper aparece muy protegida y sí que es impermeable. Pese a ello, no hemos tenido problemas al correr con ellas en días lluviosos.
La transpirabilidad de las zapatillas Brooks Cascadia 11 es correcta. En un principio pensábamos que podría presentar ciertos problemas debido a su robustez y a la profusión de termosellados en el upper, pero no ha resultado ser en ningún caso un engorro, ya que el tejido de malla de la parte anterior ha evacuado bien el sudor del pie. Deberíamos contrastar si esta efectividad se mantiene en días calurosos de verano...

La suela de las zapatillas Brooks Cascadia 11 se ha mantenido igual que en las versiones anteriores de este popular modelo, con materiales de silicio (HPR Green), la placa protectora Ballistic Rock Shield, que mitiga la presión ejercida por impurezas del terreno difundiéndola al conjunto de la mediasuela, y la almohadilla segmentada (Segmented Crash Pad), diseñada para facilitar la transición.
Se compone de dos partes de dureza dispar: en los bordes encontramos el mencionado HRP green, una goma verdaderamente dura de color oscuro que presenta unos tacos relativamente pequeños y en forma de aspa de tres brazos. En su parte posterior los tacos de este mismo material duro adoptan una forma de v orientada en sentido contrario a la marcha para ayudar al frenado en las bajadas.
Por su parte, toda la zona central presenta unos tacos triangulares de color naranja con formas bastante distintas de entre las que predominan las triangulares. Se trata de un material sensiblemente más blando que el de la parte exterior de la suela.
El comportamiento de la suela de las zapatillas Brooks Cascadia 11 ha sido bastante dispar y en algunos casos un poco decepcionante. Mientras que en terrenos poco técnicos su comportamiento ha sido siempre correcto, en el caso de terrenos complicados (trail extremo sobre roca o cualquier superficie sobre mojado) el agarre no ha sido todo lo bueno que esperábamos. Ello no hace sino reforzar la idea que ha ido fraguando a medida que íbamos probando el producto: excelente para el trail corredor pero insuficiente para el trail extremo.
Por otra parte, los tacos no son demasiado prominentes y ello conlleva dos problemas evidentes: el agarre en terrenos grasos complicados no ha sido del todo satisfactorio y en algunos casos hemos constatado que una buena cantidad de barro permanecía adherido en los tacos.

Después de los dos meses de prueba, constatamos que las zapatillas Brooks Cascadia 11 presentan en su buena durabilidad un punto fuerte. El upper se halla intacto, sin descosidos ni rasguños perceptibles, mientras que la suela ha aguantado perfectamente el trote realizado. Los refuerzos de la zapatilla funcionan verdaderamente bien y los materiales están concebidos para durar. Ello es una noticia excelente, ya que desgraciadamente no es demasiado frecuente en zapatillas de Trail Running, aunque el precio de casi todas ellas sea sensiblemente superior a los 100 €.
El único punto que parece acusar el paso del tiempo y de los kilómetros es la media suela, que acumula algunas pequeñas muescas en ambas zapatillas. En todo caso, el inconveniente es meramente estético y no funcional.

Las Brooks Cascadia 11 son una nueva versión de este modelo canónico del Trail Running que, pese a mejorar el upper de la precedente, se propone mantener una solución de continuidad evidente. Se trata de unas zapatillas todoterreno de corte clásico, robustas, fiables, con gran amortiguación, buena estabilidad y quizás una suela con un comportamiento mejorable en algunos terrenos.
En momentos de grandes cambios en la oferta de calzado de Trail, que oscila entre un minimalismo que ahora parece de capa caída y un maximalismo renovado, la constancia y el mantenimiento de las señas de identidad suponen un valor para este archiconocido modelo.
Su amortiguación nos sugiere un uso para largas distancias y nos ha parecido un producto perfectamente recomendable para Trails corribles no excesivamente técnicos, al estilo de las largas carreras norteamericanas o (ya en nuestras latitudes) de ultras de media montaña o de alta montaña pero por sendero corrible (al estilo de UTMB, por ejemplo). Se trata también de un buen modelo para acumular kilómetros en entrenos por terreno no demasiado exigente.

Pros:
- Amortiguación
- Estabilidad
- Sujeción
- Durabilidad

Contras:
- Rigidez
- Suela poco fiable en terrenos mojados o grasos