DISTANCE LT 1100

PROS:

- El ajuste en la cabeza es excelente.

- No hay rebote al correr.

- Uso intuitivo.

- Relación potencia de batería / peso.


CONTRAS:

- Tarda bastante en completar la carga total.

- Si tenemos que cambiar la batería en mitad de la noche, necesitaremos una luz supletoria.

El Black Diamond Distance LT 1100 presenta características de un frontal robusto y versátil, realmente cómodo en carrera y con un uso muy intuitivo, al que le cogeremos rápidamente la manera de utilizarlo.

Podemos pasar de los 7 lm a los 600 lm, solo con apretar continuamente el botón grande. Además, tiene la función del PowerTap™, que con un solo toque en el lateral derecho del frontal, llegamos a los 1100 lm, dándonos un chute extra de luz para esos momentos en que sea necesario (pasados 10 segundos, el frontal vuelve a la intensidad y modo en el que se encontraba).

Las otras funciones son la de luz de spot, profundidad  y RGB (en tres colores diferentes: verde, rojo y azul), además de efecto parpadeante en todos ellos.

La cinta elástica de sujeción realiza una función perfecta, sintiéndose muy cómoda en la cabeza y nunca dará problemas (como que se escurra o permita rebote del frontal). Fácilmente extraíble la podemos lavar siempre que sea necesario.

Los 108g del frontal ayudan directamente para que este no rebote en ningún momento, ya estemos saltando o en una bajada rápida y técnica.

La batería, de 2200 mAh, se puede separar del cuerpo que contiene las luces, para hacer el cambio de batería si fuera necesario.

Como único elemento menos positivo, encontramos que si tenemos que cambiar la batería en medio de la noche, necesitaríamos una luz supletoria para realizar dicha tarea (a no ser que seas Al Pacino en “Esencia de Mujer”).

En definitiva, un frontal cómodo, robusto y con modalidades de luz y potencia más que suficientes para afrontar cualquier tipo de carrera nocturna.

El Black Diamond Distance LT 1100 lleva la batería en la parte delantera, manteniendo la masa de la misma pegada al cuerpo (a la frente, en este caso), para reducir drásticamente el rebote al correr. Y esto lo consigue de una manera excelente. Además, sus 108g no se notan ni se hacen pesados o molestos, aunque vayan pasando las horas con el frontal puesto.

El grosor de la goma consigue el equilibrio idóneo para que su ajuste sea cómodo e inamovible, incluso cuando la misma se moja por el sudor o la lluvia: se mantiene en su lugar y sin que vaya resbalándose poco a poco.

En la parte trasera de la goma encontramos dos tensores para obtener el ajuste necesario en cada momento. Estiramos de ambos a la vez hasta conseguir el nivel preciso; al soltarlos, estos no se van a mover en ningún momento.

La batería se recarga a través de un cable USB-C (ojo que ambos extremos lo son), al que podemos conectar directamente a una batería externa, por ejemplo.

La cinta se separa completamente de la petaca, de manera que la podemos limpiar a nuestro antojo.

Tal y como se aprecia en las fotografías, lo que va anclado a la cinta es la batería, de la que la lámpara se puede separar fácilmente gracias a un clip de ajuste. A su vez, la batería se extrae (también muy fácil), de la cinta, de manera que podemos reemplazarla por una cargada para volver a acoplar el frontal. La operación resulta juego de niños; lo único es que si debemos cambiarla en mitad de la noche en la montaña, puede que necesitemos algo de luz supletoria (como la de un móvil), para realizar la operación.

El frontal tiene la clasificación de impermeabilidad IP67; esto es, protección máxima contra el polvo (6/6), y protección 7 sobre 9 contra el líquido (debería soportar inmersión completa en agua a 1 m de profundidad durante 30 minutos).

El Black Diamond Distance LT 1100 no molesta para nada cuando lo llevamos en carrera: podemos saltar, bajar rápido, ir a ritmos altos, etc..., que el frontal no se mueve un ápice de su posición inicial.

La posición en que dejemos el frontal no se moverá bajo las circunstancias descritas, con lo que podemos ir con garantía en el sentido que la dirección de la luz no se va a ver modificada; es decir, en un salto grande o cambio brusco, la posición de la luz no va a  moverse.  En este sentido, no hay “clicks” cuando encontramos la posición ideal, ya que el frontal baja de la frente hasta algo más de 45º, con lo que tenemos un abanico suficiente para alumbrar recto (desde la frente) o al suelo.

Siempre se enciende con el botón grande, y al darle una vez al pequeño, vamos pasando de fases. 


El frontal posee varias potencias de luz, a saber:

- Luz de proximidad: se encienden las dos lámparas que están una sobre la otra. 

- Luz de spot (o profundidad): se  enciende la lámpara grande. 

- Luz RGB: se enciende las lámpara lateral y en tres colores diferentes: 

Tanto en la luz blanca como en la de colores, también hay la posibilidad del parpadeo continuo, para llamar la atención a modo de señalización o para ser vistos por otros (doble click en el botón grande).

Y además, el frontal tiene el PowerTap™, un botón situado en el lateral derecho que al apretarlo sube los lúmenes a 1100, pero solo durante 10 segundos (vuelve él solo a su posición y potencia en la que se encontraba). Esto nos funciona muy bien en momentos en que necesitamos, puntualmente, mayor potencia para echar un vistazo al terreno cuando tenemos dudas de su orografía y, una vez comprobado, seguir corriendo con tranquilidad. Porque seguramente os habrá pasado alguna vez en que no aprecias correctamente si lo que tienes delante es un barranco o una gran roca (o lo que sea), con la duda que eso genera de noche en lugares que no conoces... ¿A que sí?. 

En las posiciones de proximidad, spot y RGB, si apretamos prolongadamente el botón grande, la potencia aumenta hasta los 600 lm, dándonos cuenta de que ha llegado al final, ya que la luz hace un pequeño flash para avisarte. Si seguimos apretando continuamente, la potencia baja hasta los 7 lm, avisándote igualmente de su fin gracias a otro pequeño flash. Por tanto, pasamos de 7 lm, a 300 lm (potencia intermedia) para finalizar en los 600 lm, que es su potencia “normal” (sin olvidarnos de los 1100 lm cuando presionamos el PowerTap™). Estos rangos de potencia son más que suficientes para los imprevistos de una noche en la montaña.

Si bajamos la posición de la luz, en el lateral observamos 3 lucecitas azules, que indican el nivel de carga.

Ahora parece complicado, pero de después de trastear con él durante 10 minutos, su uso es realmente intuitivo y fácil de manejar, icluso con guantes o las manos húmedas. 

Todo el frontal, incluida la cinta, cabe en el puño de la mano, con lo que se puede transportar en cualquier lugar sin mayores complicaciones; nosotros lo hemos transportado mucho en una riñonera.

El Black Diamond Distance LT 1100 viene en una bolsita negra de lycra que se ajusta con una cuerda y un pasador, además del logo de la marca. Hubiera estado bien una bolsa blanca translúcida, para poder utilizarlo como una luz normal dentro de una tienda de campaña, por ejemplo.

El cargador, con ambos machos en USB-C, mide 20 cm, longitud suficiente, puesto que únicamente podemos cargar la batería con la parte de las luces anclada a dicha batería.

El frontal es compatible con el casco de escalada.

Según el fabricante, la duración de la luz de este Black Diamond Distance LT 1100 varía según la potencia: Así:

600 lm ----- 4,25 h.

300 lm ----- 14 h.

7 lm ----- 120 h.

El Black Diamond Distance LT 1100 no presenta ningún tipo de rasguño o señas de desgaste normal ni prematuro después de nuestras pruebas.

El material es robusto teniendo en cuenta el uso que se le da a un frontal. Otra cosa es que se caiga de una altura considerable o que caigamos nosotros cuando lo llevamos en la mochila, momento en que sí podría sufrir algún arañazo.

La sujeción de la cinta continua como el primer día, incluido su nivel de elasticidad y consistencia, al igual que los pasadores de plástico para regular su ajuste.