OLYMPUS 3.0

PROS:

- Amortiguación literalmente increíble: es como correr por encima de nubes

- Comodidad extrema de su ancha horma

- Muy buen agarre mejorado con la suela Vibram

- Upper robusto y transpirable


CONTRAS:

- Ciertos problemas de estabilidad que debemos asociar a un ajuste un poco laxo, a su rigidez y a su alto perfil

- Durabilidad comprometida de los tacos blandos de la suela


El único punto a mejorar ante un producto tan bien definido como éste seria dotar a los tacos de su suela vibram de un dibujo poligonal que asegurara también el óptimo agarre a los desplazamientos laterales.

Las zapatillas Altra Olympus 3.0 son un producto que a simple vista expone perfectamente sus potentes cualidades: amortiguación maximalista para una zapatilla de horma anchísima, con drop inexistente y un upper bien desarrollado y protegido. Si a ello le unimos una eficaz suela Vibram de doble composición y un footbed un poco hundido en búsqueda de la estabilidad, nos acabaremos de dar cuenta de lo seria que es la propuesta de la marca americana: es posible correr sobre verdaderos colchones con el pie aireado y transitar a su vez por terrenos exigentes.

Las novedades del modelo 3.0 permiten mitigar sensiblemente las inconvenientes asociados a un producto con tamañas características: la rigidez de la media suela es ligeramente menor gracias a un compuesto verdaderamente blando y la estabilidad mejora con la nueva forma interior de la zapatilla. Por otra parte, el buen agarre frontal de la suela vibram mejora su performance por terrenos técnicos.

Todo ello otorga a las zapatillas Altra Olympus 3.0 una mayor polivalencia que las versiones anteriores del mismo modelo, pese a que cabe advertir que las contrapartidas de la tremenda amortiguación no desaparecen: la nula percepción del terreno unida a una cierta rigidez y a la inestabilidad inherente a unas zapatillas tan altas no las convierten en zapatillas idóneas para terrenos muy técnicos. Las hemos constatado como un producto idóneo para ultras largos de perfiles no muy técnicos, por senderos corribles y sin descensos asesinos por terrenos rugosos e imprevisibles. Y siempre que nos adaptemos a la específica y atractiva manera de correr que Altra propone con sus zapatillas de horma ancha y exentas de drop.

Las zapatillas Altra Olympus 3.0 participan plenamente de las dos características típicas de la marca norteamericana: drop cero y una gran anchura de horma, en su versión maximalista. Idénticas características encontraremos en todos los productos de la casa, aunque combinados con una amortiguación menos contundente e incluso reducida a la mínima expresión.

Según la marca americana, estas características permiten una manera correctiva y natural de correr que en nuestro mercado ya hace unos años que nos es conocida. Se trata de un correr cómodo pero sensiblemente distinto, de transiciones más exigentes para nuestros tendones, gemelos y sóleos, y que en algunos casos pueden necesitar de un tiempo de adaptación.

El tipo de corredor al que van orientadas las zapatillas Altra Olympus debe contemplar esta anchura de horma y la amortiguación máxima que ofrecen, por lo que pensamos en corredores de largas o larguísimas distancias o en aquéllos que por su peso deseen mitigar la sobrecarga articular gracias a los dos verdaderos colchones que poseen (y que explicamos en la siguiente sección). 

Encima de la generosa media suela encontramos un upper contundente pero en ningún caso excesivo: el pie transpira correctamente gracias a la malla oportunamente protegida por refuerzos en la puntera, en los laterales  y en el talón.

La generosidad de la horma de las Olympus la convierte en un producto difícil para pies estrechos, especialmente esta versión 3.0, todavía más ancha de talón. La libertad que experimenta el pie en su interior es muy sensible, pese a que nos tememos que va un poco en detrimento de la sujeción. Es complicado hallar un ajuste correcto de las zapatillas si no tenemos un pie relativamente grueso, hecho que se notará en descensos técnicos en los que el dominio de la zapatilla no es el óptimo. En canales de descenso repletos de piedras o raíces que exigen una respuesta técnica y ágil, es necesario incrementar la cautela y acostumbrarnos bien a la gran distancia que media entre el pie y el suelo y a una sujeción más laxa de lo que quizás estemos acostumbrados con unas zapatillas más convencionales.

Por contra, es una zapatilla perfecta para pies hinchados: la hemos usado como zapatilla de refresco en un ultra largo y el resultado ha sido tan maravilloso que es necesario relatarlo con más detalle: Pensando precisamente la posibilidad de necesitar unas zapatillas tan cómodas como refresco, el probador decidió dejar las Olympus 3.0 en la bolsa de vida del avituallamiento del km 73 del Ultra Pirineu 2018 para calzarse unas zapatillas ya mucho más usadas, una decisión que de pronto fue puesta en tela de juicio: el el km 18 una raíz especialmente inoportuna rasgó una de las zapatillas viejas convirtiéndola  en un incomodísimo descapotable. Después de 55 kms con el pie derecho asomado al mundo, calzarte estos verdaderos sofás andantes con los pies adoloridos y cansados fue todo un descubrimiento. Ello ocurría además en un momento ya de trote-supervivencia sin necesidades de respuestas muy técnicas, pese a que quedaban todavía algunos descensos exigentes en los que era necesario mantener la atención, ya que la percepción del terreno es limitada y la estabilidad no es el fuerte de unas zapatillas maximalistas. El espacio interior de las zapatillas y la amortiguación mullida convierten a este modelo en unas grandes zapatillas de refresco. No es una casualidad que encontremos estas zapatillas en tantos corredores que afrontan ultras larguísimos...

 

La solvente mediasuela de las zapatillas Altra Olympus 3.0 se configura mediante dos capas de EVA y aparece mejorada con la tecnología Innerflex.Una de las capas se conforma mediante el compuesto A-Bound, basado en una EVA poco comprimible y relativamente dura que proporciona un buen retorno de energía en cada pisada. Por su parte, la otra capa es mucho más blanda y amortiguadora, hecho que nos elimina totalmente la percepción de piedras y salientes de todo tipo. Tenemos de este modo la sensación de ir siempre bien protegidos, especialmente en la parte delantera. Pero en ningún caso notamos una amortiguación demasiado blanda: el sistema A-Bound no nos permite recabar información del terreno que pisamos pero consigue dotarlas de cierta reactividad, por lo que no debemos ejercer un sobreesfuerzo para volvernos a impulsar, un hecho a veces detectado en otras zapatillas maximalistas que hemos probado.

Pese a esta aceptable reactividad, el rocker de las Olympus es prácticamente inexistente, hecho que combinado con el drop 0 nos confiere una sensación de cierta dificultad en la transición entre recepción y despegue. Después de correr un buen tiempo con ellas, constatamos que la respuesta de nuestro cuerpo a ello es acortar un poco la zancada e incrementar su frecuencia, por lo que apreciamos que verdaderamente las zapatillas Altra nos exigen (o proporcionan) una forma de correr ligeramente distinta. Al mismo tiempo, para posibilitar un buen despegue, tendemos a desplazar el cuerpo un poco más hacia adelante. Ello lo notamos en las primeras salidas con cierta carga en la zona posterior baja de la pierna (sóleo y tendón de Aquiles), pero uno se habitúa muy rápido.

Las Olympus 3.0 no son unas zapatillas especialmente flexibles, ya que la contundencia de la suela y la mediasuela, sin líneas de flexión evidentes, lo impiden. Ello limita un poco la idoneidad del producto en todos los terrenos, ya que en aquéllos en los que más se exige adaptarse a las irregularidades la respuesta es poco versátil. Podemos afirmar que se trata de unas zapatillas menos solventes en terrenos muy técnicos, especialmente en los descensos, en los que a veces tienes la sensación que el pie acaba yendo donde quiere la zapatilla y no donde tu deseas que vaya.

Los acabados de las zapatillas Altra Olympus 3.0 son perfectos. Las costuras están limitadas a la mínima expresión y son imperceptibles; incorporan termosellados laterales en la zona del medio pie pero combinados con orificios para la eventual evacuación del agua; contamos cuatro puntos de sujeción para posibilitar la fijación de polainas en ellas. Se trata de una marca que intenta claramente diferenciar sus productos a partir de la calidad.

Encontramos en el interior de las Olympus una plantilla de 5 mm pero que tiene en cuenta el encaje del pie en el curioso footbed de las zapatillas que estamos probando. Tal y como ya hemos indicado, la anchura de horma de las zapatillas de Altra permiten correr con el pie relajado y sin presiones laterales indeseables.

Todo ello convierte a las Olympus 3.0 en una zapatilla perfecta para ultras largos o larguísimos que impliquen trotes eternos sin necesidad de respuestas excesivamente técnicas.

La suela de las zapatillas Altra Olympus 3.0 se configura con dos materiales completamente distintos: mientras que toda la zona exterior contempla unos tacos duros transversales y un material rígido, la zona interior está hecha de la misma EVA que la media suela, hecho que posibilita un plus de agarre en terrenos duros y un ahorro de peso, pero que a su vez plantea un par de cuestiones a tener en cuenta: pese al grosor de la media suela, en la zona del medio se percibe la rugosidad del terreno y, además, la poca durabilidad del material blando en contacto con el suelo cuestiona este diseño.

El agarre ha sido realmente positivo en todos los terrenos, duros y blandos, en seco y en mojado. En terrenos blandos el relieve de la suela es ciertamente efectivo (barro, arena, hierba o incluso nieve) y en los duros es correcto. Incluso en roca mojada el resultado ha sido francamente positivo. Podríamos afirmar que la suela de las Olympus confiere una inesperada versatilidad al producto, ya que permite correr con un agarre excelente en zonas en las que unas zapatillas de características maximalistas no se comportan especialmente bien. Realmente, el mejor comportamiento de este modelo se registra en pista y en sendero corrible y nos vienen a la cabeza carreras rápidas por media montaña corredera o entrenos de gran volumen por terrenos poco técnicos como su destino natural, pero gracias a la suela nos podemos plantear correr con ellas ultras montañeros.

El único inconveniente serio que hemos detectado en la suela se refiere a su diseño: sus tacos son excelentes para el agarre frontal pero, con un dibujo de líneas transversales paralelas, descuidan sensiblemente el agarre lateral. Ello se traduce en que debemos desistir de usar pasos laterales en los descensos, ya que las prestaciones de la suela decaen ostensiblemente.

Las zapatillas Altra Olympus 3.0 no son impermeables. Al cruzar pequeños charcos o incluso al circular por zonas con vegetación húmeda, nos hemos mojado los pies. La contrapartida positiva en este sentido es que su secado también resulta ser bastante veloz, ya que el agua se evacúa correctamente por los orificios que esta nueva versión incorpora en el upper.

La transpirabilidad de las Olympus ha sido correcta. El tejido del upper es resistente pero bastante delgado y, además, al carecer de protecciones laterales muy contundentes, facilita una buena evacuación hacia el exterior de la humedad de los pies.

Hemos realizado una buena cantidad de kms con las zapatillas Altra Olympus 3.0 durante el periodo de prueba, incluyendo además alguna carrera larga exigente (Ultra Pirineu 2018) y los resultados de durabilidad son verdaderamente positivos, de acuerdo con la calidad de los materiales y de los acabados que observamos en esta zapatilla.

El upper aparece prácticamente intacto con tan solo un elemento a mencionar, que sería un ligero despegue de la protección delantera, en absoluto disfuncional. El tejido que lo conforma es extremadamente resistente y no apreciamos en él ni el más mínimo rasguño. La suela se conserva perfectamente bien en su parte exterior, la de tacos duros, pero sí que presenta un desgaste (por otra parte esperable) en su innovadora parte central de tacos blandos. Debemos afirmar que tras el periodo de prueba siguen manteniéndose con las mismas prestaciones iniciales, pero este desgaste será claramente su punto débil de durabilidad.