FLUOR YELLOW BELT

“¡Qué ligero! Pero, ¿va a ser capaz de sujetar las cosas que le metamos dentro?”
Así, tal cual, esto fue lo primero que exclamamos al tenerlo por primera vez en la mano y la báscula nos corroboró que no estábamos alucinando sino que es una realidad y que únicamente pesa 23 gramos en la talla S que hemos estado probando.
Esta talla S está recomendada para perímetros de cintura entre los 80 y los 93 centímetros y hay una talla L que cubre el rango de los 91 a 105 centímetros..
No se abrocha y desabrocha sino que hay que ponerlo por arriba pasando los brazos o por abajo pasando las piernas, para llevarlo hasta la cintura donde lo más probable es que nos quede bien fijo porque todo su tejido es elástico. Esto y que hay cierto solape con las medidas de cada talla, facilita mucho la elección de la talla.
Su construcción es tremendamente sencilla y se reduce a dos capas de tejido, una interior de rejilla (92% poliamida, 8% elastano) y una exterior de una tela de tacto licroso (78% poliamida, 22% elastano), unidas entre sí por la parte inferior y por seis costuras verticales que determinan los seis bolsillos individuales que tiene el cinturón.
En nuestro caso, la tela exterior es amarilla pero está también en rosa, azul y naranja y, además, hay una versión Basic, con las dos capas de rejilla que pesa tan sólo 17 gramos y una versión reflectante en color blanco.
Los rebordes, tanto el inferior como el superior están recubiertos por un tejido adicional que hace un dobladillo de casi un centímetro y que también es elástico. En el caso del inferior cubre ambas capas a la vez y en el superior, cada una de las dos capas tiene su propio dobladillo.
Ambos tejidos son muy suaves al tacto y bastante transpirables, sobre todo la rejilla que queda por dentro. Teóricamente es reversible, pero recomendamos utilizarlo con la rejilla como capa interior porque así se mejora la capacidad de transpirabilidad (además de que así queda la parte “chula” hacia fuera y tampoco queda a la vista lo que llevamos en los bolsillos).
Lleva un reflectante con la forma del logo de la marca que, idealmente ubicaremos en la parte trasera aunque, bueno, lo más probable es que esa posición la acabe determinando cómo hayamos repartido la carga y cómo hayamos girado el cinturón para adaptarlo a la carga que hayamos puesto en él.

ARCh Max comenzó su andadura en la segunda mitad de 2014 así que, más que joven, casi podríamos considerarla aún una Rookie. No obstante, está formada por gente con mucho bagaje en temas deportivos, textiles, comerciales, etc. por lo que no es de extrañar la profesionalidad que se percibe en todo lo que hacen.
Sus inicios fueron dentro del segmento de los calcetines funcionales, con los ARChFIT Short Run que han tenido mucho éxito debido a que son unos de los pocos calcetines funcionales que realmente sirven para correr.
Una de las cosas que caracteriza a esta empresa que, por cierto, es 100% española a pesar de su nombre y look & feel, es la constante búsqueda de la mejora y el I+D, no pueden estar quietos con lo que, en paralelo con el desarrollo de su gama de calcetines, han estado investigando en nuevos productos y el Reimer resultado ha sido el ARCh MAX Belt, un cinturón portaobjetos multiactividad.
Hasta hace apenas un par de años, era un tipo de producto que no existía y lo más parecido eran las riñoneras de toda la vida o los cinturones de hidratación de tamaño pequeño.
Sin embargo, las empresas se han dado cuenta de que, aun necesitando algún elemento para llevar cosas, no siempre necesitamos tanta capacidad de porteo. Por ejemplo, la típica situación en la que tenemos las llaves de casa o del coche, un dispositivo electrónico, l documentación personal, un billetillo, un paquete de pañuelos y uno o dos geles. Todo eso no nos cabe en un pantalón o mallas pero tampoco es necesario llevar un cinturón de hidratación que seguramente llevaríamos a mitad de carga y que, lo mismo, ni siquiera vamos a llevar con bebida.
Para afrontar esta situación, se han lanzado a desarrollar diferentes opciones de cinturones portaobjetos entre las que destacan dos tipos: las riñoneras de bolsillo extensible y los cinturones con múltiples bolsillos.
El ARCh MAX Belt es de este segundo tipo y, de los que hemos podido probar hasta ahora, es uno de los que más nos han gustado, entre otras cosas, porque su capacidad de porteo es análoga a la de otros, pero su ligereza y transpirabilidad, así como su ajuste, supera con creces a sus rivales.
Pero no adelantemos acontecimientos, seguid leyendo y juzgad por vosotros mismos.

Las primeras sensaciones con el ARCh MAX Belt en casa, tanto estando en parado como en los simulacros de correr que hicimos auguraban un buen resultado, pero en carrera las ha superado holgadamente.
Al no tener posibilidad de ajustarlo, pensábamos que iba a moverse y que iba a ir bamboleándose y girando pero nada más lejos de la realidad y, aun en los casos en los que lo hemos cargado casi hasta los topes, ha seguido impertérrito en su sitio.
Es increíble lo bien sujeto que queda teniendo en cuenta que únicamente dispone de sus propia elasticidad y las dos franjas que hacen de cierre pero, incluso en cinturas finas como las de quien lo ha estado probando, es capaz de ajustar a la perfección. Todo esto, sin llegar a resultar incómodo porque no tendría ciencia si quedara oprimiéndonos como si nos fuera a cortar por la mitad.
De las cosas que más nos ha llamado la atención es cómo es capaz de sujetar objetos que tradicionalmente son molestos por el ruido que van haciendo como pasa con las llaves. La gracia que tiene el ARCh MAX Belt es que, al tener las dos capas elásticas y tan finitas, puede “envolver” perfectamente los objetos y eso hace que en el caso mencionado de las llaves, queden casi como si las hubiéramos envasado al vacío así que no se van desplazando ni rebotando. Además, como hay hasta seis bolsillos, podemos repartir las cosas para que no caigan en el mismo dos objetos metálicos que vayan chocando entre sí.
De hecho, esa adaptabilidad del ARCh MAX Belt es una de las cosas que más nos han gustado porque no hace falta que lo lleves completamente estirado (como si fuera una faja), sino que puedes subirlo o bajarlo ligeramente para adaptarlo a lo que estés porteando. Esto lo hemos encontrado muy útil cuando hemos llevado un par de geles y las llaves de casa porque hemos podido reducir su grosor muchísimo co lo que prácticamente se reducía a un par de centímetros (amén de que de esa forma agarra mejor las cosas.
Otra de las grandes ventajas es su capacidad elástica y el hecho de que esté tan departamentado porque puede crecer muchísimo para dar cabida a objetos realmente grandes (hemos llegado a meter una cámara de fotos) y, al ir cada bolsillo por separado, el hecho de que forcemos uno para meter algo no afecta al resto.
Obviamente, no está pensado para utilizarlo cargado hasta lo máximo que permite porque podrían ser fácilmente un par de kilos de peso a poco que nos lo propusiéramos pero con cargas de algo más de un kilo se desenvuelve a la perfección.
De hecho, lo hemos usado mucho con el kit de un par de geles, paquete de pañuelos, reproductor de música, llaves y una botella comprimible de medio litro y va perfectamente. De hecho, admitiría una segunda botella porque, como se va vaciando según la usamos, sólo va un pelín forzado al principio.
Si la carga es por volumen y lo que estamos metiendo es ropa (bandanas, tubulares, manguitos, chubasquero, etc.) ahí sí que no hay ningún tipo de problema y, mientras queda, adelante, es imposible que se convierta en algo incómodo por ir rebotando.
Como hemos dicho antes, el tejido es muy suave así que no debería producirnos rozaduras, ni a nosotros, ni a la ropa que quede debajo de él. De hecho, al tener sólo la rejilla por la cara interior, lo que metamos va en contacto directo con nuestra piel así que es más fácil que nos haga rozadura un gel tipo chupetín o algo que tenga esquinas rígidas que el cinturón por habernos rozado.
Por último, hay que tener en cuenta que no es impermeable ni repelente al agua, ni la capa interior ni la exterior por lo que lo que pongamos va a sufrir los ataques de nuestro sudor y del líquido que provenga del exterior. No tenemos confirmación pero no nos extrañaría que se estuviera trabajando en alguna versión con tejidos impermeables o, al menos, con tratamiento para repeler el agua.
Y, a modo de curiosidad, una de las cosas que nos han encantado es lo poco que ocupa cuando no lo tienes puesto y está vacío. Es ideal para llevarlo a todos los sitios y, si hace falta, tirar de él para portear cosas (de hecho, lo hemos utilizado una vez como cinturón de viaje, para llevar la documentación y el dinero por dentro de la camisa).

Hasta ahora no hemos mencionado respecto a la cantidad y tamaño de los bolsillos del ARCh MAX Belt para ver si alguno os animabais a jugar como en los pasatiempos de las revistas y os poníais a contar en las fotos, ¿lo habéis hecho?
Bueno, tanto si es que sí, como si no, os damos la solución: seis bolsillos seis son los que tiene. Dos grandes opuestos (idealmente uno delante y otro detrás), de unos 14 centímetros y otros cuatro pequeños, de unos 8 centímetros, dos a cada lado. Todos ellos, de unos ocho centímetros de alto (lo que mide el cinturón) y muy elásticos, con lo que su capacidad es enorme.
Como hemos comentado en apartados anteriores, la tela es muy elástica, tanto la rejilla que queda por dentro como la fosforescente licrosa que queda por fuera con lo que la sujeción de lo que depositemos dentro de los bolsillos es muy buena.
El reborde superior va rematado con una tela que además de engrosarlo un poco para facilitar su agarre, mejora el cierre así que no es necesario ponerle velcros, cremalleras ni nada por el estilo. Al principio puede dar cierto reparo meter cosas dentro de los bolsillos, sobre todo si son pequeñas, pero os garantizamos que no se salen de ahí ni queriendo. De hecho, hemos hecho la prueba con una moneda, con una llave, … y, nada, no ha habido forma de que se salieran solas.
Los dos bolsillos grandes tienen una presilla que puede servir para pasar un mosquetón, una arandela, hacer un nudo con alguna abrazadera de algún objeto o simplemente servir como tirador para poder abrirlo mejor. De hecho, rcomendaríamos ponerle esas presillas a los otros cuatro bolsillos pequeños porque facilita mucho la apertura. No obstante, la utilidad principal es la comentada antes de servir para enganchar cosas.
Cada bolsillo está separado del de al lado por una única costura vertical, que está muy bien rematada y es elástica, por lo que no limita la capacidad elástica de los bolsillos.
Quizá estaría bien estudiar la posibilidad de habilitar alguna zona para poner dorsales como p. ej. añadir dos simples cordones elásticos con una tanca en cada uno de ellos. No obstante, eso limitaría la posibilidad de girar el cinturón como queramos ya que, tal como está ahora, podemos llevar delante dos bolsillos pequeños o uno grande, lo que prefiramos. Seguro que alguna idea se les ocurre en ARCh MAX para el tema de los dorsales.

Cuando tenemos en las manos prendas tan ligeras y “minimalistas” como el ARCh MAX Belt, tendemos a pensar que va a ser endeble y se va a estropear a las primeras de cambio pero, afortunadamente, las apariencias engañan y, como en este caso, resiste perfectamente el machaque al que lo sometemos.
Lo hemos estado usando mucho, en la mitad de las salidas que hemos hecho desde que lo tenemos y por él ha pasado todo tipo de material: llaves, geles y barritas de diversos formatos, pañuelos de papel, monedas, botellas flexibles, bidones, textil, … y, por supuesto, se ha llevado su buena dosis de roces, tanto con riñoneras como con la maleza.
Pues bien, está en perfecto uso, como si nada y, encima ha tenido la suerte de no haberse llevado ningún enganchón con pinchos (o al menos no somos conscientes de que se lo haya llevado).
La elasticidad y el tamaño están también prácticamente como el primer día y, en principio, lo único que podríamos achacarle es que, durante una tirada, sí puede tender a darse un poco de sí, sobre todo si se moja. No obstante, en cuanto se seca o, mejor aún, si lo lavamos, vuelve a “resucitar” y recupera su capacidad original.
La rejilla interior, que también nos preocupaba por los posibles enganchones, nada, ni se ha inmutado, incluso habiendo llevado geles de tipo chupetín, que casi siempre acaban rompiendo ese tipo de telas con sus esquinas puntiagudas.
La verdad es que en este apartado nos hemos llevado una muy grata sorpresa con el ARCh MAX Belt.

“¡Qué pasada de cinturón! Ligero, transpirable, puede cargar muchas cosas, no se mueve apenas aunque vaya cargadísimo, podemos repartir las cosas por infinidad de bolsillos, … Va a venirse con nosotros prácticamente a todas las salidas que hagamos”.
Si nuestro primer pensamiento fue poniéndonos un tanto a la expectativa, dudando de las posibilidades del ARCh MAX Belt (la frase que indicamos en la sección de “Primeras Sensaciones”), llegados a esta sección de “Conclusiones”, el panorama habéis visto que ha cambiado completamente y no sólo hemos dejado de dudar sino que estamos gratamente sorprendidos y prendados de este cinturón portaobjetos.
Es sin ninguna duda uno de los mejores que hemos probado hasta la fecha por su equilibrio en todos los factores pero, sobre todo, por su ligereza y capacidad de adaptación al cuerpo y a la carga.
Con seis bolsillos tremendamente elásticos, las posibilidades de cara a cargarlo y distribuir la carga son enormes y, como ajusta muy bien, se puede cargar mucho más de lo que parece.
Nos ha parecido perfecto para cualquier tipo de salida, para competiciones como prenda única o como complemento a una mochila, … hasta como cinturón porta documentos como hemos comentado en uno de los apartados.
Chapó por ARCh MAX, ha dado en el clavo con el ARCh MAX Belt.

PROs:
- Ligereza.
- Transpirabilidad.
- Sujeción del material que va dentro del bolsillo.

CONtras:
- Le vendría bien un tirante en cada bolsillo, para abrirlos con más facilidad.
- Sería bueno que tuviera algún bolsillo impermeable.